Alimentos ricos en cobre, un mineral crucial para tu cerebro, corazón o sistema nervioso

Alimentos ricos en cobre

Getty Images

Además de los principales macronutrientes como las grasas, las proteínas y los hidratos de carbono, tu cuerpo necesita cobre para mantenerse sano. Este mineral es clave para aumentar los niveles de energía, mantener sanos los tejidos conectivos y los vasos sanguíneos o producir melanina. 

Entre las funciones del cobre destaca el desarrollo del cerebro, la activación de los genes, el cuidado de las defensas o el mantenimiento del sistema nervioso. En estrecha colaboración con el hierro, produce glóbulos rojos, también reduce el riesgo de enfermedades del corazón y aumentar el recuento de glóbulos blancos, lo que ayuda a prevenir infecciones.

Por otro lado, este mineral te ayuda a cuidar los huesos, incrementando la densidad mineral ósea, ayudando a producir colágeno y evitando la osteoporosis. Al combatir la inflamación, merma el peligro de padecer futuras enfermedades crónicas. 

Dieta Okinawa: alimentos que debes comer y claves de la dieta que siguen en la isla japonesa con la esperanza de vida más alta del mundo

¿Cuánto cobre necesitas al día? Desde los National Institutes of Health recogen las cantidades del nutriente según la etapa de la vida en la que te encuentres: durante el primer año de vida se requieren 200 mcg diarios, que suben a los 340 hasta los 3 años, a 440 de los 4 a los 8 años y a 700 hasta los 13 años. 

Los adolescentes de 14 a 18 años precisan ingerir 890 mcg al día y los adultos mayores de edad deberán ingerir 900 mcg. El grupo de población que más cantidad diaria de cobre necesita es el de las mujeres embarazas, que requiere unos 1.000 mcg y el de las que están en período de lactancia, 1.300 mcg. 

¿Qué pasa cuando hay una deficiencia de cobre?

La falta de cobre en el cuerpo humano puede provocar diversos problemas de salud, entre los que destacan la anemia, enfermedades cardíacas y de circulación y anomalías óseas, además de fracturas y osteoporosis. 

También pueden producirse alteraciones y complicaciones del sistema nervioso, sistema inmunológico, pulmones, tiroides, páncreas y riñones. 

La temperatura corporal baja, el recuento bajo de glóbulos blancos, los latidos cardíacos irregulares y pérdida de pigmento de la piel pueden ser otras consecuencias de la deficiencia de cobre.

Preocúpate de consumir cobre si no quieres que aumente tu peligro de tener problemas cardiovasculares, según este estudio publicado en la revista American Journal of Physiology.

Alimentos ricos en cobre

atún

El cobre no es un mineral difícil de encontrar, sino que hay múltiples fuentes tanto de origen animal o vegetal donde hallar de forma diversificada la cantidad diaria que necesitas. 

La manera más saludable de obtener cobre es a través de la dieta habitual, y no de los suplementos. Podrás encontrarlo en todos estos ingredientes.

  • Moluscos y mariscos, como las ostras o la langosta
  • Pescados como salmón, sardinas, abadejo o atún
  • Carne de res, cerdo, pavo y pollo
  • Hongos, como las setas shiitake
  • Cereales integrales
  • Alga espirulina
  • Legumbres
  • Huevos
  • Especias como eneldo, curry, chile, mostaza, comino, azafrán, menta o cilantro
  • Tofu
  • Nueces y semillas, como almendras, anacardos y semillas de sésamo
  • Frutas como plátano, limón, mora, albaricoque, piña o guayaba
  • Patatas
  • Vísceras animales, incluidos riñones e hígados
  • Verduras de hojas verdes oscuras, como la col rizada, las acelgas y las espinacas
  • Chocolate negro

Aunque el exceso de cobre no es en absoluto frecuente, puede afectar a hígado, cerebro, riñones o huesos. 

También existe una condición de origen genético llamada enfermedad de Wilson, por la cual el organismo no es capaz de metabolizar el mineral.

Cuando esto sucede, el cobre se acumula en los tejidos, degenerándolos y ocasionando problemas neurológicos, renales y óseos, entre los que se incluyen la cirrosis o la hepatitis. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.