7 estrategias que te ayudarán a recordar casi todo lo que lees

Al igual que puede pasar con las películas, es posible que después de leer un libro termines olvidando la mayor parte, incluso si has disfrutado mucho de la obra. No importa el género, a veces quieres hablarle a otra persona de esa lectura y es cuando te das cuenta de que apenas recuerdas algo.

Puede que te sientas muy frustrado, especialmente si has invertido mucho tiempo en leerlo o si no ha sido uno de los libros más baratos con los que te has hecho. Quizás te hayas preguntado en esas ocasiones si tienes un problema de memoria, pero probablemente la respuesta sea no; lo que está mal es tu forma de leer esos libros.

En el momento que entiendes cómo funciona la memoria, todo cambia, hasta el punto de poder recordar casi todo lo que lees. Vincent Carlos, que se considera un ávido lector, ha compartido varias estrategias para dejar de olvidar lo que lees. Adoptando estas técnicas podrás recordar hasta el 80%.

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Presta atención a lo que lees

Sin duda, este primero es el consejo más sencillo, pero también el que más cuesta adoptar. No esperes acordarte de aquello que has leído si no le prestas la atención suficiente. Aunque por desgracia a veces la falta de concentración se debe a factores externos.

Intenta alejar cualquier objeto que pueda distraerte de la lectura, no te pongas música con letra, no mires el móvil cada dos minutos, y comprométete a leer un número determinado de páginas sin parar. Si es una obra de narrativa, imagina lo que ocurre en tu cabeza, o piensa en cómo puedes aplicar lo que estás leyendo si se trata de un texto divulgativo.

Imagina que estás viendo una película

Como se ha mencionado en el punto anterior, además de prestar atención, una manera de retener lo que uno está leyendo es imaginárselo. Es mucho más sencillo cuando se trata de una obra cuya trama narrativa sigue a unos personajes.

Las imágenes visuales son mucho más fáciles de recordar. El cerebro puede interpretar como abstractas las palabras, pero si visualizas lo que estás leyendo como si fuera un recuerdo real, habrá menos probabilidades de que lo olvides con el tiempo.

Escribe a mano las ideas más interesantes

Los seres humanos son terribles para retener información. Con mucha facilidad terminan olvidando las cosas sobre las que leen. Sin embargo, cuando se escriben sobre papel, es mucho más fácil retenerlas. Eso es lo que hacía Beethoven cuando componía su música, según Peter Drucker, fundador de la gestión empresarial moderna.

El motivo por el que retienes más información al escribir está relacionado con el hecho de que no apuntas las palabras exactas que has leído. De alguna manera sintetizas la información más importante.

Interactúa con el libro

La lectura es un proceso activo. Esto quiere decir que, si no interactúas completamente con el material, olvidarás la mayor parte de lo que lees. ¿Y cómo se aprende a ser un lector activo? Pues hay diferentes formas de producir el cambio.

Subraya los fragmentos que te resulten importantes. Agrega también algún símbolo para frases clave, cosas que deseas investigar más o cosas que no has comprendido bien. Puedes escribir también en los márgenes de las páginas algún pensamiento que tengas. Si no quieres pintar directamente en el libro siempre puedes recurrir a notas adhesivas.

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Aplica lo que has leído

Quizás si estás leyendo sobre dragones, no puedas aplicar ciertas cosas a tu vida, pero con otro tipo de libros puedes aprender a dar mayor sentido a tu vida. Todo lo que hayas apuntado, o señalado, es hora de que lo apliques.

Para las personas es más fácil retener todo aquello por lo que has vivido. Si por ejemplo lees un libro sobre salud, pero no cambias tu forma de comer, o no empiezas a hacer ejercicio como indica, no recordarás nada de lo leído.

Muéstrale a otra persona lo que has aprendido

¿Sabes una manera muy efectiva de retener la información que has leído? Contársela a otra persona. Así de sencillo. Pasa algo similar a cuando escribes tus propias notas. A la hora de hablar con otra persona sobre lo que has leído utilizas tus propias palabras en lugar de emplear las del autor.

Ese proceso hace que tu cerebro consiga comprender, asimilar y retener mejor la información obtenida. Así que la próxima vez que leas algo interesante, no dudes en compartirlo con otra persona, aunque sea durante un par de minutos.

Revisa, revisa y revisa

Hay personas que son capaces de retener casi toda la información de un libro. Pero la mayoría de los mortales termina olvidando lo que ha leído dentro de las primeras 24 horas. Eso es lo que establece la conocida como curva del olvido.

Claro que puedes evitar esta tendencia repasando la información que acabas de aprender. Por eso las otras estrategias hacen hincapié en señalar la información de importancia. De esta manera podrás revisar los fragmentos que necesites recordar mejor.