"Se busca ministra de Economía": el sudoku para llenar el hueco que dejará Calviño si se marcha al BEI

Nadia Calviño

REUTERS/Susana Vera

  • Calviño se ha abierto un hueco nada desdeñable en el Gobierno. Por eso, si se materializa, su marcha al BEI puede suponer un auténtico roto en un momento crucial para la economía española.
  • El Ministerio de Economía es el primus inter pares de las carteras económicas, y España tiene grandes retos económicos por delante, como elaborar un plan fiscal creíble a medio y largo plazo o asegurarse la ejecución de los fondos europeos.

Ni es cualquier ministerio, ni es cualquier ministra. Estuvo a los mandos de Economía en pleno temporal (primero, por la pandemia; después, por la crisis energética y de precios), coordinó el Plan de recuperación, transformación y resiliencia, y ha sido contrapeso en la reforma laboral o con la ley de Vivienda

Nadia Calviño se ha abierto un hueco nada desdeñable en el equipo de Pedro Sánchez. Por eso, de materializarse, su partida al Banco Europeo de Inversiones (BEI) puede suponer un auténtico roto en un momento crucial para la economía. Por eso no va a ser fácil poner a alguien a la altura de los desafíos económicos que se vienen, con la gestión de los fondos europeos o el retorno de las reglas fiscales europeas

Calviño repite como vicepresidenta primera y ministra de Economía. Ayer tomó posesión de su cartera, a la que suma el área de Comercio (aunque pierde Transformación Digital). Pero puede que por poco tiempo

Su aspiración era marcharse al BEI en enero, una decisión que lleva semanas retrasándose. Casualmente, el mismo número de semanas que lleva también retrasándose el Pacto de Estabilidad. Dos acuerdos que dependen de los mismos países, y que previsiblemente se resolverán el mismo día: el 8 de diciembre, en el próximo Consejo Europeo de Asuntos Económicos.

Mientras tanto, todo el mundo lleva días especulando sobre quién podría sustituir a Calviño. El primero, el presidente Pedro Sánchez: no hay más que ver cómo ha repartido juego, desgajando ministerios, fusionando otros, y cambiando a ministros de sitio, como José Luis Escrivá, que pasa de ser ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a ministro de Transformación Digital, un terreno en el que no parece tener tanta experiencia.

No es casualidad que precisamente Escrivá sea uno de los favoritos en las quinielas, aunque también llegaron a sonar nombres como Teresa Ribera, al frente de lo que sonaba a superministerio verde

La pregunta, sin embargo, no debería girar en torno a quién sería la nueva cara detrás de Economía si Calviño se marchara al BEI, sino, sea quien sea, ¿estará a la altura de los desafíos económicos que le esperan a España?

Pedro Sánchez

"No va a costar nada elegirlo, porque va a ser alguien que está ya en el Gobierno", augura José García Montalvo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra. 

Pero, al mismo tiempo, no será un camino de rosas. "Es un reto importante encontrar un perfil que se ajuste a una sustitución adecuada de Calviño, no va a ser fácil", explica Jesús Ruiz-Huerta, director del Laboratorio de la Fundación Alternativas. 

No va a serlo, cuando España tiene grandes retos por delante, como el de elaborar un plan fiscal de ingresos y gastos creíble a medio y largo plazo. Ayer mismo, la Comisión Europea advertía que la situación fiscal de la economía española es muy difícil, y pedía un plan riguroso para reducir el déficit y la deuda pública.

Con una deuda en el 111,2% del PIB y un déficit que supera el 3,5%, la economía española será una de las que más ajuste tendrá que aplicar para ceñirse a los deberes fiscales de Bruselas, sean cuales sean (todavía se están negociando). Ahora mismo, el impulso de los fondos europeos puede amortiguar la magnitud del ajuste, pero no es más que un espejismo temporal. 

Básicamente, España tendrá que asegurarse el crecimiento en tiempos de desaceleración, y al mismo tiempo garantizar la reducción de la deuda con una senda de ajuste creíble que convenza a los mercados y que cumpla con los deberes marcados por las reglas fiscales de Europa.

"España debería haber empezado a anunciar una senda de ajuste hace tiempo, desde que salimos de la crisis. Estamos en una situación muy incierta, con volatilidad de precios, conflictos que pueden terminar afectando a la economía, y donde el crecimiento puede caer en cualquier momento. Si hay una crisis financiera, que puede haberla, los más afectados serán los más endeudados", advierte Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Aunque más allá de Economía hay una infinidad de ministerios de perfil económico o sectorial (Hacienda, Trabajo y Economía Social, Seguridad Social, Industria, Agricultura, Transportes o Vivienda) y otros que necesariamente la tocan de forma transversal (Transición Energética, Transformación digital o Consumo); aunque las 4 vicepresidencias tienen un componente muy económico, Economía es la columna vertebral de todos ellos.

Nadia Calviño, vicepresidenta económica del nuevo gobierno.

"El Ministerio de Economía es el primus inter pares", resume Ruiz-Huerta. O, lo que es lo mismo, Economía es el que corta el bacalao (sin desmerecer de Hacienda, que es quien dice si hay o no dinero para comprar bacalao). 

