Balón de oxígeno para la economía española. El Banco de España cree que el PIB podría crecer más de lo esperado este año y acercarse a las previsiones del Gobierno.

El organismo revisará al alza sus previsiones de crecimiento para la economía este año, gracias básicamente al empuje del consumo y al repunte de la inversión. Lo ha avanzado el  gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, esta mañana durante una comparecencia en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital del Congreso de los Diputados.

"La economía se ha estabilizado en un crecimiento a ritmos elevados y a ritmos que son, además, por encima de los del área del euro", ha apuntado Hernández de Cos.

Concretamente, el Banco de España cree que la economía crecerá más de un 1,9% este año, acercándose al 2% que prevé el Gobierno, y lo reflejará en su próxima actualización de previsiones, que será a mediados de junio. 

Con ese dato, la economía española crecerá por encima de socios como Alemania, Francia e Italia. 

En su último informe trimestral de proyecciones para la economía española, el organismo pronosticaba un crecimiento del 1,9% en 2024, lo que ya suponía una mejora sus previsiones para España, por encima del 1,6% previsto en diciembre.

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El buen comportamiento del empleo, donde ya se superan los 21 millones de afiliados, la estabilidad de las tensiones geopolíticas y la mejora adicional de la actividad del sector turístico explican la mejora de previsiones.

Ya en el primer trimestre del año la economía española ha sorprendido con un mayor dinamismo del esperado. El PIB creció un 0,7%, según el último avance de Contabilidad Nacional del INE. Un empuje en línea con los resultados de cierre de 2023 que viene de la mano del aguante del consumo, a pesar de la inflación y del impacto de los tipos de interés; y del repunte de la inversión, que subió un 2,6% después de 2 trimestres en caída. 

Según el gobernador, el indicador adelantado del PIB del primer trimestre situarían este nivel de crecimiento un 3,7% por encima respecto al de antes del covid, frente al 3,4% en el caso del área del euro. En términos de PIB per cápita, sin embargo, España está solo un 0,3% por encima de su nivel de finales de 2019, mientras que en la UE donde el PIB per cápita se encuentra un 2% por encima.

La deuda y el déficit, sin embargo, seguirán creciendo, y lo harán empujados en parte por el mantenimiento del escudo anticrisis que el Gobierno aprobó para aguantar el embate de la inflación, y que todavía mantiene en vigor en parte. 

El Banco de España ha empeorado su previsión de déficit al 3,5% este año, una décima más (y medio punto más de lo que espera el Gobierno), mientras que la deuda crecerá dos décimas, hasta el 106,5%, y seguirá al alza. Un peligro, teniendo en cuenta que este año entran en vigor las reglas fiscales marcadas por la Unión Europea, lo cual significa, según reconoce el propio Banco de España, que España tendría que hacer ajustes.

Si al Gobierno le toca hacer ajustes para cumplir lo pactado con Bruselas, el crecimiento podría verse afectado. Según las previsiones del organismo, en 2025, 2026 y 2027 el ajuste fiscal promedio estaría entre cuatro y seis décimas de PIB. Un ajuste promedio estructural promedio de cinco décimas de PIB.