El melón pendiente en Europa sobre las ayudas nacionales: "España está teniendo una desventaja competitiva enorme"

Este mes de enero se ha celebrado el primer pleno europeo del año y su orden del día ha venido cargado de puntos cruciales para la recuperación económica de los Veintisiete. La sesión que ha tenido lugar en Estrasburgo ha servido para que los eurodiputados hayan dado su plácet a que comiencen las negociaciones con el Consejo sobre las ansiadas reglas fiscales europeas.

El Consejo de la UE, que consensuó su postura sobre las reglas fiscales en los prolegómenos de la Presidencia Española, a finales de 2023, no tendrá mucho margen de maniobra. Pero eso no preocupa demasiado en las instituciones comunitarias: se da por hecho que saldrá adelante.

Así lo ve Eva Poptcheva, eurodiputada de Ciudadanos —Renew Europe— y vicepresidenta de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento. "Yo creo que el Parlamento y el Consejo estamos cerca y tenemos un interés común en que saquemos estas reglas lo antes posible, ya que los Estados miembros tendrán que presentar en primavera las claves presupuestarias".

Poptcheva atendía a Business Insider España en una de las cafeterías del Parlamento días atrás, donde sí puso de relieve un melón que empieza a abrirse en Bruselas. Un melón que, si no se atiende, podría hacer que este nuevo pacto fiscal nazca incompleto. Es el melón de las ayudas estatales.

Si se habla de fiscalidad, la deuda y el déficit no son los únicos debates que debería estar sobre la mesa. No cuando Europa pretende hacer frente a una serie de desafíos estratégicos que requieren de grandes desembolsos. Desembolsos que no está muy claro cómo se van a financiar. 

"Los países tienen que tener un saldo equilibrado, sí, pero, ¿cómo se compatibiliza eso con unas necesidades enormes de inversión?", advertía semanas atrás Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano, en declaraciones también a este medio.

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Las miradas se posan, entonces, en las ayudas estatales que algunos países de los Veintisiete están repartiendo en sus tejidos productivos. Y cuando se habla de los Veintisiete en realidad se quiere decir Alemania y Francia. Lo avisó el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hace exactamente un año, cuando su país ostentaba la presidencia rotatoria del Consejo:

"Debemos abrir un debate real sobre cómo mejorar la productividad, cómo aumentar la competitividad y cómo atraer a más empresas basándonos en nuestras propias capacidades y no en normas a largo plazo sobre ayudas estatales".

Es el tema que se le viene a la cabeza a la propia Poptcheva cuando se le pide un balance sobre la legislatura comunitaria, que llegará a su fin a mediados de este 2024. "Ha sido una legislatura realmente complicada porque empezó con la crisis del COVID. Fuimos muy rápido reaccionando".

Después estalló la guerra y la crisis energética. "Y en esto sí que no hemos reaccionado tan bien", lamenta esta parlamentaria, que llegó a su escaño en septiembre de 2022 tras la renuncia de Luis Garicano a continuar en el cargo aquel verano. Poptcheva, funcionaria de la misma Eurocámara en excedencia, conoce bien la casa y también cree que Bruselas podría hacer más.

Cuando estalló la crisis, otras potencias, como Estados Unidos, reaccionaron creando la ley de reducción de la inflación, IRA por sus siglas en inglés. "Lo que hicieron fue una reacción a nivel federal con incentivos fiscales para ayudar a su industria, una industria que necesita mucha inversión para afrontar los retos de una transición verde".

"Aquí, nuestra respuesta tanto a esos instrumentos estadounidenses como a mecanismos de otras potencias, ha sido una respuesta nacional", apunta la parlamentaria. "Las ayudas públicas estatales se las pueden permitir unos pocos. Nosotros, como España, no teniendo ese músculo fiscal, estamos teniendo una desventaja competitiva enorme".

"Pedimos un instrumento de inversión a nivel europeo: estamos perdiendo competitividad"

El tema se abordó en el informe sobre políticas de competencia que el propio Parlamento Europeo aprobó hace unos días: "Nuestra política debe impedir una carrera de subvenciones entre los Estados miembros".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció a principios de 2022 una flexibilización a la hora de otorgar estas ayudas de estado en el marco de la crisis suscitada por la guerra en Ucrania. El año pasado confirmó que extendería ese marco de flexibilidad hasta 2025 para impulsar la industria verde.

El problema, como incide la eurodiputada Poptcheva, es que no todos los Estados miembros se pueden permitir otorgar esas ayudas. Y en la práctica, lo que sucede es que la mayoría de esas ayudas las está otorgando Alemania y Francia. Uno de los últimos ejemplos, los más de 3.000 millones recaudados por un fabricante de baterías para vehículos eléctricos.

"Hasta ahora la Comisión Europea ha autorizado 750.000 millones de euros en ayudas de estado, pero el 48% las ha entregado Alemania y alrededor del 22% Francia", apunta Poptcheva. "Por eso es que nosotros pedimos un instrumento de inversión a nivel europeo: estamos perdiendo competitividad con respecto a industrias americanas o chinas".

Un punto puede estar en el Banco Europeo de Inversiones, el BEI, que preside la exministra de Asuntos Económicos española, Nadia Calviño. Poptcheva no tiene dudas sobre la labor que desempeñará la exministra, pero critica cómo ha funcionado el organismo hasta ahora.

