Trabajé con Steve Jobs como ingeniera de software nada más salir de la universidad: fue como jugar en un equipo deportivo de primera

Kiera Fields
| Traducido por: 
Equipo de software de Macintosh fotografiado en enero de 1984 para un artículo de Rolling Stone.
Equipo de software de Macintosh fotografiado en enero de 1984 para un artículo de Rolling Stone.

Cortesía del Museo de Informática

  • Rony Sebok consiguió un empleo en Apple nada más salir de Harvard, en 1983. Trabajaba con un pequeño equipo de ingenieros de software en el equipo Mac bajo la dirección de Steve Jobs.
  • Sebok dice que Jobs era un visionario, pero que se burlaba de ella por llevar pantalones caqui y camisa.

Este artículo se basa en una conversación transcrita con Rony Sebok, cofundadora de 1 Beyond, sobre su época en Apple. El texto ha sido editado por razones de extensión y claridad.

Cuando entré en Apple en 1983, no tenía ni idea de dónde me estaba metiendo.

Conseguí un trabajo de ingeniera de software nada más salir de la universidad en verano. Podía elegir entre varias empresas, pero algo en mi instinto me dijo que este era un grupo de gente genial que trabajaba en algo genial. Steve Jobs nos dijo que algún día habría ordenadores en los escritorios de todo el mundo. 

¿Podíamos imaginar que el Mac se convertiría en lo que se convirtió entonces? No, pero ¿lo imaginábamos? Sí.

El equipo Macintosh fuera de la oficina de Bandley 3 en diciembre de 1983. Sebok es el cuarto por la derecha, en primera fila.
El equipo Macintosh fuera de la oficina de Bandley 3 en diciembre de 1983. Sebok es el cuarto por la derecha, en primera fila.

Cortesía del Museo de Informática

Tenía veintipocos años cuando me mudé de la costa Este a la Oeste de Estados Unidos. Me parecía un mundo completamente nuevo. Acababa de terminar un máster de Informática en Harvard.

Harvard no era tradicionalmente conocida por la informática, pero Bill Gates había estudiado allí y reclutaba antiguos alumnos para Microsoft. Esto daba la impresión de que había graduados con talento que las empresas tecnológicas podrían llegar a querer.

En primavera ya tenía ofertas de Microsoft e IBM, pero aún me quedaba una entrevista con Apple.

El reclutador me presentó a los equipos de Apple II y Lisa, pero le indiqué que tenía otras oportunidades y que no estaba segura de querer quedarme en Apple. Entonces me concertó una entrevista con el equipo del Mac.

Las entrevistas para el equipo del Mac no siguieron un enfoque tradicional

En aquel momento, se trataba de un proyecto ultrasecreto. Cuando llegué a la entrevista en la sede de Apple en Cupertino, nos pasamos la primera parte de la entrevista paseando por el edificio. Todas las ventanas estaban cubiertas para que nadie pudiera mirar dentro. No querían dejarme entrar a ver el ordenador hasta que pasara la primera ronda. Una vez superada esa fase, entré para conocer al resto del equipo.

Hablé con el equipo y jugué al ping pong con el diseñador de hardware del Macintosh. Gran parte de la entrevista giró en torno a si podría llegar a encajar bien en la cultura de la empresa.

Conseguí el trabajo en junio. Los primeros seis meses de mi vida laboral se podrían resumir en el gran reto que supuso tener el Macintosh listo para su lanzamiento en enero.

El equipo Mac era bastante diverso intelectualmente. En Apple, la gente tenía títulos universitarios de alto nivel, pero también había universitarios que habían abandonado los estudios. Era una plantilla mayoritariamente joven: muy pocas personas de más de 30 años trabajaban allí.

Recuerdo que siempre se burlaban del personal de IBM que vestía camisa blanca. Pero Apple también tenía su propia cultura como su propio código de vestimenta. Se burlaban de mí por llevar pantalones caqui y camisas con botones. Steve Jobs entró una vez en mi cubículo y me preguntó: "¿Es que no tienes vaqueros?".

