El cerebro es una máquina del tiempo: 2 científicos demuestran que la mente humana percibe las imágenes con 15 segundos de retraso para evitar colapsar ante los estímulos

Ojos y mente humana

Getty Images

  • Dos científicos han reforzado mediante un experimento la hipótesis de los campos de continuidad visual.
  • Esta se sustenta en la idea de que, para evitar colapsar ante millones de estímulos, la mente humana percibe las imágenes con 15 segundos de retraso.
  • Esto explicaría las dificultades para apreciar de inmediato ligeros cambios en imágenes que resultan consecutivas unas de otras como ocurre al ver una película o al observar radiografías.
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A cada instante, la vista humana recibe una cantidad ingente de estímulos: millones de formas, colores y movimientos andan siempre cambiando en el entorno. 

Procesar toda esta información no es una tarea en absoluto sencilla.

Por un lado, lo que se ve cambia continuamente debido a cambios en la luz y el punto de vista, entre otros factores. 

Por otro, la información visual cambia también debido al parpadeo y al hecho de que los ojos, la cabeza y el cuerpo están siempre en movimiento.

A pesar de ello, para quien goza de una vista más o menos sana, ver no es una actividad que cueste excesivo trabajo. De hecho, el entorno, siempre cambiante, se percibe como algo relativamente estable.

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¿Cómo crea el cerebro esta ilusión de estabilidad? La respuesta resumida es que la mente humana es una máquina del tiempo.

Al menos, esto es lo que han observado en sus últimas investigaciones Mauro Manassi, profesor asistente de la facultad de Psicología en la Universidad de Aberdeen, en Escocia, y David Whitney, profesor de Psicología en la Universidad de Berkeley, en California, EEUU.

"En nuestras últimos estudios, hemos descubierto un nuevo mecanismo que, sumado a otros, puede explicar esta estabilidad ilusoria. En él, el cerebro suaviza automáticamente nuestra entrada visual a lo largo del tiempo", explican estos científicos en un artículo publicado esta semana en la revista de divulgación The Conversation.

Según los hallazgos de estos investigadores, en lugar de analizar cada instantánea por separado, el cerebro percibe en un instante la media de lo que ha visto en los últimos 15 segundos

Así, al agrupar los objetos para que parecen más similares entre sí, el cerebro produce una suerte de engaño que permite percibir el entorno de una manera estable. 

Según esta hipótesis, vivir "en el pasado" puede explicar por qué no se notan los cambios sutiles que se producen con el tiempo.

"En otras palabras, el cerebro es como una máquina del tiempo que envía continuamente al pasado. Es como una aplicación que consolida nuestra entrada visual cada 15 segundos en una sola impresión para que podamos manejar la vida cotidiana", dicen los expertos.

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Si el cerebro se actualizara siempre en tiempo real, ahondan, el mundo se percibiría como un lugar caótico con constantes fluctuaciones de luz, sombra y movimiento. En esencia, esto sería el equivalente a alucinar constantemente.

Para comprobar esta ilusión, los investigadores reclutaron a cientos de participantes y les pidieron que vieran primeros planos de rostros que envejecían cronológicamente en vídeos de 30 segundos. 

Cuando se les pidió que dijeran la edad de la cara al final del vídeo, los participantes informaron casi siempre de la edad de la cara que se presentaba 15 segundos antes.

A ojos de los investigadores, esto ocurría porque la mente humana está continuamente sesgada hacia el pasado, es decir, el cerebro envía a la mente constantemente a los diez o quince segundos anteriores

En lugar de ver la imagen más reciente en tiempo real, el ser humano percibe en realidad versiones anteriores porque el tiempo de actualización cerebral es de unos 15 segundos. 

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"Lo que el cerebro está haciendo esencialmente es procrastinar. Es demasiado trabajo tratar constantemente cada una de las instantáneas que recibe, así que se aferra al pasado porque el pasado es un buen predictor del presente. Básicamente, reciclamos la información del pasado porque es más eficiente, más rápido y da menos trabajo", dicen los expertos en su artículo.

La idea, que ha sido respaldada también por otros estudios, se conoce como campos de continuidad. En ellos, el sistema visual sacrifica a veces la precisión en aras de una experiencia visual fluida. 

Esto puede explicar por qué, por ejemplo, al ver una película muchos espectadores no reparan en las sutiles alteraciones que se dan muchas veces entre escenas, como el cambio de un actor por su doble de acción, o lo que se conoce en el mundo del cine como errores de continuidad (un reloj que en una escena está en la muñeca derecha y en la siguiente está en la izquierda).

Bueno para la estabilidad visual, malo para analizar radiografías

El hecho de que el cerebro funcione con este ligero retraso al procesar el mundo tiene ventajas y desventajas.

El retraso es bueno, por ejemplo, para evitar que la mente humana se sienta bombardeada por la información visual cada día, pero también puede tener consecuencias negativas cuando se trata de situaciones de vida o muerte que requieren precisión.

Cabe pensar, por ejemplo, en los radiólogos. Estos examinan cientos de imágenes que vienen en lotes cada día de manera que unas se relacionan con otras. Al observar una radiografía, los médicos suelen tener que identificar cualquier anomalía y clasificarla. 

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Durante esta tarea de búsqueda y reconocimiento visual, los investigadores han descubierto que las decisiones de estos médicos se basan no solo en la imagen que ven, sino en las que han visto antes, lo que puede inducirlos a errores fatales.

"La lentitud de nuestro sistema visual para actualizarse puede hacernos ciegos a los cambios inmediatos porque se aferra a nuestra primera impresión y nos arrastra hacia el pasado", advierten estos dos expertos.

Por suerte, recuerdan estos dos científicos, no todas las decisiones se toman teniendo en cuenta solo el presente: "Es importante recordar que los juicios que hacemos cada día también dependen en gran medida de lo que hemos visto en el pasado".

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