3 razones por las que los coches eléctricos pronto serán mucho más baratos

Tom Carter
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Precio coches eléctricos

Lukas Schulze/Getty Images

  • Algunos fabricantes de automóviles están frenando la producción de vehículos eléctricos, alegando que son demasiado caros.
  • No les falta razón, ya que los conductores que quieren comprar este tipo de vehículos tienen que pagar un precio muy elevado. 
  • Pero las nuevas baterías, los métodos de producción y la mejora de las redes de recarga harán que los precios bajen.

Los coches eléctricos tienen un problema de precio.

No existen demasiadas opciones baratas: el precio medio de un coche eléctrico ronda los 35.000 euros y, de hecho, los 3 modelos eléctricos más vendidos en España en octubre (Tesla Model 3, Kia e-Niro y smart #1) se venden —sin ayudas— a partir de los 40.000 euros.

Los dirigentes del sector automovilístico apuntan a los elevados precios como una de las principales razones por las que la demanda de coches eléctricos se ha desplomado este año a nivel global.

Ford ha pospuesto una inversión de 12.000 millones de dólares y General Motors ha abandonado sus planes de fabricar 500.000 vehículos eléctricos para la primera mitad de 2024.

Todo esto, sin embargo, puede estar a punto de cambiar pronto. Las ventas de coches eléctricos van en aumento, y en Estados Unidos se espera que se vendan más de un millón de vehículos eléctricos este año, lo que supondría una cuota récord del 9% del mercado de turismos, según Atlas Public Policy.

Esa cuota sigue estando muy por detrás de la de otros países, donde los vehículos eléctricos alcanzarán el 33% de las ventas en China y el 35% en Alemania en los tres primeros meses de 2023, según datos de Bloomberg.

En España todavía hay mucho margen que recorrer: las matriculaciones de eléctricos en España se sitúa alrededor del 6,5%, lo que sitúa a nuestro país en el vagón de cola de la UE junto a Italia.

Tesla planea fabricar un coche de 25.000 euros el año que viene y Seat ya habla de coches eléctricos urbanos por 20.000 euros; los rápidos avances en la tecnología de los vehículos eléctricos pueden hacer que los precios caigan en picado.

Incluso Goldman Sachs cree que los coches eléctricos alcanzarán la paridad de precios con los de gasolina a mediados de esta década.

Estas son las tres razones por las que los coches eléctricos serán cada vez más asequibles.

1. Baterías más baratas

La parte más cara de cualquier vehículo eléctrico es, con diferencia, la batería, y el aumento de los precios de las baterías ha afectado duramente a los fabricantes de automóviles.

Sin embargo, la tendencia a largo plazo sigue siendo hacia unas baterías más baratas.

Puede que los precios hayan subido en 2022, pero el Departamento de Energía de Estados Unidos estima que el precio de una batería de iones de litio se redujo en un 89% entre 2008 y 2022, y Goldman Sachs dice que los precios de las baterías caerán otro 40% de aquí a 2025.

"La batería es el principal coste de los vehículos eléctricos y está sujeta al mismo tipo de curvas de precios tecnológicos que se observan en otras partes", explica a Business Insider David Browne, responsable en el Reino Unido del fabricante de vehículos eléctricos Smart.

Rivian

Getty/Patrick T. Fallon

A la vanguardia está el desarrollo de nuevos tipos de baterías para vehículos eléctricos, como las de iones de sodio, más sostenibles y rentables que las basadas en litio. Y las baterías de estado sólido, que son más ligeras y tienen más autonomía.

En octubre, Toyota anunció un gran avance en tecnología de estado sólido que, según sus cálculos, le permitirá reducir a la mitad el peso de sus baterías para finales de la década de 2020. Los fabricantes creen que quedan más avances por hacer.

"Sólo estamos arañando la superficie del desarrollo de baterías", afirma Browne.

"En el caso de los motores de combustión interna, se perseguía la más mínima mejora de la eficiencia porque se llevaba trabajando en ello más de cien años", explica.

"Pero la tecnología de las baterías avanza tan rápido y hay tantos avances interesantes que podemos hacer mucho para mejorar la eficiencia", añade.

2. Más puntos de recarga

Otro obstáculo en el camino hacia la adopción masiva de los vehículos eléctricos es la red de recarga, que sigue siendo irregular incluso en grandes ciudades como Los Ángeles. En España la red está creciendo a un ritmo del 10%, pero todavía tiene que crecer mucho para ponerse al nivel de otros países europeos y arreglar uno de sus grandes problemas: hay 25.180 puntos operativos, según los últimos datos, pero otros 8.500 puntos están fuera de servicio.

Matthias Preindl, profesor de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Columbia, explica a Business Insider que el aumento de las redes de recarga permitiría a los fabricantes poner menos empeño en las potentes baterías que aumentan la autonomía, con lo que sus vehículos serían más ligeros y baratos de producir, lo que a su vez se traduciría en precios más bajos para el consumidor.

Tesla, recarga de batería de coche eléctrico

Reuters

En Estados Unidos la red de Tesla se está expandiendo rápidamente y la empresa planea duplicar el número de cargadores que ofrece para 2024. También se está convirtiendo en el estándar del sector, ya que tanto Ford como GM han anunciado que sus vehículos eléctricos utilizarán los supercargadores de Tesla a partir de 2024, algo que la directora de Cox Automotive, Stephanie Valdez Streaty, cree que ayudará a impulsar la infraestructura de recarga de Estados Unidos.

"Desde el punto de vista de la adopción, un consumidor realmente quiere tener esa misma experiencia que tiene con un vehículo de combustión interna (ICE), donde nunca es una barrera", explica a BI.

"Creo que la clave en lo que respecta a la infraestructura de recarga va a ser la estandarización", sentencia.

3. Economías de escala

Uno de los principales quebraderos de cabeza de las empresas automovilísticas es que la mejor manera de reducir el coste de fabricación de los vehículos eléctricos es producir más.

"Hay que llegar a una cierta escala para empezar a ganar dinero con los coches eléctricos y para que los costes bajen", explica Valdez Streaty.

"Se empieza a ver más innovación y mayor eficiencia en el proceso de fabricación", afirma.

Se trata de un problema para los fabricantes de automóviles tradicionales, que cada vez reducen más los objetivos de producción de vehículos eléctricos ante la ralentización de la demanda.

La empresa de Elon Musk es pionera en un nuevo proceso llamado "gigacasting", que le permite producir grandes partes de la carrocería de un coche a través de metal fundido vertido en moldes de alta presión.

Otras empresas como Toyota se han lanzado a la adopción de métodos similares, que permiten a las plantas de fabricación producir coches más ligeros y baratos.

Línea de producción de Cupra en Martorell

Sin embargo, existe la preocupación de que el nuevo método podría hacer que sea más difícil reemplazar las piezas del coche, y Browne dice que mientras que las tácticas de Tesla son buenas para mantener los costes bajos, podrían conducir a un aumento de los costes de reparación.

"La contrapartida es que si tienes una gran mega fundición en el lateral del coche y alguien la daña, entonces tienes un problema con los costes de reparación", señala.

Además de las nuevas técnicas de producción, los principales fabricantes de automóviles siguen ampliando sus líneas de montaje de vehículos eléctricos, aunque no lo hagan con tanta rapidez, lo cual es una buena noticia para los precios de los vehículos eléctricos.

"Creo que uno de los retos a los que nos enfrentamos es que todavía estamos aumentando la producción de vehículos eléctricos. Por eso, a medida que aumente la producción, los precios irán bajando a largo plazo", afirma Preindl.

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