13 aberraciones que cometes al comprar en el supermercado en tiempos de inflación
- Los precios siguen en máximos históricos. Poner a prueba todo lo que sabes para ahorrar dinero ahora es más importante que nunca.
- Empieza por cuidar estas 13 aberraciones que haces cuando vas al supermercado en tiempos de inflación.
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La inflación sigue por encima del 10% aunque ha tocado techo en agosto. Pero el indicador subyacente continúa una escalada imparable y la cesta de la compra está a niveles de hace casi 30 años.
Aunque algunos productos han resistido a la escalada de los precios y hacen que se note menos la pérdida de poder adquisitivo, hasta comprar marcas blancas sale cada vez más caro. Algunos supermercados han llegado a subir hasta un 11% sus precios.
Protegerse contra la inflación se vuelve una prioridad para todas las familias, más para las que este mes tienen que hacer frente a la cuesta de septiembre: la vuelta al cole.
Las compras en el supermercado serán uno de los grandes retos de ahorro, en los que tendrán que aprender a administrar bien sus finanzas para aprovechar los descuentos sin que les hagan pagar más o planificar mejor las compras para no desperdiciar productos (y perder dinero).
Estas son 13 de las aberraciones que tienen que evitar a toda costa comprando en el supermercado con los precios en máximos.
1. Hacer compras grandes
Hacer compras una vez al mes puede parecerte una de las mejores formas de ahorro, porque haces un único gasto más ajustado a tu presupuesto. Pero, lo cierto es que, con una compra tan grande y tan difícil de planificar, seguramente acabes tirando comida y dinero.
Lo mejor es ir cada semana o cada dos si puedes planificarte las comidas. De esta forma, irás comprando realmente lo que necesitas y evitarás el desperdicio de comida.
2. No tener una lista con los productos que necesitas
Ir al supermercado sin una lista de la compra es una de las peores aberraciones que puedes cometer (más si la inflación está disparada, porque los caprichos te costarán el doble). La lista de la compra te ayudará a planificar mejor el menú de cada semana, a respetar tu presupuesto y a evitar llevarte cosas que no necesitas.
Aquellos que no se acostumbran a pensar en lo que necesitan para esa semana, prueban a hacer listas de "no comprar" o a preparar listas a la inversa.
3. Dejarte llevar por las promociones 3x2 o la segunda unidad a mitad de precio
Sí, en tiempos de inflación es importante ahorrar cualquier céntimo en lo que compras habitualmente. Pero cada semana no vas a tener que renovar los productos de la limpieza, las latas de conservas y otras selecciones de belleza.
Aprovecha entonces sólo las promociones o los descuentos que realmente te son útiles en ese momento. Por ejemplo, los puntos acumulados en tu tarjeta de socio (sin que eso te lleve a comprar más) y ofertas para lotes de comidas o los productos que consumirás ese mismo mes. ¿Qué pasa si luego sale una promoción aún mejor y ya tienes un arsenal de esos productos en casa?
4. Ir siempre al mismo supermercado
Aunque tengas una tarjeta de descuentos, no siempre te conviene ir al mismo supermercado. Unos son más ideales que otros para determinados productos, como los frescos o las marcas blancas.
Identificar cuál es cuál te llevará algo de tiempo, pero el proceso luego merecerá mucho la pena. En Business Insider España ya habíamos contado cómo mucha gente se organiza para comprar en diferentes supermercados.
5. Comprar productos que traen muestras gratuitas
Las estanterías con chucherías en la caja registradora, las promociones que hacen que te lleves más productos de los que pensabas y las muestras gratuitas son trampas en las que es muy fácil caer.
Esto sucede, sobre todo, en el departamento de belleza. La marca promociona un pequeño frasco de su nueva línea de productos con uno de los más vendidos. Si este último es un producto que ya utilizas, es muy probable que decidas llevártelo en la compra actual (aunque no lo necesites) sólo porque trae una muestra gratis.
