Elon Musk se perfila como el Henry Ford de nuestra generación, para bien o para mal

Nora Naughton,
Grace Kay
| Traducido por: 
Elon Musk, CEO de Tesla, y Henry Ford, fundador de Ford.
Elon Musk, CEO de Tesla, y Henry Ford, fundador de Ford.

Henry Guttmann Collection/Hulton Archive/Getty Images y Slaven Vlasic/Getty Images para The New York Times

  • Elon Musk y Henry Ford comparten muchas similitudes.
  • Ambos han revolucionado la industria del automóvil.
  • Los dos también han sido expertos en provocar conflictos públicos.

Cien años después de que Henry Ford transformara la industria del automóvil con la cadena de montaje, Elon Musk, CEO de Tesla, está haciendo lo mismo con los coches eléctricos.

Musk es una figura única en una generación cuyo legado se está volviendo complicado en tiempo real, algo similar a lo que ocurrió con el fundador de Ford, que revolucionó la producción de vehículos.

Musk y Ford llevan varios años siendo comparados. Ford no inventó el coche, pero encontró la forma de llevar el transporte personal a las masas. Del mismo modo, Musk no inventó los vehículos eléctricos, pero los popularizó.

Musk y Ford marcan la historia de la industria automovilística estadounidense, afirma Martin French, director general de la consultora de automoción Berylls.

"Lo que hizo Elon Musk fue sacudir totalmente una industria que en realidad no cambió demasiado después de que Henry Ford la reinventara hace 100 años", afirma French. "Sin Elon Musk y Tesla, ¿dónde estaríamos hoy en materia de vehículos eléctricos y fabricación de automóviles? En los últimos 15 años, Elon ha revolucionado todo".

A este multimillonario grandilocuente, cuyo imperio incluye Tesla, SpaceX, The Boring Company y X (antes Twitter), se le suele atribuir el mérito de marcar el comienzo de una revolución de los vehículos eléctricos al hacer por fin que los coches impulsados por baterías sean modernos y accesibles. Además de la tecnología de los vehículos eléctricos, Tesla ha liderado las innovaciones en software para vehículos y parece dispuesta a dominar el mercado de la recarga rápida con su red de supercargadores.

Tesla Model 3.

Ambos fueron agentes del cambio en la industria en momentos críticos

Tanto Musk como Ford aprovecharon su poderío industrial para controlar el precio de los vehículos y abrir paso a una nueva generación de propietarios de vehículos.

Incluso el actual CEO de Ford, Jim Farley, ha señalado las similitudes. A principios de este año, destacó que Musk había tomado una página del manual de Henry Ford con su guerra de precios de los coches eléctricos. Su movimiento es sorprendentemente similar al de Ford en 1913, cuando la empresa empezó a utilizar la cinta transportadora en su cadena de montaje y comenzó a recortar los precios del Modelo T para impulsar las ventas.

Musk también ha reconocido la conexión y ha expresado su admiración por Ford, llamándole "genio de primer nivel" en una entrevista con el estadounidense Joe Rogan a principios de este año.

El lado negativo de su "genialidad"

A pesar de su éxito (o quizá a causa de él), Ford y Musk también comparten algunos puntos débiles, los que puede suponer el grado de popularidad que ambos ejecutivos han acumulado en sus carreras.

Ambos empezaron sus carreras como empollones, más o menos, con grandes ideas y ambiciones altruistas, pero a medida que su estrellato crecía, empezaron a compartir ideas menos agradables.

William Klepper, profesor de gestión que imparte un curso de liderazgo ejecutivo en la Columbia Business School, explica a Business Insider que se trata de un fenómeno demasiado común que se ve agravado por el halo de "hombres—sí" que rodea a las personas de su estatus.

"Es el caso clásico del emperador desnudo al que nadie se atreve a decírselo", resume Klepper.

Cuanto más brillaba la estrella de Ford, más se envalentonaba para compartir con el mundo todas sus ideas, no todas tan universalmente adoradas como la cadena de montaje o el salario de 5 dólares diarios de la cadena de montaje.

Ford pregonó sus opiniones antisemitas y racistas en los medios de comunicación y compró su propio periódico para difundirlas aún más. A medida que Ford se centraba cada vez más en otras cosas, su empresa empezó a quedarse atrás. En la década de 1920, Ford se dedicaba a la energía hidroeléctrica y a la fabricación de aviones, mientras Alfred P. Sloan y General Motors le pisaban los talones.

En 1929, GM ya era la mayor empresa automovilística del mundo y Ford quedó rezagada hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el nieto de Ford se hizo cargo de la empresa.

Del mismo modo, a medida que Musk se ha ido haciendo famoso, se ha mostrado cada vez menos dispuesto a aceptar su propia falibilidad. El multimillonario suele atraer la polémica e insiste en compartir sus opiniones bajo el pretexto de la "libertad de expresión".

El año pasado, algunos inversores y partidarios de Tesla empezaron a temer que Musk repitiera los errores de Ford. Musk compró la enorme red social Twitter, a la que más tarde rebautizó como X, en 2022 y a menudo utiliza la plataforma para enarbolar discursos de odio y teorías conspirativas.

"Con tanta genialidad suele haber algunas complicaciones", dice French. "Musk está en peligro de desbaratar su propio legado según la opinión de algunas personas".

Elon Musk introducing the second-generation Tesla Roadster, November 16, 2017.

El 'Tesla-bro'

Durante años, Musk fue considerado un enemigo de las "grandes petroleras" y un guerrero del medio ambiente. Los primeros usuarios de Tesla apostaron a menudo por la tecnología de los coches eléctricos por sus beneficios medioambientales y conducían sus Teslas para demostrar su altruismo y compromiso con el planeta.

Con el tiempo, sin embargo, la personificación del 'Tesla-Bro' se ha transformado en un concepto más cercano a la extrema derecha y a la teoría de la conspiración, al igual que el propio Musk. Mientras tanto, algunos de los primeros usuarios de Tesla han empezado a distanciarse del CEO, poniendo pegatinas en sus coches eléctricos denunciando a Musk o incluso deshaciéndose por completo de sus Teslas.

Durante gran parte de la historia de Tesla, el personaje público de Musk ha sido una fuente de publicidad gratuita para la marca, pero en 2023 la conexión de Musk con la empresa ha dado un giro a peor.

El asunto pareció llegar a un punto de ebullición en noviembre, cuando el multimillonario apareció para impulsar un post antisemita en X. La reacción de los fans de Tesla, inversores, anunciantes y más no se hizo esperar.

"Estoy recibiendo un aluvión de mensajes de clientes que quieren desvincularse de Tesla y de todo lo que tenga que ver con Elon Musk", escribió un inversor de Tesla, Ross Gerber, en X. "Muchos dicen que también están vendiendo sus coches. ¿Qué le está haciendo a la marca Tesla?".

Otros inversores pidieron al fabricante de automóviles que buscara un nuevo CEO.

Sin embargo, al igual que Henry Ford, cuyo nombre y retrato todavía están esparcidos por toda su ciudad natal de Dearborn, Michigan, Musk tiene facilidad para reponerse y recuperar el apoyo de compradores e inversores.

"Elon se ha convertido en una figura a la que se ama o se odia", afirma French. "Pero dando un paso atrás y observando la industria desde una distancia prudencial, que es mi trabajo, tengo que decir que lo que Tesla ha hecho es realmente extraordinario".

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