"El BEI lo que da son garantías y, sobre todo, canaliza fondos de inversión. Esto es importante y estoy segura de que la señora Calviño va a hacer un trabajo excelente. Pero en la Unión Europea las inversiones públicas están reemplazando inversión privada y esa tampoco puede ser la solución", advierte.

Para la parlamentaria, un modelo a fijarse es lo que está logrando la ley de reducción de la inflación estadounidense: "Quita el riesgo a proyectos muy arriesgados. Cuando tienes una inversión pública que ayuda a que el riesgo decaiga, se atrae la inversión privada. Hay que reformar cómo funciona el BEI. Tiene que invertir necesariamente en proyectos más arriesgados, en los proyectos de futuro".

Con las nuevas reglas fiscales "la credibilidad de España está en juego"

Sobre las reglas fiscales, el Parlamento Europeo fijó el miércoles pasado su postura y designó a las responsables de sus negociaciones con el Consejo de la Unión Europea. Poptcheva no cree que el acuerdo tarde demasiado en llegar, pero también advierte que para España lo que está en juego es su credibilidad.

El nuevo pacto de estabilidad hace que la mano europea esta vez no apriete tanto, pero la flexibilidad que otorgará también será a cambio de una serie de responsabilidades. De hecho, para atender a las reformas estructurales que se exigirán a los Estados miembros, Poptcheva resalta que se debe conseguir un papel más clave para las autoridades fiscales independientes.

"Hay que contar con datos independientes, necesitamos reforzar el papel de esas autoridades", en referencia al rol que desempeñan entidades como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Otra de las banderas del Parlamento Europeo será la creación de una autoridad similar que servirá para hacer "contrapeso también a la propia Comisión Europea".

"Lo que aquí preocupa", detalla en referencia a lo que se habla en los pasillos de Bruselas y Estrasburgo, es que "la deuda española es muy elevada y estructural". También si los fondos de recuperación "se están utilizando adecuadamente": "Podía haber tenido un impacto muy serio en nuestro PIB y no lo está teniendo, se habla de oportunidad perdida".

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"De lo que se está hablando por parte de otros países es que a ver si en la próxima crisis vamos a ser España los que vamos a volver a necesitar ayuda. Por lo tanto, nuestra credibilidad está en juego".

Hace días trascendía el dato de que España está a la cola de la ejecución de otros fondos, los fondos estructurales europeos. "Es escandaloso y tendría que hablarse mucho más de esto. Se nos ha pasado el plazo. No absorbemos nunca más del 50% de los fondos estructurales por múltiples razones", avanza.

"Por una parte, estos fondos se tienen que cofinanciar. Si las administraciones deciden gastarse el dinero en otras cosas, sencillamente no queda margen para financiar proyectos e inversiones de este tipo".

Por el otro lado, "las trabas burocráticas". Eva Poptcheva reconoce que más de una vez ha oído a agentes del tejido empresarial lamentar la cantidad de burocracia que exige Europa. "Es algo que se dice mucho, y no lo niego, pero lo que ocurre en otros Estados miembros es que estos fondos sí se usan", matiza.

La explicación que la eurodiputada da es que en España "también hay una especie de competición entre las Administraciones central, autonómica o local por ver quién va a añadir más trabas. En lugar de facilitar los procesos, cada entidad a nivel administrativo va añadiendo su parte", critica.

Ciudadanos se presentará a las elecciones europeas: "La coalición se debe repetir"

Si la legislatura europea ha sido más o menos fructífera se debe, entre muchas cosas, al equilibrio de fuerzas resultante de las elecciones europeas de 2019. El PPE ganó, S&D —los socialdemócratas— fueron segunda fuerza y Renew, el grupo liberal al que se adscribe Ciudadanos, fue la tercera formación en el Parlamento Europeo.

Ahora, con unas nuevas elecciones europeas a las puertas —el próximo mes de junio— y con las encuestas advirtiendo de un crecimiento de los grupos de extrema derecha o euroescépticos, Eva Poptcheva tiene claro que es importante que Ciudadanos vuelva a estar representado en el grupo liberal.

No en balde, Ciudadanos es la segunda delegación nacional más grande de Renew.

"Nosotros somos los kingmakers, decidimos hacia dónde se decanta el voto en la coalición entre PP, socialistas y liberales. Pensamos que es una estrategia necesaria". "Por eso es tan importante que repitamos, con el apoyo puntual de otros grupos como Los Verdes, para sacar adelante la vigencia de la UE desde el centro y desde el pragmatismo", enfatiza.

"No tengo ningún problema con discutir con alguien que sea antieuropeísta, pero lo hemos visto con partidos como Vox: no veo ninguna propuesta a los retos que afrontamos. No participan de la vida parlamentaria, no tienen interés: buscan los titulares fáciles y la atención mediática".

Para Eva Poptcheva ya no se puede distinguir "entre política nacional y política europea". "Es imposible". "Esto es lo que hay que hacer ver a los ciudadanos. Es lo que estamos intentando y vamos a seguir en esa línea, porque somos un partido netamente europeísta, pero también constructivo, pragmático y reformista". "Esperamos que esto tenga recompensa".