No esperes tirar tus mascarillas ni olvidarte del distanciamiento social incluso si hay una vacuna para el coronavirus el año que viene, según alerta una experta

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Aunque haya una vacuna para el coronavirus, no tires la mascarilla ni abandones la distancia social, según una desarrolladora de vacunas
David L. Ryan/The Boston Globe/Getty Images
  • Vacunarse contra el coronavirus no significa necesariamente un regreso instantáneo a la normalidad, según una importante desarrolladora de vacunas de Estados Unidos. 
  • "Vacunarse no significa que tirar la máscara a la basura", menciona María Elena Bottazzi, desarrolladora de vacunas de la Escuela de Medicina de Baylor en Houston (Texas, Estados Unidos). "Eso no va a suceder. Espero que la gente no piense que esa va a ser la solución mágica para todos".
  • Incluso si las primeras vacunas pasan las pruebas clínicas, es probable que sólo sean moderadamente efectivas, según Bottazzi.
  • Probablemente reducirán —pero no eliminarán completamente— la posibilidad de que una persona vacunada desarrolle el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus. 
  • Ninguna vacuna contra el coronavirus ha demostrado ser segura y efectiva todavía. Los programas más rápidos tienen como objetivo iniciar ensayos clínicos de última etapa en las próximas semanas. 
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El simple hecho de tener una vacuna contra el coronavirus no significa necesariamente la vuelta a la normalidad, tampoco abandonar las mascarillas y el distanciamiento social. Así lo asegura María Elena Bottazzi, una importante desarrolladora de vacunas de la Escuela de Medicina de Baylor en Houston (Texas, Estados Unidos), en una entrevista con Business Insider.

"La gente dirá 'oh genial, recibo mi vacuna y puedo volver y hacer exactamente las cosas que estaba haciendo el año pasado'", bromea Bottazzi. "Eso no es en absoluto cierto". 

Al menos tres compañías —Moderna, Pfizer y AstraZeneca— están desarrollando vacunas contra el coronavirus que podrían estar listas para su uso de emergencia este otoño.

Moderna inició el lunes un ensayo crucial conocido como "estudio de fase 3", que mostrará lo bien que funciona su vacuna, mientras que las otras compañías planean comenzar una investigación similar en cuestión de semanas. 

La vacuna no será una "solución mágica" para la pandemia

Pero incluso si tenemos éxito, estas primeras inyecciones no serán una "solución mágica" para la pandemia, resalta.

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La razón se reduce a cómo funcionan las vacunas, ya que cada una tiene diferentes niveles de eficacia. Las ideales proporcionan lo que los desarrolladores de vacunas conocen como "inmunidad esterilizante (evitar la infección)", pero la realidad es que muchas vacunas no cumplen con este requisito. En cambio, la mayoría de las inyecciones tienden a reducir las posibilidades de desarrollar los síntomas, pero no anulan la infección ni el contagio.

En el caso de esta pandemia, las primeras vacunas contra el coronavirus podrían terminar reduciendo la enfermedad pero no previniendo la infección. No sabremos qué nivel de eficacia tienen hasta después de los estudios de la fase 3, pero Bottazzi no espera que proporcionen inmunidad.

El estudio de fase final de Moderna, por ejemplo, tendrá como objetivo mostrar que su vacuna experimental es al menos un 60% efectiva en la prevención del COVID-19. El grado de efectividad de la vacuna en el estudio ayudará a proporcionar una guía a las personas sobre cómo deben actuar, una vez que reciban la vacuna, según ha explicado el CEO de Moderna, Stéphane Bancel, a BI.

Las primeras vacunas no serán necesariamente las más efectivas

"Si la vacuna Moderna tiene una eficacia del 90%, la mayoría de la gente podría estar a salvo sin mascarilla", cree Bancel, aunque las personas de mayor riesgo —como los ancianos— deberían seguir usando cualquier método de protección a su alcance. 

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No obstante, es difícil dar una orientación específica hasta que no haya datos de eficacia, que no llegarán hasta final de año, dependiendo de la rapidez con la que los investigadores puedan realizar el ensayo de Moderna.

"La realidad es que probablemente tendrá que haber diferentes generaciones de vacunas", señala Bottazzi. "No podemos asumir que tras las de Moderna o BioNTech se termine todo".

Bottazzi está trabajando en su propio proyecto de vacuna contra el coronavirus en Baylor, basándose en investigaciones previas sobre brotes de coronavirus como los de 2002-2003 y 2014.

A día de hoy, espera que las siguientes oleadas de vacunas —que tardarán más tiempo en desarrollarse y probarse— puedan ofrecer mayor seguridad y eficacia que esta "primera generación" de final de año. Pero, como muestra la historia del desarrollo de las vacunas, este trabajo suele tardar varios años, no meses, para funcionar correctamente.

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