La tecnología de Neuralink va por detrás de estos 4 dispositivos cerebro-ordenador: aquí puedes ver la competencia de Elon Musk

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Una ilustración de Elon Musk junto al logo de Neuralink, una de sus compañías tecnológicas.

Getty

  • Neuralink, la empresa de interfaces cerebro-ordenador de Elon Musk, ha conseguido implantar uno de sus dispositivos en un primer paciente humano.
  • Musk asegura que el objetivo es que todo el mundo pueda controlar sus móviles y sus ordenadores con la mente. Sin embargo, la competencia del multimillonario en este sector, en el que otros llevan décadas, es dura.

A finales del pasado mes de enero, Elon Musk anunció que su compañía de interfaces cerebrales, Neuralink, había realizado su primer implante de un chip cerebral humano, un producto que la propia empresa denomina "telepatía".

"Permite controlar el teléfono o el ordenador, y a través de ellos casi cualquier dispositivo, con solo pensar", afirmaba Musk a través de su cuenta de X, la red social que posee y que anteriormente era conocida como Twitter.

Teniendo en cuenta todo el discurso sobre la "primicia" de la implantación en el cerebro humano, alguien podría pensar que el CEO de Tesla va muy por delante de su competencia en este sector.

Sin embargo, los dispositivos de interfaz cerebro-ordenador —BCI, por sus siglas en inglés— implantados quirúrgicamente llevan ya unos veinte años en la cabeza de la gente. Concretamente desde que en 2004 se realizase una operación pionera en Rhode Island, Estados Unidos. 

Desde entonces, han surgido múltiples compañías con dispositivos cada vez más útiles y elegantes, posiblemente muy por delante de donde se encuentra hoy Neuralink, que por el momento ha realizado una única intervención quirúrgica.

Estos son los principales competidores de la propuesta de Musk: 

1. Blackrock

El electrodo implantable de Blackrock, llamado Utah Array, es más pequeño que la uña de un pulgar.
El electrodo implantable de Blackrock, llamado Utah Array, es más pequeño que la uña de un pulgar.

Cortesía de Blackrock Neurotech

En la actualidad, la mayoría de las personas que tienen implantado un BCI en la cabeza llevan un dispositivo de Blackrock. Es difícil obtener cifras exactas, pero los mejores datos sugieren que hay al menos de 50 personas en todo el mundo con una interfaz cerebro-ordenador implantada en el cráneo. De ellas, unas 40 son de Blackrock.

Blackrock Neurotech —no confundir con el gigante de la inversión Blackrock, que no tiene nada que ver— lleva bastante tiempo dedicándose a esto. Con sede en Utah, EEUU, la empresa se fundó en el año 2008.

Por ahora, todos los implantes BCI que propone esta compañía son una forma de que las personas con parálisis grave recuperen su independencia, utilizando sus pensamientos para controlar dispositivos y poder acceder a internet.

Un par de personas con implantes Blackrock han conseguido utilizar su interfaz para conducir un coche, otros han recuperado el sentido del tacto, pero los ejecutivos de este sector sugieren que, en el futuro, las aplicaciones de las BCI podrían ser muy distintas. 

Florian Solzbacher, cofundador de Blackrock, ha señalado que esta revolucionaria tecnología podría ser utilizada algún día por equipos de primeros auxilios, militares u otras personas que no padezcan una discapacidad, pero que busquen una ventaja competitiva o un plus de comodidad.

Por su parte, el CEO de Blackrock, Marcus Gerhardt, ha declarado en entrevista para Business Insider que, aunque todavía está lejos, "la posibilidad de romper esa barrera llegará quizá antes de lo que la gente cree".

2. BrainGate

Pat Bennett fue diagnosticada con ELA en 2012. La enfermedad neurodegenerativa le dejó sin movilidad en músculos fundamentales de la cara, pero un dispositivo BCI le está ayudando a comunicarse de nuevo.
Pat Bennett fue diagnosticada con ELA en 2012. La enfermedad neurodegenerativa le dejó sin movilidad en músculos fundamentales de la cara, pero un dispositivo BCI le está ayudando a comunicarse de nuevo.

