Aloña Auzmendi, la española que lidera la transición a la factoría del futuro en una compañía que fabrica piezas para la mayoría de marcas de coches y factura 8.000 millones

Aloña Auzmendi, 'advanced engineering manager' en Gestamp.
Aloña Auzmendi, 'advanced engineering manager' en Gestamp.

Gestamp

  • Ante la incertidumbre en la industria automovilística sobre los tiempos necesarios para el cambio de los coches de combustión a los eléctricos y compartidos, Gestamp está trabajando en la creación de una industria flexible que se adapte a esta realidad.
  • Esta Smart Factory o industria 4.0 consiste en la combinación de diferentes tecnologías que se introducen en las fábricas, haciendo una especie de casa inteligente. En este proceso, la flexibilidad es primordial.

Aloña Auzmendi es la encargada de la automatización de fábricas y factorías inteligentes de Gestamp desde 2016. Un concepto con cierto parecido a las casas inteligentes pero aplicado a la industria. "Para mí es un proyecto apasionante. Ser parte y estar liderando esta parte de la transformación incrementando tecnologías novedosas y de innovación es un lujo", explica en una entrevista con Business Insider España.

Aloña Auzmendi trabaja en Gestamp en 2003. La compañía se encarga de fabricar piezas de coches de diferentes marcas. Es decir, son proveedores y suministran a los clientes los productos que necesitan de cualquiera de sus 3 áreas de negocio: carrocería, chasis y mecanismos. 

Por ejemplo, fabrican la carrocería del coche, incluyendo puertas y capó. "Esto tiene 2 procesos diferentes: la elaboración de los componentes, y el ensamblado, que es coger estos componentes y unirlos", explica la advanced engineering manager de Gestamp. Estos productos cuentan con un diseño innovador para producir vehículos más seguros y ligeros, que ofrecen un menor consumo de energía y un menor impacto ambiental. 

Gestamp está presente en 24 países y cuenta con más de 100 plantas de producción, 13 centros de I+D y cerca de 40.000 empleados. En 2021, facturó 8.093 millones de euros.

El gran desafío de la compañía, con Auzmendi a la cabeza, es la construcción de la Smart Factory o industria 4.0. Pero, ¿en qué consiste esta industria?

"Es un concepto que aglutina diferentes tecnologías punteras relacionadas con el software, que todas  juntas posibilitan la transformación de la industria para mejorar la competitividad", explica.

Estas tecnologías están relacionadas con la conectividad de todos los medios productivos: "Hasta hace poco, no se hablaba de ellas y son palanca para la aproximación industrial que necesitamos".

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Las fábricas no son inteligentes per se, sino que, con este sistema de producción, se van volviendo más inteligentes. "Es como una casa. La casa inteligente lo es porque tiene tecnología dentro que la hace inteligente y está integrada en la casa", ejemplifican desde Gestamp.

Según explica la advanced engineering manager de Gestamp, en España todas las fábricas se están adaptando a estas nuevas tecnologías. Además, la Smart Factory siempre estará en continua evolución y nunca se acabará.

"Adicionalmente, hay un concepto de fábrica flexible, que sería ya cambiar también la forma de producir piezas. Cambiar el concepto de fábrica modificando las instalaciones. Las tecnologías de industria 4.0 nos permiten transformar la industria. Este concepto lo vamos a tener en 2025", explica.

¿Qué significa que una fábrica sea flexible?

"Es una nueva forma de fabricar las piezas. En el proceso de ensamblado, hasta ahora, cuando nosotros recibimos un producto de un cliente, por ejemplo nos dice 'quiero fabricar X unidades de esta puerta en los siguientes 6 años'. Entonces nosotros diseñamos una instalación para hacer ese producto y ese volumen, es decir, instalamos la capacidad desde el inicio", explica Aloña Auzmendi.

Un proceso que era necesario cambiar ante el avance tecnológico y la incertidumbre del mercado, ya que "hacer previsiones les resulta casi imposible". Para reducir este riesgo, el plan es que en una misma fábrica se puedan producir diversos productos. 

"Para dar respuesta también a la flexibilidad que nos exige el mercado, hemos empezado a hacer instalaciones genéricas. Es decir, es un concepto de instalaciones modulares, donde podemos hacer cualquier tipo de producto. De esta manera, tendríamos instalaciones en las que podríamos hacer diferentes productos o incluso los mismos productos de diferentes modelos de coche", explica la ingeniera de Gestamp.

Estas instalaciones modulares son robots autónomos. "En cada unidad productiva se producen X partes. En función del producto que queramos procesar, podemos necesitar solo una instalación o más. Estos robots autónomos —llamados AGV— son los que unen las diferentes islas llevando los medios necesarios en una isla a otra", señala. 

 

Además, Aloña Auzmendi destaca que también podrán producir diferentes productos para diferentes clientes, "siempre que compartan la misma tecnología". Esta nueva fábrica flexible también reduce gastos y plazos. 

"En el método convencional, para cada producto tenemos que hacer un diseño nuevo. Ahora, el diseño de las instalaciones estaría hecho y lo que tendríamos es que adaptar este producto a nuestras instalaciones", matiza Auzmendi. Con esto, esperan poder reducir en torno al 30% el plazo de lanzamiento

La ventaja de la flexibilidad es que, si esa pieza sufre modificaciones —algo habitual durante los primeros años—, "no tendríamos que hacer modificaciones en las instalaciones, solo en los utillajes".

Por el momento, prevén alcanzar entre 8 y 40 instalaciones modulares, aunque es escalable. 

La industria 4.0, clave para el futuro de la automoción

Para Auzmendi, esta industria 4.0 va a ser clave para la transformación de la industria automovilística, cuyo futuro va a estar marcado por la movilidad eléctrica, autónoma y compartida.  "La industria 4.0 es facilitadora en este cambio, ya que ayuda a dominar y controlar el cambio. Tener flexibilidad es clave en esa transición".

Además de los coches eléctricos, hay otros modelos de vehículos que están por venir, como los híbridos, híbridos enchufables, los conectados o los autónomos. Todos ellos tienen algo en común, además de ser el futuro: son vehículos más pesados.

"Los coches, a medida que van tendiendo hacia la electrificación, son más pesados porque sus baterías pesan mucho. En Gestamp intentamos que nuestros productos sean lo más ligeros y seguros posibles. Si pesa menos, ese vehículo gastará menos baterías y, por lo tanto, será más eficiente", afirman desde la compañía a Business Insider España.

Uno de los principales problemas que está atravesando la industria automovilística es la escasez de semiconductores. Aunque con este nuevo modelo de fábricas Gestamp no podría solucionarlo, sí podría reducirlo dentro de la compañía. 

"Ahora mismo hay clientes que deciden fabricar un modelo más que otro. Con este modelo nos permitiría ayudarles en esa fabricación de productos", explica Aloña Auzmendi.

Otro punto importante es la sostenibilidad, ya que "las tecnologías de la fábrica 4.0 activan la economía circular". 

Gestamp ya trabaja en el futuro de la movilidad pero, ¿cómo ve Aloña Auzmendi ese futuro

"Será sostenible, autónomo y seguro. Todos los vehículos estarán conectados y los conectados serán de conducción autónoma para reducir los accidentes. La fabricación de los vehículos se hará en un entorno de tecnología y software. La movilidad urbana y de corta distancia funcionará como servicio y en esos entornos se prescindirá del coche", anticipa. 

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