No lo hagas, no caigas en la trampa.
6. Entretenerte con los cambios de escaparate
Un día llegas al supermercado y la leche, que siempre está al fondo del establecimiento, ha cambiado de sitio. En ese momento, estás totalmente perdido. No encuentras lo que venías a buscar y empiezas a descubrir muchos productos que antes no estaban entre tus prioridades.
Los supermercados saben que eso va a pasar y por eso reorganizan sus escaparates cada cierto tiempo.
7. Ignorar las marcas blancas
Hacendado es el mejor ejemplo de marca blanca en España. No tiene por qué ser la mejor opción para cualquier tipo de producto, pero sí una referencia que podría hacerte ahorrar mucho tiempo en la elección. Todos los supermercados tienen marcas blancas en sus estanterías y, aunque sea en tiempos de inflación, te convendría probar otros productos más allá del número uno en ventas.
Aunque en la mayoría de los casos te convendrá optar por la versión más barata, hay cosas en las que no deberías escatimar: 15 de alimentos de marca blanca que deberías dejar de comprar.
8. No saber qué productos son de temporada
Los productos que son de temporada son más baratos que los que se han tenido que cosechar en condiciones artificiales o traer de otros países para que los puedas tener en tu nevera.
La fruta y la verdura se benefician mucho de esta condición, e incluso te podría ayudar a preparar el menú de la semana y probar nuevas recetas.
9. Comprar el primer producto que ves
Uno de los trucos que utilizan los supermercados y las tiendas es el de situar los productos que le interesan vender a la altura de los ojos del cliente. De esta forma, este producto se convierte en su primera opción.
Puede que sea justo lo que estás buscando, pero también podría distraerte de una buena oferta, un producto alternativo o una marca blanca.
10. Creer que un producto es barato porque está al lado de otro más caro
Los productos que acompañan a otros más caros seguramente corran mejor suerte y acaben en la cesta de tu compra. Al ponerlo al lado de otro que tiene un precio más elevado crees que ese es más barato y que "merece la pena".
En estos casos, piensa siempre si realmente lo necesitas. Por muy barato que sea, si te supone un gasto que no contemplabas y no te hace falta, no lo compres.
11. Ir a comprar cuando tienes hambre
Tener hambre cuando vas a comprar puede realmente pasarte factura.
Sentirás más impulsos por las comidas poco saludables, rápidas y deliciosas, que no entrarían en tu lista de la compra si no tuvieses ganas de comer. Aunque siempre puedes querer darte algún capricho, lo ideal es ir a hacer la compra con el estómago lleno.
12. Dejarte llevar por los descuentos en las próximas compras
Muchos supermercados que tienen tarjeta de socio, aplicación o descuentos por compras acumuladas te incitan a llevarte más en la compra actual por ahorrarte más en la siguiente. Y así sucesivamente. Hasta que te das cuenta de que estás gastando más de lo necesario.
En tiempos de inflación o si estás cuidando metódicamente tu ahorro, no deberías dejarte llevar por la presión de comprar más ahora para ahorrar más tarde. Ten un presupuesto, una lista de la compra realista e intenta comprometerte con ambas cosas. Tu yo del futuro lo agradecerá.
13. Tener activadas las notificaciones de las tiendas en el móvil
Como las redes sociales, los supermercados y las tiendas de belleza o moda te echan de menos. De vez en cuando te recordarán que llevas mucho sin comprar con una notificación en tu móvil, un descuento o un anuncio de la nueva temporada.
Si no estabas pensando en comprar nada en ese tiempo, ya te empiezan a crear la necesidad. Puede que seas de los que borran las notificaciones sin ni siquiera leerlas, pero como te haya llamado la atención, estás unos días pensándolo hasta que terminas cayendo en la tentación.
Lo mismo sucede con las suscripciones a las newsletters de las tiendas o los mensajes de texto con códigos de descuentos por tiempo limitado.
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