La inflación no da tregua: la cesta de la compra sube un 6,1% pese a la rebaja del IVA y la tasa subyacente se desboca
- La inflación aprieta en febrero y sube hasta el 6,1% a pesar de la rebaja del IVA a los alimentos. La subyacente ha escalado al 7,7% frente al 7,5% de enero.
- Pedro Sánchez confía en que habrá una bajada de la inflación en los próximos meses
La inflación no da tregua. La cesta de la compra subió un 6,1% en febrero y la tasa subyacente se disparó al 7,7%, según el avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE.
El año empezó con la inflación apretando de nuevo el bolsillo, y eso a pesar de la rebaja del IVA a los alimentos, aprobada a finales de diciembre. La cesta de la compra subió un 5,9% en enero, por encima de lo esperado y también una décima más que en diciembre, cuando el aumento fue del 5,7%.
Pues bien, en febrero, los precios todavía se han calentado más. La inflación subió 2 décimas más que en enero, mientras que la inflación subyacente se desboca: escaló al 7,7%, frente al 7,5% de enero.
"Hay que ir viendo cómo evoluciona la inflación durante los próximos meses. Contemplamos una ligera alza, pero luego una bajada de los mismos a lo largo de los próximos meses como consecuencia de que ha habido en las últimas semanas una subida del precio de la energía", avanzó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anoche en una entrevista enTelecinco.
Aunque el Gobierno defiende que la rebaja del precio de los alimentos en el supermercado sí que está funcionando, lo cierto es que la cesta de la compra no ha dejado de encarecerse desde que comenzó el año.
En el primer mes de 2023, la inflación rompió con 5 meses consecutivos de descensos, después de meses disparada a cotas no vistas desde los años 80. En febrero, la cuerda de precios sigue tensándose.
Desde finales de 2022, el precio de los alimentos empezó a dispararse, y se encarecen más que nunca. Razón por la cual el Gobierno aprobó la reducción del IVA a los alimentos, aunque los economistas critican que la mayoría de esta medida irá a parar a márgenes de las empresas.
A ello se suma ahora el problema de la inflación subyacente, la tasa latente, que enciende alarmas, disparada por encima de la tasa general. Si en enero de 2022 la inflación subyacente estaba en el 2,2%, un año después ya alcanza el 7,7%, y subiendo.
Esto significa que la tormenta de costes energéticos y de materiales que sufrían las empresas se ha estado trasladando a precios finales de los productos que fabricaban.
Mientras que la inflación general bajó del 6,8% de noviembre al 5,7% de diciembre, la subyacente se disparó muy por encima de lo esperado: del 6,3% de noviembre pasó a un 7% en diciembre y a un 7,5% en enero y un 7,7% en febrero, superando todas las expectativas.
En una entrevista con Business Insider España, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, aseguraba que "la rebaja del IVA está funcionando", y atribuía la subida de enero a otras dos causas: el fin de la bonificación al combustible y un cambio en la ponderación del INE.
El INE confirma que la subida de enero se explica con el encarecimiento de los carburantes, argumento en línea con el fin del descuento a la gasolina, y a que los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas han subido más de lo que lo hicieron en febrero de 2022.
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