Dentro de uno de los mayores monstruos logísticos de Amazon en España

Miles de trabajadores, robots autónomos y una sinfonía de cientos de paquetes pululando a toda velocidad

Amazon almacén

Hay un mundo oculto tras los paquetes que llegan a nuestras puertas de casa cada día. 40 kilómetros separan el MAD7 del centro de Madrid. 40 kilómetros que recorren cada día camiones y camiones con la sonrisa de Amazon en sus costados, transportando miles de cajas de cartón en sus entrañas. 

El MAD7 es una gigantesca nave de 180.000 metros cuadrados color gris impoluto. Aguarda imponente en la mitad de la llanura castellana en la ciudad de Illescas, provincia de Toledo. Este almacén fue construido en 2021 y es uno de los más robotizados de la compañía tecnológica en España, junto con el del Prat de Llobregat en Barcelona. En este coloso, por cada 2 trabajadores hay un robot. 

La calma del exterior en este polígono industrial de Illescas rompe con el ritmo del interior del MAD7. Este monstruo logístico es el templo de la productividad y el culto a la eficiencia. Hay estanterías que se mueven solas y una vigilancia milimétrica de cada esquina. El sonido de la maquinaria y los miles de cajas que recorren kilómetros y kilómetros sobre cintas transportadoras a toda velocidad son la sinfonía que suena de fondo mientras robots y humanos trabajan con un objetivo: entregar cada vez más, y hacerlo cada vez más rápido.

Sin embargo, todo aquí va a una velocidad constante pero no acelerada. La temperatura es incluso agradable —hay operarios en pantalón corto— y el almacén brilla con un orden perfecto. Hoy es viernes a media mañana, lejos de la temporada alta, y el MAD7 funciona tranquilo. De media, en esta época del año este almacén bulle entre el 65% y el 70% de su capacidad real. 

En épocas de máxima actividad, como el Prime Day, el Black Friday o la campaña de Navidad, de este almacén pueden salir más de 550.000 productos en un solo día. Durante esas fechas, Amazon recurre a actividades de team building para rebajar la tensión entre sus empleados porque son momentos de muchísimo estrés, según confiesa un trabajador de la planta.

Para que cada vez que un cliente pida desde la comodidad de su casa prácticamente cualquier cosa y lo tenga en menos de 24 horas, 1.500 personas y 3.000 robots trabajan de lunes a domingo en turnos de mañana, tarde y noche las 24 horas del día con la precisión de un reloj. 

Así es el MAD7 de Amazon. El lugar donde empieza todo.

Nada más llegar, un sinfín de carreteras y caminos se entrelazan en avenidas y un gran parking. Al fondo, aguarda el almacén

Amazon

La entrada al MAD7 parece la terminal de un aeropuerto con carreteras amplias de varios carriles, y carteles que muestran infinidad de direcciones. El nombre de este almacén se debe a la cercanía con el aeropuerto de Barajas (Madrid). Yo he venido un viernes por la mañana de abril, y la sensación es de calma. A primera hora del día, esto es un festival de camiones mercancías entrando y saliendo.

De este almacén salen los productos a otros puntos intermedios más cerca del centro de Madrid, que luego pasan a un almacén final destinado a la última milla, donde los repartidores y las características furgonetas azul oscuro de la empresa recogen la mercancía y la distribuyen puerta a puerta. 

Antes de entrar en el MAD7, no podía faltar un locker de Amazon. 

"Bienvenido a Amazon"

Amazon

Una vez dentro del MAD7, hay que pasar un exhaustivo control de seguridad. Un sistema de CCTV registra cada movimiento. En la primera puerta, un mensaje advierte a los empleados: "Nunca fiches por otra persona". 

El personal de seguridad revisa mochilas y se asegura de que nadie se lleva ninguno de los miles de productos que dentro del almacén están al alcance de la mano. Está prohibido entrar con cámaras, mecheros, armas o alcohol. 

