Dónde encontrar comida y agua en caso de apocalipsis nuclear: así debes alimentarte para escapar de la radiación

La radiación en los huevos frescos puede detectarse hasta 5 meses después de una catástrofe nuclear.
La radiación en los huevos frescos puede detectarse hasta 5 meses después de una catástrofe nuclear.D-Keine/Getty Images
  • Puede ser difícil encontrar agua y alimentos tras un ataque nuclear o la fusión de una central.
  • En tal caso, limítate a los alimentos almacenados en frigoríficos, armarios u otros espacios sellados.
  • Evita los productos frescos, la carne y los huevos al menos durante varios meses tras una catástrofe nuclear.

Ya sea por una guerra nuclear entre naciones o por la fusión de una central nuclear, el riesgo de que la radiación caiga del cielo es más real que nunca.

En una situación de apocalipsis nuclear, una de las principales prioridades debe ser asegurarte la comida y el agua.

Pero eso puede ser todo un reto, afirma Katsumi Shozugawa, investigador de la Universidad de Tokio que estudió la contaminación de los alimentos tras el desastre nuclear de Fukushima en Japón en 2011.

"En caso de un accidente grave en una central nuclear, existe la preocupación de que los alimentos y el agua puedan contaminarse con materiales radiactivos liberados al medio ambiente desde la planta", explica Shozugawa.

Los radionucleidos —pequeñas partículas radiactivas que pueden dañar el ADN de las células y causar el síndrome de radiación aguda, lesiones cutáneas por radiación y cáncer—se concentran sobre todo cerca del emplazamiento nuclear.

Pero también pueden ser arrastrados a la atmósfera y caer a kilómetros de distancia, un fenómeno denominado lluvia radiactiva. Por ello, existen algunas directrices básicas sobre lo que se debe y no se debe comer y beber en caso de catástrofe nuclear.

1. Empieza con lo que tengas en la nevera

Los expertos recomiendan permanecer en el interior durante al menos las primeras 24 horas tras una emergencia nuclear. Por tanto, la primera solución es la más sencilla: consume los alimentos y bebidas que haya en tu frigorífico.

Como el frigorífico está sellado y la mayoría de los alimentos ya están envasados, es seguro consumirlos, según los CDC ( Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos).

Para cualquier cosa que deba cocinarse, tendrás que intentar minimizar la contaminación. Para ello, limpia la encimera y todos los utensilios de cocina con un paño húmedo. A continuación, guarda el paño en un recipiente hermético alejado de tu familia y mascotas, según las directrices de la agencia sanitaria.

2. A continuación, come lo que haya en el congelador y la despensa

Siguiendo con las directrices de los CDC, los alimentos del congelador o la despensa también deberían ser seguros. Todo lo que se haya guardado detrás de una puerta y esté envasado es seguro.

"Las frutas y verduras enlatadas duran entre uno y 3 años en la despensa y suelen ser buenas fuentes de fibra, vitaminas y minerales", explica a Business Insider la inmunóloga nutricional Megan Meyer.

Sin embargo, deberás tirar la fruta que tengas en la encimera o cualquier otro alimento que pueda haber estado expuesto a la radiación del aire. En otras palabras, los productos frescos que no estén en el frigorífico, el congelador, el armario u otra forma de almacenamiento protector están prohibidos.

3. Recurre al agua embotellada para mantenerte hidratado

Tras un suceso nuclear, toda el agua local —incluida la de pozo—se considera contaminada. La única forma segura de mantenerse hidratado es beber agua embotellada y otras bebidas selladas, por lo que son una parte esencial de cualquier kit de emergencia, según los CDC.

Hervir el agua no eliminará los materiales radiactivos, así que evita cocinar con el agua del grifo.

4. Utiliza el agua del grifo para lavar los alimentos, pero procura no beberla

Puedes seguir utilizando agua del grifo contaminada para lavarte, lavar a otras personas y lavar los alimentos. Esto se debe a que la radiación en el agua suele ser muy baja, por lo que la exposición es mínima, según los CDC.

Pero como existe cierto riesgo, es mejor evitar beber el agua si se puede.

Por desgracia, la deshidratación puede afectar rápidamente. Si no tienes agua embotellada, piensa en qué otros lugares de tu casa se almacena el agua, como el depósito de agua caliente o incluso la parte posterior del inodoro, aconsejan los CDC.

Si no tienes agua potable, es mejor beber agua potencialmente contaminada que pasar sed, sostiene la agencia. Una persona sólo puede sobrevivir de 2 a 4 días sin agua.

5. Prescinde de verduras frescas o huevos

Malas noticias para los granjeros: es mejor prescindir de frutas, verduras o huevos frescos inmediatamente después de una emergencia nuclear.

La investigación de Shozugawa detectó radiación en los huevos de gallina desde el primer día en que comenzó la vigilancia alimentaria, y continuó detectándose durante al menos 5 meses.

