Desde el punto de vista económico y empresarial, la regulación es mucho más importante de lo que puede parecer en un primer momento. El marco legislativo de un territorio en particular sienta las bases de cómo se pueden hacer negocios en él. Echando mano de un símil deportivo, la legislación estipula las dimensiones que debe tener el terreno de juego y la forma en la que se gana el partido.

Se puede ver la importancia que puede llegar a tener la regulación en cuestiones sobre las que se está legislando ahora mismo. Por ejemplo, en el caso de la inteligencia artificial generativa, la Comisión Europea prepara el futuro Reglamento de la IA, una normativa que tiene el objetivo de delimitar los usos que van a poder hacer de esta tecnología tanto las empresas como los usuarios europeos. 

Durante el proceso de tramitación de la norma, compañías, colectivos y ciudadanos están presionando al regulador europeo para que el Reglamento de la IA no perjudique a sus propios intereses. 

Las asociaciones ciudadanas reclaman mayor severidad con el objetivo de que las empresas no puedan hacer uso de esta tecnología bajo determinadas circunstancias. Por su parte, las compañías privadas temen que una legislación muy estricta termine por ahogar la innovación y provoque que las inversiones de capital extranjero se dirijan a otros mercados (como el estadounidense).

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La importancia de la regulación también se puede ver en los grandes movimientos empresariales, como ha quedado reflejado con el caso de STC y Telefónica. Hace unas semanas, la CNMV aseguró que no encontraba irregularidades en la operación, pero todavía queda por ver cuál va a ser el veredicto del Gobierno, una decisión que podría sentar las bases de la forma en la que se invierte en España.

Al parecer, en el caso español existe cierto margen de mejora con respecto a la legislación. Al menos así lo estipula un nuevo informe sobre la regulación este país que ha sido elaborado por la asociación Multinacionales con España —en colaboración con la consultora EY— al que ha tenido acceso Business Insider España. 

Según apunta la asociación, a la que pertenece Axel Springer España —editora de Business Insider España—, el estudio analiza el papel que juega la legislación en relación al crecimiento económico, la inversión y la innovación de España, a través del vínculo con la inversión extranjera directa.

"Tanto la estabilidad política como la buena regulación son factores que impactan positivamente en las decisiones de localización de las inversiones extranjeras por su vinculación con el clima general de negocios", expresa Paloma Cabrera, presidenta de Multinacionales con España. 

"La buena regulación tiende a mejorar el incentivo a la actividad empresarial, a reducir los costes innecesarios y a minimizar los obstáculos a la adaptabilidad y la innovación, promoviendo una mayor actividad económica general", añade Cabrera.

El documento, que analiza la situación comparativa de España respecto a los principales territorios de su entorno, establece como elementos fundamentales a tener en cuenta a la hora de examinar el correcto funcionamiento de la legislación: la previsibilidad, la simplicidad, la minimización de las cargas administrativas, la participación ciudadana y la evaluación de impacto ex ante y ex post.

Este último punto, quizá el más complejo, hace referencia a la reflexión que la autoridad competente ha llevado a cabo antes de aprobar una disposición ("su necesidad, el problema que aborda, la interacción con el resto del ordenamiento jurídico y los impactos que provocará") y después de aprobarla ("observar, evaluar e informar sobre el acierto, a fin de mantenerla, modificarla o derogarla").

Teniendo en cuenta todas esas cuestiones, el informe publicado por Multinacionales con España ofrece una serie de propuestas que podrían implementarse desde el punto de vista legislativo con el objetivo de atraer más inversión internacional a España. Estas son las cinco medidas propuestas por la asociación:

1. Ampliar el ámbito temporal del plan normativo desde la anualidad actual hasta la legislatura, al mismo tiempo que reducir el número de normas aprobadas no incluidas en tal planificación.
2. Buscar la sencillez y la certidumbre del marco normativo para evitar que supongan un freno a la inversión, como derogar las normas obsoletas, promover una legislación similar en todo el territorio nacional y reducir el ritmo de producción normativa.
3. Minimizar las cargas administrativas impuestas. Una medida que exige una mejor organización y una mayor digitalización administrativa —desde Multinacionales con España reconocen que se trata de una medida que puede tener un coste moderado, pero que tendrá un impacto en la percepción general de los costes en España como receptor de inversiones y en la facilidad para hacer negocios—. 
4. El incremento de la participación ciudadana cuando así lo reclame el texto, tanto en las fases iniciales de los proyectos normativos, como en la ampliación de la duración del trámite de audiencia pública en las iniciativas de mayor calado y complejidad. 
5. Ejecutar las evaluaciones de impacto ex ante y ex post con mayor intensidad, de manera que la reflexión para la aprobación de un texto sea sosegada y se revise sistemáticamente con posterioridad.