Así será viajar en avión en 2024: vuelos más movidos, innovaciones tecnológicas y menos caos en los aeropuertos

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  • El sector aéreo se ha enfrentado durante el último año a momentos de caos en los aeropuertos.
  • La parte positiva la han traído las novedades tecnológicas que buscan cada vez hacernos el viaje más agradable.
  • Para averiguar que nos deparan los próximos 12 meses, varios expertos del sector comparten cómo creen que serán los viajes en avión en 2024.

La experiencia de volar ha cambiado drásticamente en el último siglo. Los años 50 son conocidos como la edad de oro del transporte aéreo, cuando volar era un acto de glamour. Sin embargo, antes los vuelos eran muy ruidosos y fríos, mientras que ahora volar significa tener las mismas comodidades que estamos acostumbrados a tener en tierra. 

Además, con el tiempo el servicio se ha democratizado y los billetes de avión son mucho más económicos hoy en día

Los cambios en el transporte aéreo son frecuentes y la experiencia del pasajero está en constante evolución, desde el proceso de comprar el billete hasta el tiempo que pasa en el aeropuerto y surcando los cielos.

Para saber qué nos depara el año que viene, Business Insider España ha hablado con varios expertos del sector que han compartido cómo creen que serán los viajes en avión en 2024 desde el punto de vista del pasajero.

Tras muchos episodios de caos en los aeropuertos, el nuevo año podría ser más tranquilo

Un grupo de personas hace cola en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam (Países Bajos), el 16 de junio de 2022.
Un grupo de personas hace cola en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam (Países Bajos), el 16 de junio de 2022.

REUTERS/Piroschka van de Wouw

Aunque algunos afirman que la situación no va a mejorar pronto, el caos vivido en los aeropuertos en los últimos dos años por la falta de personal tras el repentino retorno de los viajes parece haber encontrado algo de calma.

En España, sin embargo, durante la pandemia se optó por los ERTE, lo que favoreció la vuelta a la normalidad, según explican desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), que añaden que no esperan que ese caos vuelva a ocurrir, pero indicando que "incertidumbre en el horizonte siempre hay".

Durante 2023, uno de cada cuatro vuelos en España no llegó puntual, según los datos de Eurocontrol. 

Sin embargo, durante el último año descendieron un 16% las reclamaciones por incidencias en los aeropuertos españoles en comparación con el año anterior, según los datos ofrecidos por Reclamio, empresa especializada en gestión de reclamaciones de pasajeros aéreos.

Es posible que 2024 sea por fin el año sin interrupciones, sin innumerables retrasos y cancelaciones, sin pérdida de maletas ni larguísimas colas en los aeropuertos. Las aerolíneas han acelerado desde otoño el ritmo de contrataciones de nuevos pilotos y tripulantes de cabina ante la previsión de un aumento de la capacidad (la oferta de asientos en la temporada de invierno ya es un 15,1% superior a la de hace un año).  

La gran pregunta: ¿y los precios?

Tarifas vuelos

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Según una encuesta realizada por Skyscanner, el 30% de los viajeros de todo el mundo afirma que el precio de los vuelos es la variable más importante en sus decisiones. Sin embargo, el estudio demuestra que cada vez hay más personas dispuestas a elegir tarifas superiores y a pagar por los extras.

Es más, un reciente estudio de la consultora de aerolíneas IdeaWorks y la empresa B2B de alquiler de coches CarTrawler estima que las aerolíneas han ganado 118.000 millones de dólares en 2023 en cargos adicionales, lo que incluye las tasas por maletas facturadas, los asientos asignados o contratar un seguro de viajes. 

Las low cost llevan poniendo en práctica esta estrategia mucho tiempo para mantener sus precios competitivos a la vez que aumentan sus beneficios, pero numerosas aerolíneas tradicionales se han subido al carro de los extras y el próximo año seguirá el mismo camino.

Los trucos y estrategias que usan las aerolíneas para que pagues más por los billetes de avión

En cuanto al precio principal del billete, probablemente se estabilice en 2024 tras el incremento vivido en 2023, "si no bajan incluso", según apunta Romà Andreu, profesor en EAE Business School.

El hecho de que las previsiones de organizaciones como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apunten a unos 4.500 millones de pasajeros en 2024, superando las cifras de 2019, llevará también a un incremento en la oferta de asientos, lo que, según Andreu, puede impulsar la competencia y, con ello, un ajuste a la baja de los precios.

Birgir Jónnson, CEO de la islandesa de bajo coste PLAY, asegura que no entra en sus planes el aumento de las tarifas.

Desde Transavia —aerolínea perteneciente al grupo Air France-KLM— indican que no hay aumentos sistemáticos de precios vinculados a la subida de los precios del combustible. No obstante, añaden, para garantizar el modelo de negocio, los precios deben reflejar sus costes y gastos, sin dejar de ser competitivos. "Hemos optado por mantener nuestras tarifas muy atractivas, pero en determinados destinos y fechas, nos vemos obligados a subir nuestros precios para reflejar el aumento de nuestros costes", señala un portavoz.

