Las elecciones de Estados Unidos, una amenaza para el negocio de Wallbox

Todo el mundo está muy pendiente de las próximas elecciones que se celebrarán en noviembre en EEUU. Allí, el actual presidente, Joe Biden, buscará repetir en el cargo, pero se enfrenta a un duro rival, Donald Trump. Precisamente, el candidato republicano tiene muchas opciones de ganar, lo que preocupa a muchas empresas.

Una de las que mira con recelo esta posible victoria es Wallbox. Según publica El Confidencial, la compañía española advierte a sus inversores de que "las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 podrían crear incertidumbre o condiciones desfavorables con respecto a los aspectos legales, fiscales y regímenes regulatorios en los que opera la compañía".

En concreto, estas preocupaciones se deben a las posibles modificaciones que podría sufrir el megaplán de subvenciones y ayudas a la descarbonización activado por la Administración Biden, dentro de la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés).

Según detalla la empresa a sus inversores, "una futura administración de los EEUU o futuros gobiernos en cualquiera de las jurisdicciones que son importantes para nuestras operaciones y negocios, podrían realizar cambios políticos o legislativos que nos pongan en desventaja competitiva, hagan cambios que para nosotros resulten prohibitivamente costosos, hagan poco atractivas nuestras iniciativas comerciales o puedan impactar negativamente en la demanda de nuestros productos y servicios". 

"La Administración Biden ha comprometido más de 369.000 millones de dólares (340.000 millones de euros) para inversiones climáticas, lo que representa la mayor inversión individual en esta área en la historia del país. El paquete incluye incentivos y préstamos tanto para consumidores como para empresas con el objetivo de reducir las emisiones en un 40% para 2030", explica Wallbox.

Si Trump es reelegido, los estadounidenses planean huir en masa

Además, añaden que temen que "cualquier reducción en reembolsos, créditos fiscales u otros incentivos financieros podría afectar negativamente al mercado de vehículos eléctricos y afectar negativamente a nuestras operaciones comerciales, potencial de expansión y resultados financieros".

Wallbox, que se dedica al negocio de los cargadores de los coches eléctricos, teme cualquier tipo de desincentivo. Mirando otros países, como Alemania, donde estas ayudas se han eliminado, las compras de este tipo de vehículos han caído y eso es algo que puede perjudicar enormemente a la empresa española.

Pero esto no es algo que solo señale Wallbox. Fabricantes como Nissan o General Motors también han advertido que la eliminación del plan de ayudas de Biden perjudicaría las ventas de vehículos eléctricos en EEUU, según publicó el Financial Times, que se hacía eco de que los asesores del expresidente Donald Trump revelaron planes para destripar la legislación ecológica del país si salía elegido.

De hecho, The New York Times publicó recientemente que "el expresidente Donald J. Trump ha atacado repetidamente elementos centrales de la Ley de Reducción de la Inflación, incluidos los créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos". Según señaló el magnate en campaña, estas ayudas estaban destinadas a subvencionar coches eléctricos de lujo a los ricos.

Pero no solo esto, otro punto que le preocupa a Wallbox es que se continúe con el proteccionismo. "Los nuevos aranceles y políticas de incentivos implementados por la Administración Biden que favorecen los equipos fabricados o ensamblados en fábricas estadounidenses podrían ponernos en desventaja competitiva si no somos capaces de desarrollar nuestra capacidad de fabricación en los EEUU en los plazos que actualmente esperamos".

Esto es algo que también se teme en Europa, con las últimas medidas tomadas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien aprobó a finales del año pasado una investigación antidumping contra las marcas chinas y está a punto de introducir aranceles a estos mismos fabricantes.

Además, Wallbox viene advirtiendo desde hace tiempo de la competencia que puede surgir de los biocombustibles. 

"Mayores avances y mejoras en la asequibilidad de tecnologías alternativas, como el diésel renovable, el biodiésel, el etanol, las pilas de combustible de hidrógeno o el gas natural comprimido, la proliferación de sistemas de propulsión híbridos que utilizan dichos combustibles alternativos o mejoras en la economía de combustible de los vehículos de combustión, ya sea como resultado de una regulación o de otro modo, puede material y afectar negativamente la demanda de vehículos eléctricos y estaciones de carga de vehículos eléctricos en algunos mercados".