China examina la ciberseguridad de Shein ante su potencial salida a bolsa en Estados Unidos

 La potencial salida a bolsa de Shein en Estados Unidos ha puesto en alerta al Gobierno chino. 

La Administración del Ciberespacio de China está llevando a cabo una revisión de ciberseguridad de las prácticas de manejo e intercambio de datos del minorista de moda, según una información del Wall Street Journal que recoge Reuters.

La motivación de este control es obvia para China: el regulador pone el foco en cómo Shein está manejando la información sobre sus socios, proveedores y personal en China, y si la empresa de moda puede proteger estos datos de filtraciones al extranjero.

Pero esta suerte de examen llega, fundamentalmente, ante el posible salto bursátil. Por ello, el Gobierno también está interesado en el tipo de datos que la empresa revelará a los reguladores de Estados Unidos. 

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Pese a que este plan llevaba tiempo dentro de la hoja de ruta del grupo, el complejo contexto que ha salpicado a las tecnológicas no ha facilitado el movimiento bursátil. El pasado año, y tras algunos ajustes, la valoración de Shein había caído por debajo de los 66.000 millones de dólares.

La corrección supuso aceptar la valoración de la empresa muy por debajo de los 100.000 millones de dólares anotados meses antes y que situaron a Shein como la startup más valiosa del mundo.

Ahora, parece que el movimiento coge fuerza y esto ha obligado al grupo chino a poner en práctica lo que parecía imposible: sacar pecho económicamente.

De esta manera, Shein habría presentado ante diversos inversores un plan de crecimiento de cara a 2025, que pasa por lograr unas ventas cercanas a los 60.000 millones de dólares y un beneficio de 7.500 millones de dólares. 

Unos números estratosféricos que no alcanza ni el robusto Inditex, que en su mejor año logró una facturación superior a los 32.500 millones de euros y una ganancia inédita 4.130 millones. 

Sobre las cuentas actuales, la información sigue sin estar clara. No obstante, por primera vez, uno de sus principales socios, Jamie Salter, CEO de Authentic Brands Group (ABG), daba alguna pista: El gigante chino de la moda rápida habría generado unas ventas anuales "mucho mayores" de 30.000 millones de dólares (casi 27.400 millones de euros).