El Ministerio de Economía se ocupa de la dirección general de la política económica del gobierno. A la hora de elaborar los presupuestos o de aprobar determinadas medidas, es el encargado de ponderar los escenarios macroeconómicos.

De entre todos los candidatos, hará falta un perfil que no solo comprenda los retos que afronta la economía española, sino que también consiga alcanzar consensos internos entre el resto de ministerios. 

En ese sentido, "Calviño es una mujer hábil, preparada y con mucha experiencia en Europa", añade Ruiz-Huerta. Un perfil que se ganó el visto bueno de empresarios, como Ana Botín, que celebró su nombramiento en junio de 2018.

A sus espaldas, una larga trayectoria más técnica que política (ni siquiera está afiliada al PSOE), aunque en los últimos cinco años en el Ejecutivo la vicepresidenta dio un giro de 360 grados que la acercó más al terreno del animal político, y que alcanzó su máxima expresión en sonadas intervenciones en el Congreso. "Ha pasado de ser una figura técnica a política", confirma Montalvo. 

Calviño fue directora general de Presupuestos de la Comisión Europea en plena crisis financiera y también ocupó altos cargos de competencia y mercado interno. Antes de eso, trabajó en el Servicio de Defensa de la Competencia en la etapa de Luis de Guindos como secretario de Estado de Economía, y después con el Ejecutivo de Zapatero, siendo directora general de Competencia.

Ya lo decían los propios socialistas en las últimas elecciones: "Nosotros tenemos a Nadia, y ellos... a nadie". Pero si los socialistas se quedan sin Nadia... ¿a quién tendrán?

Sin Calviño, el PSOE de Pedro Sánchez pierde a su rockstar económica

Evidentemente, no se ha explicitado por parte del Ejecutivo, pero la presunta interinidad de Calviño podría hacer que la persona que ha liderado el despliegue de fondos europeos y parte de la recuperación económica de España tras la pandemia se convierta en una de las ministras del ramo más breves de la historia de la democracia.

Habría que remontarse a hace cinco años para ver otro ministro económico tan breve. Fue el caso de Román Escolano, designado como ministro de Economía, Industria y Competitividad en marzo de 2018. Fue cesado exactamente tres meses después, el 7 de junio del mismo año, por la aprobación de la moción de censura que los socialistas presentaron contra el PP de Mariano Rajoy.

Paradójicamente, Escolano llegó al cargo en sustitución de Luis de Guindos, que se marchó a ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo.

Aunque lleva siendo ministra 5 años, que se resuelva la designación del liderazgo del BEI en su favor y en cuestión de semanas podría hacer que la vicepresidenta ocupe su cartera esta legislatura tan solo 17 días desde que fue designada hasta que tenga que dimitir para encomiarse a sus nuevos retos.

El roto que deja la marcha de un tótem como Calviño a un Gobierno como el de Sánchez es enorme, si bien las cábalas para su sucesión llevan ya un tiempo en marcha. Indistintamente de lo que arrojen, la inédita situación también abre la puerta a otra pregunta. ¿Están los cuadros del PSOE formando a sus economistas de referencia del mañana?

No hay que olvidar que Calviño llegó al Consejo de Ministros sin el carnet de afiliada, más allá de que su padre, José María Calviño, fue director general de RTVE en época de González. Fue fichada por Sánchez cuando era la responsable de Presupuestos de la Comisión, pero su trayectoria arrancó en el Ministerio que ahora dirige primero a las órdenes de Luis de Guindos y después de Pedro Solbes.

Sánchez encontró en Calviño a una profesional solvente y de dilatada experiencia, además de ser una confidente impertérrita, como se refleja en la intrahistoria del último Consejo de Ministros de la anterior legislatura que publicó elDiario.es, y en el que una broma del ministro Alberto Garzón hizo sonreír a todos salvo a la propia vicepresidenta primera.

Otra intrahistoria, sobre cómo Pedro Sánchez escribió su famosa tesis doctoral, sirve también para comprender cómo se forjan esos cuadros. Sánchez logró en 2004 el acta de concejal por el Grupo Municipal Socialista de Madrid. Estuvo en la oposición en una bancada liderada por Trinidad Jiménez.

Pero durante esa época también realizó su tesis, una investigación sobre la diplomacia económica de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Para ello le fue útil integrarse en Economistas 2004, un grupo de jóvenes licenciados y afines al partido que años antes había formado el exministro Miguel Sebastián, quien fuera el director de la Oficina Económica del Gobierno entre 2004 y 2006 antes de recalar en la cartera de Industria entre 2008 y 2011.

Sebastián creó ese grupo para diseñar la estrategia económica de los ejecutivos de Zapatero entre 2004 y 2011. No era la primera vez ni será la última en la que un grupo de economistas se hacen búnker para desplegar tanto estrategia como argumentos para un gobierno. Pasa en todos los espectros ideológicos y en todas las siglas.

Economistas 2004 ayudó a Sánchez a integrarse y a conocer algunos de los que han sido sólidos referentes económicos de los socialistas durante varios lustros después. También a elegir bando en las disputas internas y orgánicas. Pero lo que está claro es que este estilo de dirigente independiente no se queda para siempre en política:

El sector privado suele ser más acogedor que estar en la oposición.

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