7 consejos para ahorrar de verdad en el supermercado, según una ahorradora que sólo gasta 140 euros al mes en su cesta de la compra

Mareile Wiegmann es muy frugal con sus compras, incluso en el supermercado.
Mareile Wiegmann es muy frugal con sus compras, incluso en el supermercado.

Geldgarten/Mareile Wiegmann

  • Mareile Wiegmann es una persona muy ahorradora y tiene un presupuesto muy ajustado para comprar en el supermercado: de media, gasta entre 130 y 140 euros al mes.
  • El núcleo de la estrategia: cocinar uno mismo y precocinar mucho para ahorrar tiempo. Y comprar las marcas de la tienda más barata.
  • Su estrategia le sirve también para ver el ahorro como un reto personal y no como un sacrificio, así adopta una actitud positiva y activa.

La inflación ha hecho subir mucho los precios en los supermercados en el último año. En diciembre, la inflación de los alimentos estaba en el 15,7% frente al mismo mes del año pasado. 

Mareile Wiegmann se enfrenta a problemas similares en Bélgica, donde la inflación general alcanzó casi el 12,3% en octubre, y los precios al consumo ya son más altos que su país vecino Alemania y España. 

Aun así, Wiegmann sólo gasta entre 130 y 140 euros al mes en alimentos. 

A modo de comparación: la mayoría de los alemanes gastó una media de 402 euros el año pasado, e incluso el bono social prevé un presupuesto para alimentos de 155 euros al mes, según la Oficina Federal de Estadística de Alemania. El cheque para las familias del nuevo decreto anticrisis es de 200 euros.

 

Wiegmann, sin embargo, ahorra voluntariamente. Es frugal con sus compras y tiene sobre todo un objetivo: tener independencia financiera lo antes posible, idealmente a los 40 años. Por eso invierte lo que ahorra en la vida cotidiana, para poder vivir de ello más adelante. También cuenta su estrategia en su blog Geldgarten.

Pero a muchas personas les cuesta ahorrar de forma sistemática, sobre todo cuando se trata de gastos necesarios como la comida, que también están fuertemente asociados al disfrute y el sacrificio. Por eso hemos preguntado a Wiegmann cuáles son sus mejores consejos y hábitos a la hora de comprar en el supermercado, que también puedes aplicar tú mismo.

1. Precocinar y congelar

El primer gran consejo de Wiegmann es: cocina para ti mismo. A la larga, esto siempre resulta más barato que comprar comida sobre la marcha. 

"Incluso durante mi doctorado, dados los bajos precios de los comedores, siempre me merecía la pena llevarme la comida de casa y calentarla allí en el microondas", dice Wiegmann.

Al mismo tiempo, la precocción lleva mucho tiempo, por eso siempre cocina varias raciones a la vez. "Cuando cocino pasta a la cazuela, hago 5 tandas y congelo algunas. Así no sólo ahorro dinero, sino también tiempo, porque hay días en que sólo tengo que sacarla del congelador", dice Wiegmann. 

 

Hasta hace poco, tenía un mini congelador adicional sólo para esto, que ahora ha desconectado debido a la subida de los precios de la energía. A 9 euros al mes, le ha salido demasiado caro y, al final, le basta con el espacio congelador de su frigorífico.

Desventaja: debido a que cocina grandes cantidades, a menudo come lo mismo durante varios días seguidos. "Tengo una selección en el congelador, pero la comida sabe mejor fresca que descongelada", dice Wiegmann. Pero eso no es un obstáculo para ella. 

"Te acostumbras. Creo que es un problema de lujo querer comer algo diferente cada día".

2. Ir sólo a la tienda más barata

Si uno piensa en hacer la compra en el supermercado cuando está ahorrando, probablemente tenga en mente folletos, aplicaciones y cupones de descuento. Wiegmann adopta un enfoque diferente: "Sólo compro en tiendas de descuento, sobre todo Lidl. Conozco bien los productos. Y mientras me ciña a las marcas de la casa, sé que estoy comprando lo más barato posible, más o menos".

El hecho de que no compruebe las ofertas con antelación es simplemente una cuestión de tiempo. "Hay que sopesarlo", dice Wiegmann. Por supuesto, en principio podría mirar los folletos y luego ir a Aldi a por algunos productos, por ejemplo, y ahorrarse así otros 10 o 20 euros al mes, dice. "Pero prefiero ir a Lidl cada 2 semanas y comprar al precio básico".