Steve Fisch/Stanford Medicine

BrainGate fue pionera en implantar la primera interfaz cerebro ordenador para uso humano en 2004, a partir de una investigación iniciada en la Universidad de Brown, Estados Unidos, a finales de los años noventa. El dispositivo actual del consorcio académico tiene "el tamaño de una aspirina" y lo fabrica Blackrock.

El implante de cada paciente consta de dos o más dispositivos, cada uno con hasta 100 electrodos más finos que un pelo de la cabeza. Se implanta en la superficie del cerebro, sobre el córtex, en las zonas responsables de los movimientos de las extremidades o del habla.

El primer dispositivo BrainGate —que fue la primera BCI implantada— se colocó en la cabeza de Matthew Nagle, un hombre que quedó paralizado de cuello para abajo tras un ataque con un arma blanca. Nagle se convirtió en un formidable jugador del videojuego Pong gracias a su interfaz cerebro ordenador, pero murió en 2007 tras desarrollar sepsis (no relacionada con la BCI)

Elon Musk.

A otros tres pacientes se les implantó el mismo dispositivo de BrainGate de primera generación entre 2004 y 2009.

"No se lee mucho sobre ellos y no suelen acaparar la atención pública, pero eso se debe a que se centran en la investigación fundamental y profunda en este campo", asegura Gerhardt sobre su colaboración con BrainGate.

BrainGate está llevando a cabo ahora un ensayo clínico de su segunda generación de BCI, un dispositivo para personas tetrapléjicas como Nagle llamado BrainGate2. El ensayo, que lleva en desarrollo desde el 2009, acabará previsiblemente en el 2038. Hasta ahora, hay 15 personas con dispositivos BrainGate2.

"Cada increíble participante en el ensayo contribuye de manera extraordinaria al campo, a menudo participando en las pruebas durante años y proporcionando información sobre cómo estos tipos de interfaces implantables van a ayudar a otras personas con parálisis", ha indicado el doctor Leigh Hochberg, líder del ensayo clínico BrainGate, en declaraciones a este medio de comunicación.

3. Synchron

El doctor Thomas Oxley, CEO y fundador de Synchron, sostiene la interfaz cerebro-ordenador stentrode de su empresa.
El doctor Thomas Oxley, CEO y fundador de Synchron, sostiene la interfaz cerebro-ordenador stentrode de su empresa.

Angela Weiss/AFP vía Getty

Synchron, una compañía con sede en Brooklyn, EEUU, ha desarrollado uno de los BCI más pequeños y mínimamente invasivos, y lo ha implantado con éxito en varias personas de todo el mundo, incluidos pacientes de Australia (2020) y Estados Unidos (2022). 

En lugar de colocarse sobre la materia gris del cerebro, como muchos otros dispositivos de interfaz cerebro-ordenador, el stentrode de Synchron se asienta en el interior de los vasos sanguíneos de la cabeza de una persona.

El BCI se introduce en la cabeza a través de una pequeña malla metálica. Del mismo modo que los pacientes con cardiopatías suelen utilizar endoprótesis —o stents— para abrir arterias obstruidas cerca del corazón, Synchron implanta un pequeño andamiaje de electrodos en vasos sanguíneos clave de la parte superior del cráneo, cerca de la corteza motora, para transmitir pensamientos a acciones. 

A continuación, una unidad similar a un marcapasos situada en el pecho traduce esas señales del cerebro de forma inalámbrica a un ordenador o dispositivo.

Elon Musk

Al parecer, Musk estaba frustrado por lo lenta que estaba yendo la investigación de Neuralink en el año 2022 y se puso en contacto con el neurocirujano Thomas Oxley, CEO de Synchron, para invertir en su empresa, según publicó en su momento Reuters

El cofundador de Musk y antiguo presidente de Neuralink, Max Hodak, es inversor de Synchron, pero Hodak explicó una vez a Bloomberg que no quería que su inversión en un rival de Neuralink se viese como un "golpe" a su antigua compañía.

"Estoy seguro de que ellos también se meterán pronto en el mundo de los humanos", dijo entonces el cofundador de Neuralink (refiriéndose a la empresa de Elon Musk, que él mismo había ayudado a fundar).