Miembros del equipo Mac tras la presentación del ordenador Macintosh. De izquierda a derecha de pie: Rony Sebok, Burrell Smith, Steve Jobs, Joanna Hoffman y Hasmig Seropian; arrodillados están Bill Atkinson y Andy Hertzfeld.
Miembros del equipo Mac tras la presentación del ordenador Macintosh. De izquierda a derecha de pie: Rony Sebok, Burrell Smith, Steve Jobs, Joanna Hoffman y Hasmig Seropian; arrodillados están Bill Atkinson y Andy Hertzfeld.Courtesy of Computer History Museum
Steve Jobs sonriendo

Cómo era Apple a principios de los 80

Apple era una empresa muy generosa. Nos daban zumo de naranja y refrescos gratis. Contrataban a una masajista para que viniera a dar masajes al personal una vez a la semana. A principios de los ochenta, ese tipo de beneficios eran muy inusuales.

Cada ventaja o elemento extraño tenían detrás un poquito de Steve Jobs tratando de inspirar la creatividad.

Steve puso un hermoso piano Bosendorfer en el vestíbulo para que los científicos tocaran. Caminabas por el edificio y escuchabas el sonido del piano. También puso una lujosa motocicleta BMW en el vestíbulo para inspirar a la gente con su diseño.

El pequeño grupo de programadores de software, el equipo de hardware, el equipo de marketing, el equipo de documentación y el equipo de marketing internacional estaban todos en un mismo edificio. Steve puso una bandera pirata en lo alto y llamó al edificio barco pirata. Tenía a todo el mundo bajo el mismo techo porque teníamos que hacer algo ligeramente distinto a lo habitual para sacarlo rápidamente.

Teníamos retiros en los que Steve contrataba a músicos de Windham Hill para que tocaran. Le encantaban las artes e inspiraba un ambiente lleno de creatividad y de trabajo duro.

Trabajando en el Macintosh en 1983

Teníamos un horario de locos. En un día normal, trabajábamos de 11 de la mañana a 5 de la tarde, luego algunos del equipo de software salíamos a correr o a jugar al tenis, nos duchábamos en la oficina, cenábamos juntos y volvíamos al trabajo. Era como trabajar con un grupo de amigos: no todo el mundo tenía familia y todos éramos bastante jóvenes.

Polaroid del equipo original de ingeniería de software de Macintosh tomada en diciembre de 1983.
Polaroid del equipo original de ingeniería de software de Macintosh tomada en diciembre de 1983.Courtesy of Computer Science Museum

Había un puñado de personas en esa oficina creando el software para Mac. Había un gran ambiente de compañerismo, en el sentido de que todos trabajábamos juntos para crear algo. Parecía arte. En aquella época, los procesadores Mac eran lo bastante potentes como para ejecutar gráficos. Fue muy emocionante porque, como programadores, podíamos imaginar el resultado que queríamos, pero nunca habíamos sabido que fuera posible verlo. De repente, el hardware podía funcionar al ritmo necesario para ejecutar los gráficos y actualizarse lo bastante rápido como para crear una experiencia fluida y dar vida a nuestras visiones.

Steve era obviamente un visionario, muy motivador, muy centrado. Siempre decía que lo mejor era ver cómo la gente utilizaba lo que estábamos construyendo. Creo que todos sabíamos que estábamos construyendo algo especial.

Mi papel en la creación del primer ordenador Macintosh

El proyecto Mac duró tres años, pero yo me incorporé al final. Los demás miembros del equipo estaban mucho más implicados. Muchos de los demás componentes del ordenador Mac estaban hechos, pero quedaba el software y Steve tenía un método para centrarnos en lo más importante.

El equipo de software pasaba mucho tiempo junto porque éramos la puerta de entrada para que el ordenador saliera al mercado. Steve no quería que el Mac tuviera un gran manual como los ordenadores IBM. Debía ser intuitivo, así que creé un juego para enseñar a usar el ratón, "Mousing Around". Era el primer programa que aparecía al arrancar. Trabajé con Susan Kerr, diseñadora gráfica y única mujer del equipo.

