La enigmática Palantir quiere llevar la IA a la guerra

IA en la guerra

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  • Palantir, la opaca empresa especializada en proveer de software de manejo de datos a agencias gubernamentales como la CIA, ha anunciado su intención de llevar la IA a la guerra.
  • Lo ha hecho mediante un vídeo en YouTube que advierte de que los grandes modelos lingüísticos de IA deben "ser controlados en contextos tan sensibles", aunque no da detalles de cómo lo hará.

Aunque el proyecto está en marcha desde hace casi 20 años y acumula un valor de capitalización bursátil de más de 16.000 millones de dólares, la verdad es que no se sabe demasiado de Palantir. 

Fundada, entre otros, por Peter Thiel, a su vez uno de los cofundadores de la aplicación de gestión de pagos de PayPal, se dice que Palantir en su origen fue precisamente un spin-off  de PayPal, que, en su intento por tratar de evitar el fraude, dio con un potente sistema de manejo de datos que no solo permitía arreglar problemas, sino anticiparse a ellos.

Agencias gubernamentales como la CIA y el FBI vieron de inmediato un filón. Si la tecnología desarrollada por Thiel era capaz de prever las estafas, entrenada con la ingente cantidad de datos que obra en poder de un país como EEUU, ¿qué no se podría hacer con ella en el ámbito de la seguridad nacional, la inteligencia y la contrainteligencia?

Regada con miles de millones de euros que procedían del Pentágono, Palantir se puso manos a la obra de inmediato. Desde entonces, poco se sabe de ella. Rumores, habladurías. Se dice, por ejemplo, que su software pudo estar detrás de la detención y el asesinato de Osama Bin Laden en 2011. También que ha podido anticipar ataques enemigos en Afganistán.

Mientras se habla de ella, Palantir sigue trabajando en la sombra y cobrando. Uno de sus últimos contratos firmados con el Departamento de Defensa de EEUU, que va de 2016 a 2021, está cifrado en más de 275 millones de dólares, tal y como refleja un portal de transparencia estadounidense.

 

Todo hace pensar que no será la última colaboración entre Palantir y el Gobierno de EEUU. Sobre todo, después de que hace apenas 3 días la empresa anunciara en un vídeo colgado en su propio canal de YouTube su intención de llevar la IA a la guerra.

Lo hará mediante lo que ha bautizado como Palantir Artificial Intelligence (AIP), un software que, según explica la propia empresa, permitirá ejecutar grandes modelos lingüísticos (LLM, por sus siglas en inglés) como GPT-4 en el campo de batalla.

La principal consecuencia de esto es que la IA se convertirá en un consejero de la guerra más. En uno de los ejemplos proporcionados por Palantir, un alto cargo pide a la IA imágenes más nítidas de un territorio en el que sospecha que se puede estar acumulando tropa enemiga. 

De inmediato, la AIP entiende que lo que se necesitan son fotos sobre el terreno, con lo que manda a unos cuantos drones. La última tecnología al servicio de la inteligencia militar.

Pero el ejemplo no se detiene aquí. Identificado el enemigo, la plataforma de Palantir proporciona a su usuario una serie de opciones entre las que se encuentra el atacar la zona con un F16. Con tan solo apretar un par de botones, el ataque se ejecuta. 

La idea incluso es que el software reconozca capacidades propias y ajenas que tienen que ver por ejemplo con el equipamiento para que quien toma la decisión pueda hacerlo teniendo toda la información disponible. En el futuro que propone Palantir, la guerra se asemeja más que nunca a un videojuego.

 

Aunque en el inicio del propio video Palantir advierte de que estas tecnologías deben desarrollarse de un modo ético, legal y controlado dado el "contexto especialmente sensible" en el que se van a desplegar, existen dudas sobre qué entiende la empresa por frontera legal y cómo va a conseguir que nadie se la salte.

Las últimas noticias que llegan del seno de Palantir, que hasta hace no mucho buscaba personal en España, no invitan al optimismo. 

Preguntado el pasado mes de enero en el foro de Davos sobre los posibles conflictos éticos que puede vivir un trabajador de la empresa debido al uso que se está dando a su tecnología, Alex Karp, CEO de Palantir, se limitó a decir que quien no está de acuerdo con los contratos que la compañía firma con el Departamento de Defensa de EEUU sencillamente no está en ella.

La respuesta fue interpretada como un aviso a navegantes. A pesar de que la propia Palantir ha reconocido en alguna ocasión que la mala prensa puede llegar a afectar a sus cuentas, entre la ética y el negocio, la empresa tiene muy claro que opta por lo primero. Con el mundo pendiente de los robots asesinos, habrá que ver cómo de lejos pueden llegar en sus ideas.

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