"Esto parece un aeropuerto", comenta una empleada en la entrada mientras se despoja de todo lo que lleva en sus bolsillos y pasa por un arco de seguridad. 

Este almacén está especializado en mercancía poco pesada: la media por paquete son 3 kg. Productos como frigoríficos o muebles de gran tamaño se gestionan desde otros almacenes de Amazon, que en España cuenta con una red de 35 centros de operaciones entre almacenes logísticos y centros de distribución, según desglosa la empresa.

En un día soleado, este centro es autosuficiente con la energía que producen las placas fotovoltaicas que tiene instaladas en el techo.

Amazon

Nada más pasar el control de seguridad, hay un equipo del departamento de Recursos Humanos de cara a la entrada y varias pantallas están dispuestas en lo alto con mensajes que recuerdan a los trabajadores cuestiones que van desde cómo registrar una baja por enfermedad, los permisos de maternidad y paternidad que tienen disponibles o avisos como el siguiente: "No olvides registrar tu dispositivo móvil o smartwatch. A partir del 21 de noviembre acceder al centro con dispositivos no registrados será susceptible de sanción".

Dentro del almacén no hay cobertura y debes conectarte a la red wifi de Amazon. En esta parte, hay dibujos de monigotes infantiles en las paredes combinados con colores naranjas, morados o verdes. Una bandera arcoíris recorre el techo. 

Otro gran panel de la entrada al que no me dejan hacer fotos sirve como foro interno entre asociados —este es uno de los muchos términos en la jerga amazonian para referirse a los trabajadores— y RRHH para que los operarios compartan alguna queja o sugerencia relacionada con la seguridad. 

En otra pantalla está la denominada "voz del asociado", donde los empleados pueden poner cualquier reclamación, incluso de manera anónima. 

Andy Jassy

En el MAD7 impera la cultura hiperamericana de Amazon y se realizan actividades de team building para descargar tensiones

Amazon

Amazon es famosa por su cultura corporativa hiperamericana en donde la división entre el trabajo y la vida es difusa y ambas se retroalimentan. Forman "un círculo", como aseguró el propio Jeff Bezos, fundador de Amazon, en una entrevista con Business Insider cuando todavía era el CEO de la empresa.

"La realidad es que si soy feliz en casa, llego a la oficina con una energía tremenda. Y si soy feliz en el trabajo, llego a casa también con una energía tremenda", apuntaba Bezos en esa charla con este medio.

El ambiente de este MAD7 está impregnado de esa cultura. En los descansos de los trabajadores se llevan a cabo lo que la empresa denomina "fun activities" (actividades divertidas en español) y un día al año se celebra lo que se conoce como los "Family Day", en donde los trabajadores de este almacén y sus familias se reúnen todos juntos en un espacio al aire libre con castillos hinchables y comida mientras hacen actividades lúdicas.

Amazon también tiene un sistema interno mediante el cual los trabajadores pueden realizar sugerencias relacionadas con las mejoras de proceso. "Oye que me he dado cuenta de que si nos saltamos este paso, mejoramos la eficiencia en un tanto por ciento", resume la jefa de operaciones que me acompaña en esta visita. "Pues se estudia y si puede llevarse a cabo se implementa", añade.

Al mes, suele haber de media 10 propuestas de este tipo, comenta. 

En España, Amazon cuenta con una plantilla de 22.000 empleados fijos en total y más de 88.000 indirectos, según datos de la compañía, lo que le convierte en uno de los grandes empleadores de nuestro país. En 2021, esa cifra era de 18.000 personas. 

Sin embargo, el año pasado el gigante norteamericano pisó el freno bruscamente en todo el mundo. Llevó a cabo recortes masivos de personal, paralizó la apertura de nuevos centros logísticos, e incluso llegó a decir que tenía "demasiado espacio dentro de sus almacenes" después de 2 años de una fuerte expansión fruto del boom que vivió el comercio electrónico como consecuencia de la pandemia.

