El universo de La casa de papel ha comenzado a expandirse más allá de los sucesos narrados en las 5 temporadas de la serie original. 

La primera puerta que han abierto sus showrunners, Àlex Pina y Esther Jiménez Lobato, es la del pasado de Berlín, el carismático personaje que acompañó a la banda durante el asalto a la Fábrica de la Moneda y que volvió en las temporadas siguientes en la forma de flashbacks. 

Acción, comedia y un tono radicalmente diferente al de su predecesora definen a esta nueva serie, de 8 episodios, presentada el pasado viernes desde su plató virtual en Tres Cantos con presencia de gran parte del equipo.

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“Hacer una serie sobre un personaje que nace de La casa de papel da mucho vértigo", aseguró durante el evento Esther Martínez Lobato. "Desde el primer momento nos esforzarnos por alejarnos y crear un universo propio". La serie sitúa la acción varios años antes del célebre atraco con el que arrancó su predecesora, y muestra a un Berlín menos siniestro y mucho más hedonista. 

"Cuando iniciamos el proceso de escritura buscábamos más luz y, sobre todo, pasárnoslo bien", aseguró Àlex Pina. A juzgar por las primeras imágenes difundidas durante el evento, estamos ante una serie de tono y enfoque completamente distinto, aunque varios elementos son fácilmente reconocibles: un gran golpe, una banda de atracadores con personalidades muy distintas y, por supuesto, el célebre Berlín. 

La serie innova, pero no se aleja demasiado de la fórmula que hizo triunfar a la primera. Netflix está siguiendo al pie de la letra el manual sobre cómo afianzar y hacer crecer una propiedad intelectual. Con esta entrega no solo se trata de volver a poner en la pantalla a uno de los personajes más queridos de la serie, sino también de testar las posibilidades que ofrece este universo narrativo para convertirse en un germen de más productos conectados de alguna manera con la historia central de fama mundial.

Una mina de oro

Como propiedad intelectual La casa de papel arrancó en la cabeza de Álex Pina y Esther Martínez Lobato, los creadores de la serie, que dieron forma a esta historia con un gran atraco como telón de fondo. 

"La confluencia de tres elementos (una idea original creada por una persona física plasmada en un soporte) es importante. Una mera idea de una historia no se protege, una historia que sea una copia de otra no se protege (de hecho, hasta podría ser considerada un plagio) y una historia que haya sido creada por una inteligencia artificial, hoy por hoy, tampoco sería considerada como una obra protegida por la propiedad intelectual", apunta Vanessa Jiménez Serranía, profesora de los estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.

Que La casa de papel se haya convertido en una propiedad intelectual muy lucrativa para Netflix tiene mucho que ver con su recorrido. Como señala la profesora, "el valor económico en el que pueda estimarse la explotación de una determinada obra es una cuestión compleja y dependerá de múltiples factores, como sus costes de producción y/o de comercialización, la demanda potencial o real que pueda tener la misma o el poder de negociación de los titulares de los derechos de propiedad intelectual".

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La casa de papel se estrenó el martes 2 de mayo de 2017 en Antena 3, una televisión comercial en abierto, con una audiencia de 4.900.000 espectadores y un 25,1% de cuota de pantalla. Con el cierre de la temporada, tras un hiato de cuatro meses, rating y share cayeron a la mitad (2.176.000 personas y 14,7% respectivamente). Por su parte en Atresplayer, el servicio de televisión a la carta de la cadena, la serie promedió durante las dos temporadas unos 200.000 usuarios únicos de video.

La casa de papel llegó en dos partes al catálogo de Netflix, a finales de 2017 y en abril de 2018. 12 días después del estreno de esta última, la compañía anunciaba en su carta a accionistas que se había convertido en la serie de habla no inglesa más vista en la historia de la plataforma. Un mes después Netflix se hacía con los derechos para producir más temporadas. 

Esta segunda vida de La casa de papel supuso un evidente impulso para su popularidad. Las temporadas siguientes, ya como Netflix Originals y un presupuesto más ambicioso, lograron registros extraordinarios. De hecho, las 3 figuran todavía hoy en el ranking de los 10 programas de televisión en habla no inglesa más vistos en la historia de la plataforma, en las posiciones 2, 3 y 6 respectivamente. Se trata, por tanto, de un contenido popular para el servicio, lo que le asigna un valor especial a la hora de cumplir sus principales objetivos de negocio: captar y retener clientes.

¿Un éxito asegurado?

La producción de las plataformas de streaming, desde el año pasado, ha entrado en una etapa marcada por la austeridad, la eficiencia en la inversión y la reducción de riesgos. En este sentido las propiedades intelectuales ponen sobre la mesa garantías que las hacen particularmente interesantes.

El éxito del universo de La casa de papel sitúa a Berlín en una posición inmejorable. "El mapa que detalla la anticipación de Berlín se complementa con los mercados en donde La casa de papel funcionó muy bien y el personaje de Pedro Alonso fue muy bien aceptado", asegura Alejandro Rojas, vicepresidente de Analíticas Aplicadas de la consultora Parrot Analytics. A 6 meses de su estreno, España, EEUU, Brasil, India e Italia son las áreas más calientes en lo que a interés en la serie se refiere.

Parrot Analytics ha desarrollado un sistema de análisis para la investigación de la popularidad en entornos de distribución digital de contenidos. La base de su trabajo se sustenta en una unidad de medición elaborada por ellos mismos denominada "expresiones de demanda", una métrica que tiene en cuenta el rastro digital de los usuarios al expresar interés en un determinado contenido (como discusiones en redes sociales, búsquedas y lecturas de información adicional en internet, y visualizaciones de videos online promocionales o incluso descargas ilegales de episodios en redes P2P).

Que haya un interés preexistente en el programa antes de su estreno es un buen augurio. "Generalmente la demanda preesteno es una fracción de la demanda que tiene lugar después del lanzamiento", asegura Rojas, que destaca lo bien posicionado que está Berlín en mercados clave para Netflix de cara a lograr buenos registros.

"Sobre todo India y Brasil, fundamentales para alcanzar crecimiento en regiones que aún no están tan maduras", concluye.

Toda la maquinaria de Netflix está claramente orientada a que la precuela de La casa de papel sea un rotundo éxito. Si lo consigue no solo supondrá revalorizará una de sus propiedades intelectuales más exitosas. También abrirá la puerta a nuevas explotaciones comerciales de otros personajes.