6. Toma medidas para proteger tus cultivos para más adelante

En una emergencia nuclear los organismos gubernamentales deberían informarte de cuándo es seguro comer productos cultivados en tu localidad. Pero como es probable que un apocalipsis nuclear tenga consecuencias duraderas, querrás empezar a planificar con antelación.

La Organización Mundial de la Salud recomienda cerrar las rejillas de ventilación si tienes un invernadero. Si tienes ganado, trasládalo al interior o a un establo y déjalo allí.

Si puedes recoger productos maduros inmediatamente después del suceso, antes de la lluvia radiactiva, guárdalos en un contenedor sellado. Pero si no puedes —y seamos sinceros, no es probable que tu primera reacción ante un evento nuclear sea recoger verduras—, no te molestes en hacerlo después, ya que no será seguro comerlas.

7. Limítate a los alimentos envasados saludables

Una vez que hayas revisado tu nevera, congelador y alacena, la apuesta más segura para conseguir más alimentos es comprar (o encontrar) alimentos envasados que se hayan producido antes de la emergencia nuclear, indica la OMS.

De acuerdo al organismo, los alimentos preparados comercialmente y de larga conservación, como el arroz integral y las verduras enlatadas, suelen ser seguros, ya que los envases de plástico y las latas pueden proteger los alimentos de la radiación.

 

"El pescado enlatado, como el atún, el salmón y las sardinas, y la carne magra, como el pollo, son excelentes opciones porque aportan proteínas de alta calidad y grasas saludables, y pueden conservarse durante 3 o más años sin abrir", afirma Meyers.

Meyer también recomienda los frutos secos, las mantequillas de frutos secos, el arroz, las barritas de proteínas y la avena porque son nutritivos y duraderos.

8. Ten en cuenta las fechas de caducidad

En caso de emergencia, no hay que desechar todos los alimentos sólo porque haya pasado su fecha de caducidad, explica Meyers.

Estas fechas puede referirse a consumo preferente y "se refieren a la calidad, frescura o sabor del alimento y no a su seguridad", aclara. La única excepción es la leche de fórmula para bebés, que no debes utilizar después de su fecha marcada, añadió. Por supuesto, también debes evitar alimentos muy perecederos como carnes y pescados. 

Fíjate en la calidad del envase y del alimento.

"Si las latas están abolladas, oxidadas o hinchadas, tíralas", ya que pueden ser un signo de botulismo u otras enfermedades transmitidas por los alimentos, asegura Meyers.

9. No caces

Alimentarse de la tierra parece una habilidad esencial para la supervivencia.

Pero en caso de catástrofe nuclear, la tierra, junto con las plantas y los animales que hay en ella, están potencialmente contaminados, y por eso la OMS no recomienda cazar.

La investigación de Shozugawa descubrió que la radiación puede ser especialmente alta en algunos animales de caza debido a su dieta. Por ejemplo, los ciervos que viven de las plantas estarían expuestos a la radiación.

10. Evitar las setas

Shozugawa descubrió que la radiación en las setas alcanzaba su punto máximo meses más tarde en comparación con los niveles de radiación en otros tipos de productos, incluidas las verduras cultivadas en la superficie, como los tomates, y las cultivadas bajo tierra, como las zanahorias.

En resumen, seguía siendo peligroso comer setas incluso cuando otras plantas volvían a ser aptas para el consumo.

Por lo tanto, evita los hongos silvestres o los de tu jardín.

Sin embargo, si te refugias en un búnker, cultivar setas mientras estás allí abajo puede convertirse en una gran fuente de alimento, ya que no necesitan mucha luz solar, según David Denkenberger, fundador de la organización sin ánimo de lucro Alliance to Feed the Earth in Disasters, que investiga formas de proteger el suministro mundial de alimentos durante una catástrofe global.

12. Instrucciones especiales para la alimentación de los lactantes

Los CDC tienen toda una guía sobre la alimentación de los lactantes en estas situaciones. Si estás alimentando con leche artificial, recomiendan usar leche ya preparada o prepararla con agua embotellada.

Si está amamantando, por lo general es seguro continuar, especialmente si estabas en el interior durante el desastre. Sin embargo, si has estado expuesta a la radiación, es mejor recurrir a leche extraída previamente o a leche artificial hasta que te vea un médico. Continúe amamantando si no tiene leche o fórmula a mano, según las directrices de los CDC.

13. Prepárate para cambios a largo plazo

Los alimentos como los productos agrícolas, la carne y los productos lácteos pueden estar contaminados por la radiación a largo plazo, especialmente en las zonas cercanas al lugar de la catástrofe.

Tras el desastre de Fukushima, fue frecuente que los países prohibieran la importación de ciertos alimentos japoneses procedentes de la región afectada. En EEUU no desactivó esa orden hasta 2021, más de 10 años después.

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