Estas son las armas que Europa desplegará en Alicante para protegerse de los trols de patentes y reivindicarse en la carrera tecnológica

Una mujer configura el termostato inteligente de su casa.
Una mujer configura el termostato inteligente de su casa.

Getty Images/RossHelen

  • La Comisión Europea presentó una iniciativa en abril de este año para dotar de más transparencia el ámbito de las patentes esenciales estándar (SEP).
  • Ahora, bajo la Presidencia Española del Consejo, continúa el debate: la esperada reforma es crucial ante el auge de los dispositivos conectados IoT.
  • Estas patentes son las responsables de que el año pasado Ford tuviese un susto en los tribunales alemanes, obligando a detener la producción de uno de sus coches.

El mundo está sumido en una guerra tecnológica a veces difícil de seguir. Uno de los frentes en los que mejor se aprecia los avances y desquites de cada una de las potencias que libran esta batalla es el de las estadísticas de patentes.

Según datos de la Oficina Europea de Patentes (OEP) del año pasado, EEUU, Alemania, Japón, China y Francia fueron los 5 países del mundo que más solicitudes de patentes presentaron a este organismo. España quedó en décimo lugar de entre los países de la UE.

Un informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) reflejaba, por otro lado, que en 2021 las oficinas de patentes que más solicitudes recibieron fueron la de China, EEUU, Japón, Corea del Sur y la de la OEP (Europa).

No es difícil concluir, así, que la pugna ahora mismo está entre EEUU y China. Listas negras de marcas, vetos a tecnologías, móviles y plataformas y un contexto geopolítico que es todo un polvorín cimentan esa tensa relación transoceánica. Una relación en la que los chips se consideran armas nucleares y cuyas cuitas también llega al despliegue de la IA y cuya complejidad avanza. 

El mundo bascula y toma posiciones en el nuevo frente tecnológico que ya no se podrá explicar únicamente con Washington y Pekín. Y la reciente compra del 9,9% por parte de STC ha sido el último ejemplo de la debilidad europea. Arabia Saudí está lista para entrar en los BRICS que lidera China, mientras su teleco de referencia espera la aprobación de España para entrar en Telefónica.

Un lugar en el que es fácil entender esa debilidad europea en la carrera tecnológica es, precisamente, en esas estadísticas de solicitudes de patentes y propiedad intelectual. La OEP, organismo que atañe a países de la Unión Europea pero también extracomunitarios —es un organismo ajeno a Bruselas— recibió menos solicitudes de patentes que EEUU y China en 2021.

Por eso, Europa trata de hacerse un hueco en esta economía mundial, que deja atrás la fase de globalización, como advierten expertos. Y lo hace regulando. La duda, para especialistas como Luis Ignacio Vicente, consejero estratégico de Pons IP, es si regular será suficiente.

Qué son las patentes esenciales SEP y por qué es un problema que exista tanta opacidad en torno a ellas

La Comisión Europea presentó en abril de este año una propuesta de regulación sobre las patentes esenciales que puede ser crucial para sectores estratégicos como el de las telecomunicaciones o el de las tecnologías de la información.

Lo explica el propio Luis Ignacio Vicente, de Pons IP. "Las patentes al final son una de las grandes herramientas para gestionar la innovación. En el mundo farma, una única patente puede proteger un medicamento, una fórmula o una molécula: así se entiende fácil. Pero en el mundo de las tecnologías de la información es mucho más difícil", explica.

"Hablamos del mayor negocio del mundo, las empresas que más valoración tienen en bolsa están aquí. Por otro lado, tenemos claro que los dispositivos de telecomunicaciones tienen que conectarse, y ahí entran los estándares", continúa. "Si hablo por un teléfono 4G es porque mi teléfono tiene la misma tecnología que otros dispositivos".

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Ahí es cuando entran las patentes SEP, cuyo acrónimo en inglés responde a "patentes esenciales estándar". Esas tecnologías que necesitan los dispositivos para funcionar correctamente atendiendo a esos estándares están protegidas. "Al final esos estándares están protegidos, son patentes que son de alguien", incide el experto de Pons IP.

Uno de los mayores problemas con estas patentes esenciales es la opacidad que las envuelve. "No es evidente saber cuántas patentes puede llegar a tener un teléfono. Puede que un modelo se atenga perfectamente a más de 100.000 patentes. Ahora que se está empezando a estandarizar las redes 6G podemos estar hablando seguramente de entre 15.000 o 20.000 patentes".