Mientras, Eduardo Irastorza, profesor de OBS Business School, cree que 2024 será una verdadera montaña rusa en lo que se refiere a precios, tanto por las imprevisibles variaciones en el precio de la energía a causa de las diversas crisis geopolíticas como por la agresiva batalla de precios del sector.

"2024 incrementará la polarización de las grandes compañías de aviación. Sobrevivirán aquellas que estén decididamente orientadas a precio y las que ofrezcan una experiencia premium con beneficios excelentes", añade Irastorza.

Por el contrario, desde ALA mencionan las obligaciones legislativas de la Unión Europea enmarcadas en Fit for 55 —el plan de la UE para la transición ecológica— que podrían incrementar en el futuro próximo el precio del viaje a consecuencia del mayor coste de los combustibles sostenibles como el SAF, un posible impuesto al queroseno de la aviación (aún a debate) y el aumento del precio de los derechos de emisión (ETS).

"El dilema es que tal como se están planteando estas obligaciones, si no hay un acompañamiento de la administración se corre el riesgo de volver a los tiempos en los que volar era un lujo y se perdería la democratización que hemos logrado", alertan. 

Tecnología al servicio del pasajero: desde la compra del billete hasta el aterrizaje

Acceso biométrico aeropuerto de Múnich

A.G.B

"Los viajes aéreos están experimentando una transformación sin precedentes, impulsada por la innovación tecnológica, el imperativo de sostenibilidad y un enfoque renovado en la experiencia del pasajero. Esta evolución promete remodelar cómo volamos, haciendo que la experiencia sea más eficiente, agradable y respetuosa con el medio ambiente", comenta Diego Santos, director del Máster de Gestión Turística Internacional en EAE Business School Madrid.

Santos señala que el viaje comienza mucho antes de llegar al aeropuerto, con la digitalización revolucionando la planificación de viajes. Diferentes plataformas impulsadas por inteligencia artificial ofrecen recomendaciones personalizadas, mientras que cada vez más aplicaciones móviles actúan como asistentes personales, integrando reservas y actualizaciones en tiempo real. Este enfoque centrado en el usuario refleja un cambio significativo hacia una experiencia de viaje más integrada y personalizada.

Del wifi a bordo a la localización del equipaje: las innovaciones de las aerolíneas se van a convertir muy pronto en una exigencia para los clientes

Muchas de estas novedades ya forman parte del viaje de los pasajeros y, según los expertos, pronto dejarán de ser algo exclusivo para convertirse en la norma.

Algunos aeropuertos ya están utilizando tecnología de reconocimiento facial y biométrico para agilizar el proceso de check-in y seguridad, innovaciones que se verán cada vez más a lo largo de 2024.

A bordo, los avances en diseño y tecnología están mejorando notablemente la comodidad y la conectividad, ya que las aerolíneas están invirtiendo en mejorar la experiencia de vuelo, desde el diseño de las cabinas hasta la oferta de servicios de entretenimiento, lo que refleja un esfuerzo por adaptarse a las necesidades y expectativas tecnológicas de los pasajeros, según Santos.

Pero la experiencia del pasajero se extiende más allá del aterrizaje, con mejoras en la gestión del equipaje y en los servicios posvuelo.

Cómo afectarán las medidas de sostenibilidad y el cambio climático al pasajero

y las turbulencias no son tan peligrosas como piensas

La urgencia a la hora de reducir las emisiones en la lucha contra el cambio climático obliga a ser ambiciosos. Por ello, el pasado otoño, PSOE y Sumar retomaron la propuesta que ya había salido a la palestra en otras ocasiones y que desde mayo es una realidad en Francia: prohibir los vuelos domésticos de corta distancia que tienen una alternativa en tren de menos de dos horas y media.

Los datos que vienen de Francia no apuntan a que la medida haya dado grandes resultados y, pese a que numerosas organizaciones no le encuentran el sentido, los cambios en la política nacional y europea que protagonizarán este 2024 decidirán cómo avanza en el camino esta propuesta.

Mientras, los científicos llevan años prediciendo que una de las consecuencias de la crisis climática es el aumento tanto de la frecuencia como de la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, lo que también afecta a los vuelos al aumentar las turbulencias, por lo que prepárate para seguir experimentando movimientos bruscos en tus vuelos. 

En definitiva, y tal como apunta Santos, parece que el futuro de los viajes aéreos reflejará un equilibrio entre innovación y responsabilidad, incluyendo avances que mejoran la experiencia de vuelo de los pasajeros, pero también dando respuesta a las necesidades más globales, tanto sociales como ambientales.

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