También ayudé a depurar ciertas cosas y colaboré con el equipo de documentación en la redacción del manual que explicaba a otros programadores cómo utilizar las herramientas que desarrollamos para las aplicaciones de Mac.

Satya Nadella, CEO de Microsoft

El equipo Mac se disolvió tras el lanzamiento

Steve Jobs, a la izquierda, y John Sculley. Sculley se apoya en el ordenador personal Apple "Lisa", sucesor del Macintosh original, sobre el que se apoya Jobs.
Steve Jobs, a la izquierda, y John Sculley. Sculley se apoya en el ordenador personal Apple "Lisa", sucesor del Macintosh original, sobre el que se apoya Jobs.MediaNews Group/The Mercury News via Getty Images

Invitaron al equipo de ingenieros a Hawái, a la feria, para presentar el Mac. Lanzábamos un producto nuevo e innovador, así que tuvimos que hacer muchas demostraciones. En poco tiempo, viví experiencias que la mayoría de ingenieros jóvenes jamás tendrían.

En enero de 1984, anunciamos el Macintosh. Tras la presentación del Mac, trabajé en el gestor de recursos del Mac y en el correo electrónico.

Durante esa época, hubo luchas internas entre Steve Jobs y John Sculley. Las cosas se agitaron dentro de Apple. La gente que trabajaba en el Mac como parte de este intenso proyecto se dividió.

Fue una lástima, porque yo acababa de empezar y estaba lista para subirme a la ola de Apple, pero la ola llegó a su cresta. Sentí que la empresa perdía el norte.

No fue hasta 10 años después, cuando Steve volvió, que la innovación despegó de nuevo.

Dejé Apple e hice examen de conciencia…

Dejé Apple al cabo de un año y me fui a otros trabajos buscando lo mismo que había experimentado con Steve y el equipo Mac. Steve Jobs dejó Apple en 1985, después de que yo lo hubiera dejado.

Fue duro tener ese punto álgido tan pronto en mi carrera. Te quedas pensando: "¿Qué voy a hacer el resto de mi vida?".

Pasé por un periodo de examen de conciencia. Trabajé en HP en sus laboratorios de inteligencia artificial y lo dejé al cabo de un año para hacer un máster en la Havard Business School. Trabajé en BCG como consultora durante cinco años, y finalmente fundé mi propia empresa, 1 Beyond.

Lo que mejor aprendí de Jobs y lo que me llevé conmigo fue la emoción de emprender. Yo no quería dar consejos a la gente. Quería crear cosas.

Steve consiguió derribar barreras y permitir a sus empleados hacer lo que saben hacer bien. Tuve la increíble suerte de trabajar estrechamente con él. No tengo que fiarme de historias: lo vi en acción todos los días y aprendí de él directamente. Emulé lo que teníamos en Apple en lo que respecta a ir más allá en mi propia empresa.

Durante 20 años construí 1 Beyond, sistemas informáticos especializados para la edición y producción de vídeo. El producto despegó cuando integramos el seguimiento de vídeo con IA para conferencias y retransmisiones en directo.

"No hay anuncios. Construimos productos que también queremos para nosotros, y simplemente no queremos anuncios", aseguraba Steve Jobs en 2011.

Mi experiencia en Apple ha sido como ser parte de un equipo deportivo de primera

Mi experiencia en Apple se congeló en el tiempo en ese momento. Construir el primer Mac fue como pertenecer a un equipazo deportivo. Tienes un equipo lleno de talentos y un líder excepcional que te permite hacer algo extraordinario.

Steve atrajo a estas personas a un hervidero de creatividad en el que, juntos, conseguimos más de lo que cualquiera de nosotros podría haber hecho por separado.

En tecnología, ese momento puede repetirse. Google lo hizo, OpenAI lo está haciendo ahora, y siento que mi empresa lo hizo también a pequeña escala.

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