Hoy día no hay una lista que enumere estas patentes esenciales. Lo intentó el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones, con sede en Niza (Francia): "Planteó ciertos inventarios en los cuales, las empresas, de manera voluntarista, podían declarar que una patente estaba relacionada con un estándar determinado, pero se podía destacar incluso de manera genérica".

"Al final, esa falta de transparencia, sumada a la ingente cantidad de patentes que determinados sectores gestionan, hacen que este no sea siempre un mercado transparente y abierto, lo que lleva a ciertas actitudes", advierte Luis Ignacio Vicente.

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Esa falta de transparencia presente en varios sectores provoca que el pago de las licencias por hacer uso de determinadas patentes estándares pueda llegar a veces a precios desorbitados. La razón es evidente: sin las cartas sobre la mesa toda negociación es un mundo.

De hecho, la opacidad que envuelve esta tesitura hace que aparezca un fenómeno conocido como los patent trolls o trolls de patentes: empresas que se hacen con una o varias patentes esenciales de diversas maneras —una muy habitual, estar al acecho de empresas tecnológicas que se declaren en quiebra— para después hacer negocio con el cobro de las licencias.

Algo completamente distinto son los patent pools, consorcios de empresas licenciatarias de patentes esenciales que se unen para licenciar sus innovaciones protegidas en paquetes, algo que ayuda a reducir costes en varios sectores.

Para evitar unas licencias abusivas se introdujeron las famosas cláusulas FRAND, siglas de justas, razonables y no discriminatorias. Con la propuesta de regulación que Bruselas introdujo en abril de este mismo año, sobre el que opina Luis Ignacio Vicente, lo que espera hacer la Unión Europea es combatir la opacidad en las patentes esenciales y blindar esas cláusulas.

Sobre todo porque sin transparencia, ¿quién determina qué es justo, razonable y no discriminatorio?

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En todo este ámbito avanza Bruselas, también ante una casuística concreta: todo esto sucedía ya en el sector de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información. Pero ante el avance del internet de las cosas (IoT) surgen nuevos riesgos. Los patent trolls ya no tendrán en su diana solo a los fabricantes de hardware: también a fabricantes de cualquier tipo de electrodoméstico.

Es algo que ya se está notando en la industria automovilística. El profesor de la UPC Jose Luis Pedragosa recogía en este artículo varios ejemplos de calado. Por ejemplo, un fallo de un tribunal de Múnich (Alemania) de mayo del año pasado prohibió a Ford producir y vender en todo el país sus coches conectados, que también se contó en Computer Hoy.

La razón: Panasonic, propietaria de una patente estándar relacionada con el 4G, consideró que el fabricante de coches había infringido su patente. La medida cautelar iba lejos: exigía a Ford incluso la destrucción de los coches producidos usando esa tecnología, facilitar las ventas del modelo y depositar una fianza de 227 millones de euros.

A finales del mismo mes de mayo del año pasado, un patent pool llamado Avanci comunicó que había alcanzado un acuerdo con Ford sobre patentes SEP, y para septiembre de 2022 las licencias de patentes 2G, 3G y 4G de Avanci aumentaron su precio en un 33%, continúa Pedragosa.

Parte del negocio de grandes tecnológicas como Nokia se basa en el cobro de esas licencias. Y lo que ya está sucediendo en la industria automovilística "mañana sucederá con los fabricantes de lavadoras, por ejemplo", expone Luis Ignacio Vicente, de PONS IP.

En qué estado se encuentra la iniciativa legislativa en la Eurocámara y en el Consejo que preside España

Por esta razón, la Comisión Europea anunció formalmente en abril de este año su propuesta de regulación. Se trata de una reforma de un reglamento de 2017 que responde precisamente a esa falta de transparencia en las regalías que se pagan por estas licencias.

La propuesta pasa, entre otras cuestiones, por la creación de un registro central que gestionará la Oficina Europea de Propiedad Intelectual, la EUIPO, con sede en Alicante (España). En este registro será obligatorio anotar todas las patentes esenciales y de esta forma se podrá autenticar que sean fundamentales para determinados estándares.

Bruselas, con su regulación, también pone sobre la mesa un sistema de mediación para evitar la excesiva litigación (que ha llevado incluso a juzgados alemanes a exigir a Ford que dejen de fabricar vehículos: el desafío ahora que cada vez más tipos de dispositivos se conectan a la red es enorme). 

