Una investigación apunta que mantener unos niveles de ejercicios más elevados de lo que se recomienda actualmente contribuye a evitar el riesgo de presión arterial elevada, según recoge ScienceAlert. 

No obstante, precisa que es probable que esto sea más complicado para algunas personas que otras, especialmente a medida que aumenta la edad. 

La fuente recuerda que varios estudios ya han demostrado la importancia del ejercicio para reducir la presión arterial, pero el nuevo informe sugiere que mantener la actividad física durante la edad joven-adulta a niveles más elevados que los recomendados anteriormente puede ser "particularmente importante para prevenir la hipertensión". 

Esta afección grave, que puede derivar en un ataque al corazón o un derrame cerebral, así como ser un factor de riesgo para desarrollar demencia en el futuro, afecta a miles de millones de personas en todo el mundo.

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De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 4 hombres y una de cada 5 mujeres sufre hipertensión, aunque precisa que la mayoría de personas con presión arterial alta ni siquiera saben que la tienen. 

El estudio, llevado a cabo en más de 5.000 adultos durante 3 décadas, reveló que hay formas de revertir este hecho a través del ejercicio. La investigación concluyó que la actividad física se desplomó entre los 18 y los 40 años de edad y las tasas de hipertensión aumentaron. 

Según los investigadores, esto sugiere que la edad joven-adulta es una ventana importante para intervenir con el objetivo de prevenir la hipertensión en la mediana edad con programas de promoción de la salud diseñados para impulsar el ejercicio. 

Por su parte, en las personas que habían hecho 5 horas de ejercicio moderado a la semana durante la edad adulta temprana, el doble de la cantidad mínima recomendada actualmente para adultos, encontraron que este nivel de actividad reducía considerablemente el riesgo de hipertensión, especialmente si las personas mantenían sus hábitos hasta los 60 años.