La castaña es un alimento típicamente otoñal. En nuestro país la recolecta comienza en octubre y se prolonga hasta el invierno. Comerlas asadas en un clásico, pero hay otras formas de catarlas. Si quieres recibir más cantidad de aminoácidos, fibra insoluble y fibra total, es mejor tomas las castañas asadas que cocidas, tal y como apuntan varios estudios.

La afición de los romanos por este fruto originario de Italia fue tal que lo expandieron por todo el Imperio, siendo considerado hoy el castaño una especie autóctona.

La variedad de castaña que se consume habitualmente es la castaña común o castaña europea, si bien existen otros 3 tipos: la castaña china, la castaña japonesa y la americana, informa la Fundación Española de Nutrición.

El fruto seco con menos calorías

Se trata del fruto seco con menor cantidad de calorías y grasa. Frente a las 611 calorías y los 59 gramos que te aportan 100 gramos de nueces, las castañas suponen 209 calorías y 2,6 gramos de grasas. 

Esto se debe a que en su composición se parece más a un cereal, siendo por ello fuente de fibra e hidratos de carbono complejos.  Lo que puede favorecer un mejor de equilibrio del azúcar en sangre, evitando riesgos de obesidad o diabetes tipo 2.

Es además uno de los alimento recomendados para la hipertensión, por la Sociedad Españoa de Endocrinología y Nutrición.

El contenido nutricional de la castaña destaca además por ser fuente de fósforo y potasio. El primero es clave en la formación de huesos y dientes mientras que el segundo se requiere para la correcta función de los nervios, la contracción de los músculos y para que el ritmo cardíaco se mantenga constante.

Los contenidos en vitaminas no son muy significativos, pero aporta cantidades importantes de vitaminas del grupo B, principalmente B1 y B6. Todas ellas protegen tu cerebro a medida que envejece, de acuerdo con los nutricionistas de Harvard.

Además, las castañas contienen una serie de antioxidantes protectores ya que son ricas en taninos compuestos polifenólicos conocidos por estar presentes también en el vino tinto a través de la uva. Protegen protegen a las células ante los radicales libres, poseen propiedades astringentes y antiinflamatorias.