La inflación subyacente cae en abril por debajo de la general por primera vez en 2 años

Inflación supermercado frutería

REUTERS/Marcelo del Pozo/File Photo

  • La inflación repunta de nuevo. La cesta de la compra se encarece un 3,3% en marzo por la subida del gas y de los alimentos.
  • La buena noticia es que la inflación subyacente sigue dando tregua: sube un 2,9% y se sitúa por debajo de la tasa general por primera vez en 2 años.

La cesta de la compra sigue encareciéndose, pero la inflación subyacente empieza a dar tregua. 

La inflación subió un 3,3% en abril por segundo mes consecutivo, según el último avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE. 

Si en febrero la inflación dio algo de tregua frenándose al 2,8%, en marzo volvió a repuntar: los precios subieron un 3,2%, por el encarecimiento del precio de la luz y de los combustibles, y por el retorno del IVA de la luz al 21%, tras casi tres años con la tasa impositiva reducida al 10%.

Ahora, los precios siguen subiendo, aunque con menor intensidad: el dato de abril supone un avance de una décima respecto al mes anterior, básicamente por el encarecimiento del gas y de los alimentos.

No es una gran noticia: el dato de abril supone un repunte de una décima respecto a marzo. La buena noticia es que la inflación subyacente sí que cae.

Con este avance, la inflación vuelve a calentar la cesta de la compra y continúa superando la barrera del 3%, después del retroceso de 6 décimas que experimentó en febrero y que llevó a la inflación a su nivel más bajo desde agosto de 2023.

No es extraño. Con la crisis del mar Rojo, la guerra de Israel en Gaza y de Rusia en Ucrania, no son pocas las amenazas que inclinaban la balanza hacia un repunte de precios. 

Según el INE, la subida de precios de abril se debe principalmente al encarecimiento del gas, mientras que el precio de los alimentos también ha repuntado más que hace un año. Desde el Ministerio de Economía apuntan a un "efecto base" al comparar los datos con el año pasado, cuando tanto el precio del gas como de los alimentos tuvo un mejor comportamiento.

Y, sin embargo, no todo son malas noticias: es la primera vez en casi 2 años que la inflación subyacente se sitúa por debajo de la tasa general.

Ahorro de dinero

Aunque la inflación general ha subido, la inflación subyacente continúa dando tregua, y retrocede 4 décimas, hasta el 2,9%, por debajo de la tasa general. Si en diciembre subió un 3,8%, en enero lo hizo un 3,6%, en febrero un 3,5% y en marzo un 3,3%.

La inflación subyacente mide cuánto se han encarecido de media los productos sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, es decir, es el equivalente de sacar ambos elementos de la cesta de la compra para calcular cuánto más cuesta consumir cada mes. 

Esta tasa, que no tiene en cuenta los precios energéticos y de los alimentos, es un termómetro que sirve para medir el riesgo de que la inflación se incruste en la economía. ¿Qué significa entonces que la inflación subyacente esté por debajo de la tasa general? Que la tensión de precios estaría desinflándose y baja el riesgo de que se incruste en la economía.

La inflación se ha convertido en un fenómeno más pegajoso de lo esperado. Especialmente ahora que emergen amenazas que podrían provocar un nuevo repunte de precios, como la crisis del mar Rojo, donde los ataques a buques y el desvío de rutas podrían convertirse en un nuevo obstáculo para las cadenas de suministro que termine encareciendo la producción.  

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