La matriz de la filial española, Amazon EU Sarl, con sede en Luxemburgo, redujo el año pasado un 25% sus aportaciones a la logística a nuestro país, como recogió La Información. En Europa, el gigante sufrió una caída del 1% en sus ingresos con respecto al año anterior, la primeva vez que sucedía algo así en la historia de la compañía. 

Sin embargo, aunque los recortes masivos no han afectado a España, la empresa ha cerrado almacenes y desplazado trabajadores de un centro a otro, como son el caso de Paterna (Valencia) y Martorelles (Barcelona). Este último hecho ha provocado fuertes protestas de los trabajadores.

Amazon Spain Fulfillment, la filial española del grupo estadounidense de comercio electrónico que gestiona los almacenes en nuestro país, ganó 14,8 millones de euros en 2022, un 66% más que el año anterior, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.

Reunión diaria micrófono en mano y calentamiento antes de trabajar

El menú del día en la cantina de este MAD7 cuesta 2 euros y medio. La empresa, según cuenta, tiene un plan de formación interna llamado Career Choice, para promocionar a sus empleados dentro de Amazon.

Antes de cada turno, los trabajadores reciben un briefing de 5 minutos dirigido por el manager del área micrófono en mano. Además, realizan unos ejercicios de calentamiento como los que se ven en la imagen de abajo. Cada área tiene un calentamiento específico, dependiendo de las tareas que vayan a realizar, cuentan.

"Es una herramienta de comunicación muy potente", asegura la jefa de operaciones en relación al briefing diario. Esta persona es ingeniera industrial de formación y lleva 7 años trabajando en Amazon. "El calentamiento es para que la gente no arranque con los músculos fríos", añade.

En ese briefing se da un consejo de seguridad, un consejo de calidad y se comenta el orden del día. 

Amazon

Sobre la exigencia del trabajo dentro del almacén —este MAD7 no tiene a día de hoy un comité de empresa formado— la compañía asegura que no se examina de manera individual el desempeño de cada trabajador, sino cómo está trabajando en conjunto la planta. "Si tengo que sacar 300.000 unidades al día, tengo que saber cuanta gente tengo y a qué ritmo voy", apunta la jefa de operaciones.

"Aquí lo que se mira es la actitud y el respeto a las normas de seguridad, además de la asistencia al trabajo", añade. "Me da rabia cuando la gente dice que en Amazon no somos humanos. Me han llegado a preguntar si aquí dentro se puede incluso ir al baño".

A pesar de esto, son múltiples los informes y testimonios de trabajadores que han denunciado la presión que ejerce Amazon sobre sus empleados, sobre todo de la parte de almacenes y reparto. Desde el sindicato CCOO han llegado a tildar a la compañía norteamericana de "trituradora de personas", debido a que según apuntan "el ritmo de trabajo es más propio de máquinas que de personas".

Así ruge el MAD7 por dentro

Primera fase: Recibir y comprobar la mercancía

En este almacén no hay toros mecánicos. En su lugar hay unos vehículos similares donde el operario se coloca de pie para manejar las palas que recogen los palés donde vienen los distintos paquetes de los proveedores. Los toros mecánicos eran los principales causantes de accidentes en los almacenes de la empresa, comparte la jefa de operaciones.

"De esta manera, disminuimos en su totalidad el número de accidentes y no disminuye la eficiencia. En un año y medio desde que abrimos este almacén solo hemos tenido un accidente", señala. "Y fue un trabajador que se llevó una rozadura en la bota de seguridad".

Amazon

Una de las causas por las que los 1.500 trabajadores del almacén SVQ1 de Amazon en Sevilla se manifestaban durante el pasado mes de abril fue exactamente las lesiones que se producían durante sus jornadas de trabajo.

Según el sindicato UGT, los trabajadores de Amazon "soportan excesos de jornada constantes, con una sobrecarga de trabajo que da lugar a lesiones durante la jornada que jamás son reconocidas por el servicio médico como accidentes laborales".

