Uso ChatGPT entre 50 y 70 veces al día para todo, desde preparar reuniones hasta quitarme el pegamento de los dedos

Este artículo se basa en conversaciones mantenidas entre el redactor y con Conor Grennan, que supervisa aspectos de la vida de los estudiantes de posgrado en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. Estas han sido editadas solo por motivos de extensión y claridad.

ChatGPT es el compañero de brainstorming más perfecto de todos los tiempos, y sin embargo la gente tiende a cerrarle la puerta en las narices.

La tarea de escribir un plan de negocio suele llevar al menos una semana: es mucho brainstorming, hablar con mucha gente e investigar el mercado. ChatGPT lo hará en 30 minutos, pero tienes que dedicarle esos 30 minutos.

Yo estoy suscrito a ChatGPT Plus. Es más rápido, da acceso a las últimas actualizaciones y nunca da problemas para conectarse. Yo uso ChatGPT entre 50 y 70 veces al día, así que pagar 20 dólares al mes me parece un precio irrisoriamente bajo para el valor que le saco.

A menudo publico en LinkedIn consejos prácticos sobre cómo utilizar ChatGPT para mejorar la vida personal y profesional en cualquier sector.

Estos son mis consejos:

1. Pedir trabajo

Los equipos de recursos humanos utilizan ciertos algoritmos para tratar de identificar a los mejores candidatos porque hacerlo manualmente resulta abrumador. Si ellos utilizan algoritmos, ¿por qué no pueden hacerlo también los solicitantes?

Podemos preguntarle a ChatGPT: "Estoy a punto de darte una oferta de empleo, y estoy a punto de darte mi experiencia. Manteniéndome fiel a lo que realmente hago, por favor, dame formas de cambiar las palabras que utilizo y el posicionamiento de mi propia experiencia para que pueda coincidir con mayor precisión con los algoritmos potenciales que la empresa de recursos humanos puede estar utilizando para esta oferta de empleo".

Después repites solo es cuestión de hacerlo con cada oferta. Es como emparejar un algoritmo con otro.

2. Investigar para establecer contactos con compañeros de profesión

Antes de nada, asegúrate de que puedes verificar cualquier cosa que busques. Yo verifico primero que Bing, ChatGPT, o cualquier cosa por el estilo tenga en mente a la persona adecuada.

Luego digo: "Dame 5 temas de conversación profesionales que puedan ser relevantes para su mundo. Y 3 intereses personales en torno a los que podamos establecer un vínculo".

Consigue la respuesta y luego comprueba que encaja con el perfil.

3. Aprender algo nuevo

Incluso con amigos íntimos, hay un límite en el número de preguntas que puedes hacer antes de empezar a sentirte cohibido.

ChatGPT responderá a todas tus preguntas y profundizará todo lo que quieras. Te dará ejemplos de la vida real que podrás entender y con los que podrás relacionarte y definirá terminología que puede que hayas malinterpretado durante mucho tiempo.

Por ejemplo, me di cuenta de que después de unos 30 minutos de hacer preguntas a ChatGPT, entendía profundamente las APIs de una manera que me habría pasado totalmente desapercibida de otra manera.

4. Solucionar de problemas cotidianos

Una de las cosas sobre las que destaqué en LinkedIn de la IA es lo útil que resulta para resolver los pequeños problemas que uno encuentra en el día a día, como el formato de las palabras, los ajustes del iPhone o el pegamento que se queda entre los dedos. 

Naturalmente, se pueden buscar este tipo de cosas en Google, pero ChatGPT no requiere búsquedas ni desplazarse por páginas web. Simplemente te da la respuesta que buscar, y si esa solución no funciona, puedes decir: "Oye, eso no funcionó".

Cuando me manché los dedos de superglue, ChatGPT me dio cuatro a que probar y concluyó recordándome que tuviera paciencia para no hacerme daño.

5. Revisar largos hilos de correo electrónico

De vez en cuando ocurre que en Gmail tienes largas cadenas de correo electrónico con por ejemplo 16 mensajes. Y dices: "Dios mío, tengo que leerlos todos para saber qué tengo que hacer".

Así que lo saco en una nueva ventana, CTRL-A, CTRL-C, lo pongo en ChatGPT, y luego digo: "¿Puedes decirme si hay algún tengo que hacer algo con esto?" Te dirá que sí o que no, y luego tú dirás: "Vale, ¿puedes resumirlo en tres frases?".

Es un caso de uso muy valioso, porque todo el mundo sufre estas largas cadenas de mensajes en las que lo único que nos interesa es saber si tenemos que hacer algo. Ahora hay un producto que nos da esta información.