Graphext, la startup española de análisis de datos en la que Unión Europea ha invertido 1,7 millones de euros para competir en el mercado internacional

Optimizar recursos, mejorar la búsqueda de soluciones y tomar buenas decisiones es lo que busca cualquier empresa que confía en Graphext, la herramienta de análisis de datos que, a sólo un clic, da acceso a un infinito número de líneas de código que no necesitas siquiera entender.

Qué producto se vende más, por qué y cómo recuperar o mantener a los clientes que se van. Qué características tienen los pacientes que reaccionan bien a un tratamiento —cómo no, en auge dada la vital relevancia que han tomado las farmacéuticas y biotecnológicas en medio de la pandemia—. O bien, qué jugador tiene las mismas características que Cristiano Ronaldo, pero cuesta menos dinero. 

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Con un equipo de aproximadamente 16 personas, sede fiscal en Madrid, y social en Granada —en el hogar familiar de Victoriano Izquierdo, su CEO y cofundador, porque todo queda en casa—, Graphext se prepara para ser la herramienta más eficiente y de más fácil acceso a nivel internacional para analizar datos enredados, cuenta a Business Insider España. 

Con una inversión de más de 3,5 millones de euros podrían sobrevivir más de 2 años sin clientes, pero tienen que trabajar como si se fueran a morir en 2 meses

Una gran apuesta conlleva, en la mayoría de las ocasiones, un gran riesgo.

Sin embargo, dada su naturaleza de startup y la inversión pública y privada, Graphext puede permitirse invertir muy por encima de lo que la parte conservadora de Izquierdo lo haría en medio de una crisis económica. 

"Al principio [de la pandemia de COVID-19], como a casi todo el mundo, nos generaba una incertidumbre enorme porque la mayoría de nuestros clientes son agencias o departamentos de marketing de grandes empresas. Y esos presupuestos se han congelado bastante porque baja el consumo, no hay publicidad, y como no pones anuncios, no te gastas el dinero en cómo diseñar campañas con datos", explica de su experiencia durante los meses de confinamiento. 

Pero, a largo plazo, no es la supervivencia lo que a Graphext le preocupa.

"Empezamos a tener otros casos de uso que cada vez son más prominentes y que es lo que queremos para el futuro de la empresa. Uno de ellos es usar datos internos, segmentar clientes, que productos se compran juntos, se venden más... Pero estamos consiguiendo cerrar otros contratos muy interesantes que implican hasta a farmacéuticas para diseñar medicamentos con datos". 

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La startup ha conseguido, aproximadamente, más de 3,5 millones de euros de financiación pública y privada.

Su primera ronda contó con 530.000 euros, precisa Izquierdo, de la mano de KFund como inversor principal —que también ha invertido en otras startups como Goin o Clevernet—. La segunda de ellas, hace ahora mismo 1 año y medio, de 1 millón de euros. 

Mientras, se convierte en la gran apuesta europea con una financiación de 1,7 millones de euros de los fondos H2020 y, de España, con 200.000 euros. 

"Si sumas todas las cifras son como 2 millones de fondos públicos y millón y medio de inversores privados", especifica Izquierdo y explica que, al final, este margen es el que te condiciona a invertir en la empresa. 

"La inversión de privados, y también de la Unión Europea que lo hace en startups en las que ya ha invertido el sector privado para competir con el americano, te condiciona a gastar. No puedes ser tan conservador como yo lo hubiera sido si el dinero fuese financiación propia", explicita pero aclara que, aunque le metas más dinero y quieras ir más rápido, contratar a gente buena requiere mucho tiempo y procesos que no se pueden llevar en paralelo.

"Aun así, si todos nuestros clientes se fueran, y estuviéramos gastando al ritmo al que estamos gastando, tendríamos más de 2 años y pico de sobrevivir. Lo cual es un lujo. Pero, al mismo tiempo, tenemos la presión de la financiación y de cómo funcionan las startups, que no podamos relajarnos y tenemos que estar ahí como si nos fuéramos a morir en 2 meses". 