El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, confirmó que se había tomado nota de la "mala fe" que algunos actores tienen en este ámbito, razón por la cual se ponía sobre la mesa esta regulación. 

"Las patentes esenciales estándar (SEP) están en el centro de la carrera tecnológica global y desempeñan un papel clave para desbloquear el mercado en explosión del IoT, con un valor global estimado en 650.000 millones de euros para 2026", aseveró entonces el dirigente.

Por el momento la regulación sigue sujeta a debate en los 2 colegisladores de la Unión. En mayo de este año los estados miembros compartieron por primera vez sus pareceres en torno a la propuesta en una reunión del Consejo de la Unión Europea. En junio de este año la Eurocámara nombró a una eurodiputada popular alemana, Marion Walsmann, como ponente de la iniciativa.

Esta iniciativa legislativa sobre patentes esenciales no se debe confundir con el paquete legislativo de patentes "tradicionales" que entró en vigor en junio de este año en la Unión Europea, a pesar de que España haya rechazado participar de este sistema.

Qué se ha dejado en el tintero Bruselas

Con su propuesta, Bruselas asume una titánica tarea. La duda es si será suficiente. Para el experto de Pons IP, el deseo de la Comisión "es loable". "Partimos de la base de que Europa, en cuestiones de soberanía tecnológica e innovación, tiene que tener una posición. Estamos en medio de luchas geoestratégicas entre China y EEUU y debemos tener cierta soberanía".

"En estos sectores nos jugamos mucho", abunda. "Algo que ha hecho bien Europa ha sido proponer regulación y dar un paso al frente. Lo tenía que hacer", continúa, pero "a lo mejor es muy optimista, en el sentido de que considere que solo regulando todo esto se soluciona".

Precisamente lo que plantea la iniciativa legislativa es, además de ese registro de patentes SEP, un sistema de mediación que no impedirá que las empresas sigan acudiendo a la justicia. Por lo tanto, una cosa que se puede dejar en el tintero es el papel de los sistemas judiciales de la Unión Europea y las medidas cautelares que estos puedan demandar.

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"El gran riesgo ya no es solo si se tiene que negociar una licencia a un determinado precio, sino si en el camino y en la negociación está en juego que la comercialización de un producto —de telecomunicaciones, industrial o del automóvil— pueda continuar", enfatiza Vicente.

Si bien es cierto que "en la medida en la que el modelo sea más transparente" le pondrá las cosas "más difíciles" a quienes lleguen a las conversaciones con precios abusivos, hay mucho que queda por afinar. "Mucha de la legislación se está planteando desde el punto de vista de los propietarios de las patentes", pero el reto va mucho más allá.

"En este caso el reto va a estar en que todo el mundo vamos a tener que pagar licencias, ya no es solo el mundo TIC o el mundo de las empresas industriales". Tanto en el mundo del motor como en el del IoT, "todo estará conectado". "Un sensor que tenga una lavadora quizá cueste 1 euro y por ello igual no tendrá sentido pagar una licencia que quintuplique su valor", advierte el especialista.

Alicante ayudará a que Europa proteja su mercado de trols de patentes y otros comportamientos abusivos

Una cosa que llama especialmente la atención de la propuesta de Bruselas es la elección de la EUIPO. "De la EUIPO estamos muy orgullosos porque tiene la sede en Alicante, es la oficina europea de propiedad intelectual, pero se dedica sobre todo a marcas y diseños, las patentes la lleva la EPO".

Lo que sucede es que la EPO, la Oficina Europea de Patentes, es un órgano fruto del Convenio de Múnich, al que se adscriben países miembros de la UE y países extracomunitarios. 

"La EUIPO, por su ámbito de aplicación, seguramente sea más próximo a la Comisión que la EPO, donde hay países que no son de la Unión... aunque hay más expertos en patentes en la EPO que en la EUIPO. La Comisión, con un criterio que no conocemos, ha considerado que la EUIPO será la jurisdicción de referencia para este tipo de cuestiones", resume Vicente.

"Para España será una oportunidad porque estará en Alicante y nos facilitará generar debates, pero este también será un punto complejo". 

Mientras se despejan algunas incógnitas, resulta evidente que en España se desplegará una serie de herramientas que no solo protegerán el mercado único de los patent trolls... también entregará armas al Viejo Continente en la cada vez más intensa guerra tecnológica.

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