Desde los sindicatos denuncian que la empresa no reconoce todos los accidentes laborales que se producen en sus instalaciones.

En Estados Unidos, solo en 2021 Amazon fue responsable de la mitad de los afectados físicos en todo el sector de los almacenes, a pesar de emplear solo a un tercio de los trabajadores, como contó anteriormente Business Insider. Ese año los accidentes en sus centros logísticos de EEUU habían aumentado un 15% respecto al año anterior.

La empresa se defendió alegando que esas cifras tenían que ver con el alto volumen de nuevas contrataciones llevadas a cabo durante la pandemia, y que el aumento de accidentes fue similar a otras tendencias generales de la industria.

Andy Jassy

Durante mi vista a este almacén, la palabra "seguridad" se repetirá constantemente y los avisos de prevención de riesgos laborales están por todas partes

Amazon

Los paquetes de los proveedores llegan cada uno en su caja. Un operario las abre, escanea los productos en su interior y comprueba que la mercancía se corresponde con lo que debería haber llegado

Amazon

El trabajo es rápido y repetitivo. Si hay algún error, como que la mercancía esté rota o falten productos, se avisa al proveedor y el paquete viaja a una zona especial donde se resuelven este tipo de incidencias

Amazon

Los productos se depositan dentro de estas cajas negras llamadas tote, un elemento clave en el proceso logístico de Amazon. Hay miles de totes por todo el almacén y recorren kilómetros y kilómetros arriba y abajo sobre una larga cinta transportadora

Amazon cajas

En el interior viajan los productos hasta la segunda planta de este MAD7 donde se almacenan para luego ser enviados. En una de esas cajas venían libros, pero también café, pañales o hasta líquido desengrasante y pastillas para el lavavajillas

Amazon libros

No todos los paquetes provienen de proveedores externos. Amazon también tiene una red logística interna que conecta todos sus centros de toda Europa y nutre constantemente de mercancía miles de almacenes

Amazon

Segunda fase: más escáneres y robots que se mueven solos

En la segunda planta de este MAD7, hay 4 en total, una jaula con cientos de roombas gigantes almacenan miles y miles de productos en lo que en Amazon denominan "caos ordenado" que está medido al milímetro. Primero, un operario escanea los productos y los coloca en unas estanterías móviles. Un ordenador con una cámara vigila cada movimiento.

Al escanear el código del producto, un sensor en la estantería le muestra los lugares óptimos donde ese producto debe ser colocado. Nunca 2 productos similares van juntos, de esta manera, explica la empresa, así evitan que en el siguiente proceso por error se coja el producto que no es.

Los productos suben a la segunda planta en las totes por estas espirales que dan vueltas

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Un operario escanea los productos y los coloca de manera perpendicular en una estantería móvil con decenas de celdas. La cámara blanca que está encima capta el código y registra el lugar donde ese producto ha sido guardado

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Estas estanterías amarillas forman una gigantesca colmena, almacenan 19 millones de productos y están subidas cada una a un "drive", los robots autónomos azules y naranjas que parecen roombas gigantescas

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En la zona por donde pululan estos robots pueden acceder los operarios pero con unos chalecos inhibidores de frecuencias. Antes de entrar, el trabajador traza el camino que va a realizar dentro de la jaula. Si el robot detecta a una persona cerca, se detiene

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De los robots a las manos de los "pickers"

En Amazon cada trabajador tiene un nombre en inglés. En esta fase del proceso, intervienen los pickers, o reponedores, los operarios que aparecían en la foto anterior se conocen como stow, que en inglés significa guardar o almacenar.

Los pickers se encargan, una vez que el cliente ha comprado un producto, recoger de las estanterías ese producto y meterlo de nuevo en las cajas negras ahora si para que ponga rumbo a su destinatario final. 