"Tenemos una visión a 10 años. Queremos ser uno de los mejores productos del mundo de datos", sostiene.

No obstante, la situación actual le ha hecho cambiar algunos de sus planes que, si bien han sido pequeños, tienen una gran repercusión para Graphext. 

"Los planes que teníamos este año de doblar la facturación del año pasado, no creemos que vaya a ser así. Sobre todo, porque íbamos a fichar a más gente de negocios y ventas. Pero lo que hemos hecho ha sido incentivar el invertir en personal de producto. Más programadores, por ejemplo".

"Nos ha puesto en condición de competir cara a cara con los mejores productos de software del mundo para analizar datos", resalta su CEO, Victoriano Izquierdo

A pesar de lo que implica en términos de esfuerzo y presión, Izquierdo considera que la confianza depositada en Graphext por parte de dichos inversores les ha dado una considerable ventaja competitiva. 

"En nuestro caso sí que nos ha puesto en condición de competir cara a cara con los mejores productos de software del mundo para analizar datos", resalta el ejecutivo.

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Por ello, además de las capacidades de la propia herramienta para "predecir" —o más bien concluir a través de algoritmos las mejores combinaciones de datos para responder a la pregunta del cliente—, se enfocan en extender su uso a nivel internacional. 

"Hoy en día, ser un producto de software local todo son desventajas competitivas, porque no estás vendiendo a potenciales clientes que te contratan a un clic de distancia. Ese es el reto de este año. Nos estamos centrando en llegar a una audiencia más global fomentando y creando más contenidos en otros idiomas".

Graphext le dice a las empresas por qué se han ido los clientes y cómo retener a los que se quieren ir

"Lo que casi todas las empresas utilizan son los cuadros de mandos o dashboards en los que monitorizan y ven ciertas métricas concretas para ver qué está funcionando. Pero, para saber por qué está creciendo o está dejando de crecer, intentas ver un montón de otras cosas que, hoy en día, son cientos de variables", introduce Izquierdo.

A esto, Graphext lo que hace es dar la oportunidad de resumir e intuir, a partir de la combinación de datos de un algoritmo, qué es lo que está influyendo en determinados resultados —ya sea de clientes, que la eficacia de la comunicación a través de redes sociales como Twitter—. 

"¿Qué pasa? A uno de esos indicadores les puede estar afectando otras tantas variables. Es decir, no suele ser una cosa, sino la combinación de varios factores en momentos distintos. Estos análisis son como análisis predictivos y las empresas no tienen esa capacidad para hacerlos al uso", explica el CEO.

Izquierdo suele traducirlo en: "Si piensas en un problema humano, como buscar pareja, hay un montón de cuestiones que tienes que resolver. Por ejemplo, que tenga un rango de edad determinado, unas inquietudes sobre temas que a uno le interesan, que viva cerca o quiera compartir, etc. Para tomar estas decisiones lo que hacemos es combinar todas esas variables y ponderarlas para saber cuál tiene más peso en función de otro".

Eso hace Graphext con los datos internos de una empresa, además de predecir tipos de comportamientos futuros. 

"Se aplica a cosas muy concretas, una de ellas, es predecir qué clientes te van a dejar de comprar. Esas métricas explican a ese tipo de negocio cómo va a ir. Sabes anteponerte a qué características tiene o qué tal puede resultar aplicar, por ejemplo, un descuento, oferta múltiple e incluso que le hable al teléfono un hombre o una mujer". 

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El reto está en la información. ¿Qué datos tienen las empresas bien medidos y con muchas variables como para responder a esas preguntas complejas?

Según Izquierdo, este reto cada vez se supera más.

"Sin duda, está habiendo un salto cualitativo muy grande en los últimos años. Ahora cada vez es más fácil que haya empresas que tienen hasta sensores en la fábrica de cada parte del proceso industrial o hasta los supermercados que ponen cámaras [como ha hecho Mercadona] y ven que las personas ven un producto y seguido van a ver otro...", cuenta mientras señala que hay empresas del Ibex35, con millones y millones de euros, que no saben cuánto dinero se ha gastado un cliente.