4. Instituciones académicas de todo el mundo

A la izquierda: Gert Jan sentado, con la gorra de la antena que se comunica con sus implantes cerebrales. A la derecha: Gert Jan entrenándose para poder andar.
A la izquierda: Gert Jan sentado, con la gorra de la antena que se comunica con sus implantes cerebrales. A la derecha: Gert Jan entrenándose para poder andar.

NeuroRestore / Onward

Otras universidades también están a la vanguardia de los dispositivos BCI, con operaciones de investigación puntuales. 

Algunas son tapones visibles que se colocan sobre la cabeza de las personas y requieren una conexión por cable a un ordenador para leer las señales cerebrales. Al menos un hombre utiliza una mochila para transmitir señales desde dos rejillas de electrodos de interfaz cerebro-ordenador dentro de su cabeza a otro implante en su columna vertebral, lo que le ayuda a caminar.

La canadiense Ann Johnson, incapaz de hablar durante casi 20 años tras sufrir un derrame cerebral, está recuperando la capacidad de hablar gracias a un implante BCI de la Universidad de California en San Francisco. El holandés Gert-Jan Oksam, el hombre que se puede ver aquí arriba, puede volver a andar después de que un accidente de bicicleta le dañase la médula espinal, gracias al trabajo realizado por los investigadores de la Universidad de Lausana (Suiza).

"Aún no puedo ir andando al supermercado, pero seguro que ahora puedo mantenerme en pie mucho mejor", explicó Oksam a los periodistas durante una rueda de prensa celebrada en mayo. "Todavía me cuesta andar", dijo. "Pero estoy muy contento de haber conseguido lo que he conseguido".

Lo que Neuralink tiene que demostrar

Interfaz cerebro-ordenador de Neuralink, que cuenta con un botón del tamaño de un pulgar.
Interfaz cerebro-ordenador de Neuralink, que cuenta con un botón del tamaño de un pulgar.

Neuralink vía YouTube

Lo que Neuralink ha hecho hasta ahora no es más que un primer paso para conseguir una BCI operativa

La compañía californiana implantó su dispositivo "cosméticamente invisible" en el cerebro de una persona a finales de enero. Musk ha declarado a la prensa que espera que este primer paciente sea capaz de controlar un ordenador o un teléfono móvil utilizando solo su mente en aproximadamente una semana.

"Dejemos que Elon sea Elon y que nos ayude a imaginar el futuro y nos desafíe a salir de nuestra zona de confort y nuestras limitaciones y a pensar en lo que podría ser posible algún día", apuntaba Gerhardt, director ejecutivo de Blackrock, en declaraciones a Business Insider. "Al final, el problema va a estar en los detalles y va a haber que verlos".

Fundamentalmente, la tecnología de Neuralink no es muy distinta de la de Blackrock. Sin embargo, en lugar de parecerse a un peine diminuto, el dispositivo de Neuralink tiene más de 1.000 finos electrodos que parecen pelos distribuidos en 64 hilos, lo que probablemente suponga un reto quirúrgico más que formidable.

En ese sentido, los detalles del estudio Neuralink publicados en internet afirman que la empresa ha diseñado un robot quirúrgico "para insertar de forma fiable y eficaz los hilos del implante N1 en la región adecuada del cerebro". No está claro en qué parte del procedimiento quirúrgico de Neuralink interviene un humano.

 

El siguiente reto es demostrar que este dispositivo puede ayudar a alguien a recuperar cierta independencia. Por ejemplo, ¿puede esta interfaz cerebro-ordenador ayudar a una persona con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) a comprar por internet?

"Los usuarios iniciales serán aquellos que hayan perdido el uso de sus extremidades", matizaba Musk en su cuenta de X. "Imagina que Stephen Hawking pudiese comunicarse más rápido que un vendedor de subastas. Ese es el objetivo".

Ese objetivo no está descartado, pero llevará algunos años y cierto nivel de entrenamiento. En los próximos días o semanas se sabrá algo más sobre la recuperación del primer paciente de Neuralink.

"Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo experimentamos... esto es mucho más que un problema de ingeniería", declaró recientemente a la BBC el neurocientífico Anil Seth. "El tipo de estrategia que Musk ha encontrado tan exitosa en la fabricación de coches eléctricos o de cohetes, no creo que se transfiera sin problemas a este sector".

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