En esta fase el ritmo se intensifica y la velocidad a la que se trabaja aumenta. El cliente ha hecho clic en la página web de Amazon y el cronómetro empieza a correr. No hay ni un segundo que perder.

Almacén de Amazon

La lógica ahora es a la inversa. El ordenador le dice a la operaria qué producto coger y en qué estante exacto está ese producto

Amazon

Los códigos de barras son esenciales. Aquí dentro se comprueba varias veces que lo que se envía es correcto

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Los robots que transportan las estanterías amarillas se autocargan cuando su batería baja al 75% y se desplazan de manera completamente autónoma

amazon

Tercera fase: vuelta a la caja y listo para enviar

Una vez que el producto ha salido de la zona de inventario, vuelve a la planta baja y llega la recta final del proceso. En una larga cinta transportadora con operarios a ambos lados, los productos se meten en sus respectivas cajas en el caso de que lo necesiten.

En la línea de empaquetado —esta parte del almacén es lo que uno se espera ver una fábrica al uso— hay personas de todo tipo trabajando, desde gente joven a personas más mayores. Hombres y mujeres. Todos con su ropa cómoda, muchos de ellos en chándal y siempre con unas botas especiales de seguridad.

Dentro de la planta se mezclan tanto operarios como técnicos. En un momento dado, una manager del área de empaquetado se acerca. También es ingeniera industrial. Tiene menos de 30 años y es de Andalucía. Su función es gestionar el día a día dentro de esta planta, como rotar a los operarios de lugar, gestiona las métricas de los procesos y gestión de equipos.

"El 85% del día es gestionar cuestiones de personal, desde cuestiones de bajas médicas a planes de desarrollo", explica. Para las posiciones de management, puedes no tener una carrera, pero el inglés es imprescindible, comentan.

En esta parte además se encuentra el centro de control, un espacio diáfano y abierto, donde los jefes de operaciones —se les identifica porque todos llevan chalecos naranjas y walkie-talkies controlan cada centímetro de lo que pasa. Tienen varias pantallas unas encimas de otras, como si estuvieran en la NASA. 

En esta mesa de control también está el departamento de mantenimiento, que se encarga de que todo funcione correctamente y el tiempo fluya en este MAD7, aunque no es posible hacer fotos. 

A un lado de la cinta transportadora, los operarios recogen los productos, los escanean y los vuelven a meter en una caja esta vez de la propia Amazon, con la característica sonrisa. Algunos productos se envían directamente sin caja

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Aquí se optimiza todo. El ordenador le dice al trabajador hasta el tamaño de la caja que tiene que escoger

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En este almacén hay pilas y pilas de cartón. En esta planta, según la propia empresa, se recicla hasta el 92% de todos los residuos que se generan

Amazon cajas

Fase final: directo a tu casa en menos de 24 horas

De media, desde que un cliente compra un producto que está en esta planta y sale del almacén pueden pasar solo 2 horas, dependiendo siempre del producto. De aquí, esos productos irán o a un centro intermedio llamado Short Center, o directamente a un punto de última milla conocido como Delivery Station para que los repartidores lo recojan y lo entreguen en la puerta de los clientes.

Cuando un producto está en stock, significa que está en un almacén como este y por lo tanto el precio de entrega es extremadamente bajo. 

Amazon revolucionó la logística con sus entregas en el mismo día y obligó a sus competidores a acelerar sus ritmos de entrega si querían hacer algo en el universo del comercio electrónico. A pesar del 2022 cargado de turbulencias que ha tenido, marcado por el cierre de almacenes en todo el mundo, el gigante tecnológico sigue dedicando grandes recursos a este vertical.

En la última fase del proceso, Amazon además de tener su propia flota de transporte colabora con MRW o Correos para su servicio de entrega Comercial Carry.

Los paquetes, una vez escaneados por última vez, son precintados y caen por este tobogán con las pegatinas de su dirección de envío 

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Por último, se colocan todos en estos carritos para posteriormente ser cargados en el camión de transporte

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