Para ello, tiene que ser flexible in situ: "Veo qué 3 o 6 tipos de verduras están en oferta", dice Wiegmann. "Y si me gustan, también las compro". Suelen ser el primer punto de referencia de su menú, ya que normalmente no va a la tienda con ideas fijas de recetas en la cabeza. "Disfruto improvisando".

3. Fijarte en los precios por kilo

Wiegmann también se fija en los precios por kilo, y en cuánto ahorra con los paquetes grandes en comparación con los pequeños. "Suelo hacer mucha provisión", dice. "Por ejemplo, siempre el paquete triple de atún, porque es más barato que las latas individuales". También suele utilizar el envase XXL para otros productos de larga duración, como las nueces.

Otra razón para leer la letra pequeña de las etiquetas de precios: como consecuencia de la inflación, el precio por envase se ha mantenido en algunos productos, pero el propio envase se ha hecho más pequeño. Esto le pasó, por ejemplo, con una pasta de untar y una lata de bebida.

4. Comer poca carne y mucha verdura de temporada

Wiegmann no es vegetariana ni vegana, pero por razones de costes come carne "en una medida muy limitada". "Por supuesto, también ahorro dinero si cocino sobre todo vegetariano", dice. En una semana normal, sólo una o 2 comidas contienen carne.

En cambio, presta más atención a las verduras de temporada. Al igual que con las ofertas, tampoco lo hace meticulosamente, pero intuitivamente suele coger verduras de temporada igualmente porque son más baratas.

5. Comprar a granel

Al igual que con los paquetes XXL, Wiegmann planifica sobre todo las compras XL. No se limita a hacer la compra de una semana, sino que la estira todo lo que puede, si es posible: "Suelo hacer la compra en una semana y media o 2", dice. "Hacia el final tengo que estirar un poco, ya no hay tantas verduras frescas".

La planificación también ayuda en este caso: al principio se consumen los alimentos perecederos, como la lechuga, y hacia el final del periodo, los más duraderos, como la calabaza o el calabacín. Y luego está la ambición. "Al final, me reto a mí misma a aguantar unos días más. Luego intento improvisar un poco con los ingredientes secos y más duraderos que tengo en casa".

6. Tener la mentalidad adecuada: el ahorro como reto

Wiegmann también se enfrenta a veces a las tentaciones del supermercado. Por ejemplo, cuando pasa por delante del filete de ternera. "Entonces tengo realmente la sensación de no poder comprar libremente, sino de limitarme".

El hecho de que pueda afrontarlo con éxito se debe también a su actitud de base, que ve el ahorro como un reto. Como una meta por la que no deja de esforzarse. 

 

"Eso hace que no caigas en una actitud negativa porque sientas que tienes que limitarte. Más bien, estás en una actitud muy activa y preguntándote cómo puedes comer bien por menos dinero el mes que viene", dice. "Y eso es definitivamente más divertido".

Pero también reconoce que ella no tiene que preocuparse en absoluto por llevarse bien con su dinero, sino que lo hace voluntariamente. Así, no depende de un límite fijo y, por tanto, es libre de ver el ahorro como un reto.

7. Añadir recompensas: dulces y tartas

Encuentra también un momento para divertirte, aunque no precisamente cuando te entran muchas ganas. Wiegmann tiene un presupuesto de 35 a 40 euros para todo lo relacionado con comer y beber fuera de casa: servicios de entrega a domicilio, restaurantes, bares o pubs o café para llevar.

Pero también encuentra formas de canalizar sus ansias de dulces y pasteles. 

"Me gusta comer dulces, sobre todo tartas", dice. "Cuando paso por delante de una pastelería y veo en el expositor esas tartas tan deliciosas, me gustaría llevármelas, pero no puedo con los precios". 

Su mantra: las cosas deliciosas llegan a tu vida, pero no cuando tú quieres, sino si te salen baratas. En otras palabras, de vez en cuando compra una tarta de fresas entera directamente en la tienda de descuentos. Cuesta 7,50 euros, casi lo mismo que 2 trozos en la pastelería. Y además puedes compartirla con otras personas.

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