Glovo recibe una multa de 57 millones de euros en Madrid por usar "falsos autónomos" y repartidores sin papeles

Un rider de Glovo.
Un rider de Glovo.
  • La Inspección de Trabajo multa a Glovo con 57 millones de euros en Madrid por utilizar falsos autónomos. 
  • La sanción es anterior a la ley rider, señalan desde la compañía. Además, la policía laboral multa en este caso a la empresa de reparto por emplear personas sin permiso de trabajo.

Nuevo varapalo a Glovo por parte de la Inspección de Trabajo. Esta vez la sanción asciende a 57 millones de euros por utilizar a 7.800 repartidores en Madrid como "falsos autónomos", según ha publicado en exclusiva la cadena SER.

Esta multa se suma a la del pasado mes de septiembre en Barcelona y Valencia por esta misma razón, y que fue de 80 millones de euros. Desde la empresa catalana señalan que esta sanción en Madrid se corresponde con un período anterior a la entrada en vigor de la ley rider.

Dicha ley presume la relación laboral entre plataformas y repartidores. Glovo, tras la llegada de la nueva regulación, modificó su sistema de asignación de pedidos para eludir dicha laboralidad y a día de hoy, su nuevo modelo laboral está pendiente de que un órgano judicial considere que es ilegal.

Un portavoz de Glovo ha resaltado que "la propuesta de sanción hace referencia a un modelo operativo que ya no existe en España". La empresa adelanta que van a recurrir.

En total, Glovo suma 205,3 millones de euros de multas por la cuestión de los falsos autónomos en nuestro país. 

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El pasado año, la compañía catalana tuvo unas pérdidas de 300 millones de euros, según adelanto su actual dueño, la alemana Delivery Hero, en la presentación de resultados del tercer trimestre. En el 2021 las pérdidas fueron de 495 millones de euros, y un año antes estas fueron de 51,4 millones. La empresa de reparto nunca ha sido rentable a nivel global.

El Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, lleva varios meses detrás de las plataformas de reparto. En diciembre, desde el Gobierno se aprobó una reforma del Código Penal, que contempla penas de hasta 6 años de prisión, a aquellas empresas que recurran ilícitamente a la “contratación bajo fórmulas ajenas al contrato de trabajo” de manera reiterada.

'Riders' sin papeles y cuentas fantasma

Además de la multa por utilizar falsos autónomos, la Inspección de Trabajo ha sancionado a Glovo por “el trabajo irregular de personas extranjeras sin el correspondiente permiso de trabajo”, recoge elDiario.es, aludiendo a fuentes de la investigación.

Desde Glovo explican que los trabajadores extranjeros empleados no tenían permiso de trabajo, pero sí estaban dados de alta como autónomos.

En el sector del delivery y bajo el actual modelo de riders autónomos que la nueva regulación no ha logrado sepultar —Glovo continúa con él y el verano pasado Uber volvió otra vez a este sistema— existe un mercado negro de cuentas alquiladas. 

Los propietarios de estas licencias que están dados de alta en la plataforma de reparto alquilan a terceros sus cuentas, en la mayoría de los casos a personas sin papeles, para que sean estos quienes trabajen a cambio de una comisión.

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En este reportaje publicado en Levante EMV cuentan cómo estos trabajadores, venezolanos y colombianos en su mayoría, se quedan con el 70% de lo que facturan y pagan el restante 30% a los propietarios de las cuentas.  

"Ponle que si un mes gano 700 euros se me puede quedar en 450 euros, y el dueño de la cuenta se queda el resto", contaba un rider de Glovo al medio valenciano. 

Muchos de esos repartidores trabajan prácticamente todo el día, de lunes a domingo. Todo ello, mientras tramitan sus papeles en extranjería, y como única opción para vivir, ya que en todos lados les piden el permiso de trabajo para contratarles, según contaban varios a Levante EV.

Desde hace unos meses, lograr una cuenta para trabajar en Glovo en ciudades como Madrid o Barcelona, es prácticamente imposible. Como pudo comprobar Business Insider, una solicitud para repartir como autónomo, realizada a finales de noviembre, tuvo un tiempo de espera de más de un mes. Después de ese mes, la única respuesta que obtuvo fue una oferta para trabajar como repartidor asalariado en los supermercados fantasma. 

Esto ha hecho que las cuentas fantasma, un fenómeno que siempre ha existido en el sector, se disparen y la tónica diaria en los grupos de Facebook y WhatsApp de repartidores sea decenas de publicaciones en las que personas buscan alquilar alguna cuenta de este tipo.

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