Deuda pública y diálogo con Europa, los 2 desafíos de la economía en los que el nuevo ministro Carlos Cuerpo tiene experiencia

El nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
El nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

Ballesteros/Pool via REUTERS

  • Dos de los grandes desafíos que le esperan a la economía española en 2024 son la elevada deuda pública y el necesario diálogo con Bruselas en el año del Pacto de Estabilidad.
  • La buena noticia es la trayectoria de Cuerpo, en la que básicamente vienen metidas dos palabras: gestión de las finanzas públicas y diálogo con Europa. 

Basta con echar un vistazo rápido a su curriculum para darse cuenta de 2 cosas: el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, es muy joven (43 años) y tiene experiencia en precisamente 2 de los grandes desafíos que le esperan a la economía española en 2024: la elevada deuda pública y el necesario diálogo con Bruselas en el año del Pacto de Estabilidad.

Después de semanas en vilo con especulaciones de todo tipo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo ayer el anuncio: Carlos Cuerpo, hasta ahora secretario general del Tesoro, será el nuevo ministro de Economía, Comercio y Empresa. 

"Carlos Cuerpo asume la responsabilidad de un ministerio clave. Su predecesora le deja el listón muy alto, pero estoy convencido de que le dará profundidad", aseguró Sánchez, que destacó la "solvencia y la honestidad" como dos cualidades en común tanto de Calviño como de Cuerpo.

Fue precisamente Calviño quien postuló a Cuerpo como su relevo. Su nombramiento denota un perfil técnico de marcado carácter continuista: no habrá grandes sobresaltos en la cartera de Economía. Se espera que el nuevo ministro continúe el legado de su predecesora.

Había que dar con un perfil a la altura: a la altura de la ministra saliente, Nadia Calviño, ahora que se marcha a presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero también de los grandes retos para la economía española.

”Parece un perfil adecuado para hacer frente a los retos más inmediatos a los que se enfrenta el ministerio“, observa Pedro Aznar, profesor titular del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade.

Cuerpo es un técnico comercial del Estado experto en Europa. No tiene trayectoria política, igual que Calviño, aunque como ministra fuera forjándose en las arenas del Congreso hasta terminar convirtiéndose en un animal político

“Es un perfil continuista con respecto al que ha tenido Nadia Calviño, lo que hace pensar en que sus políticas serán de cáracter prágmatico“, añade Aznar.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

Su nombramiento no es casual. Como secretario general del Tesoro, Cuerpo era responsable de la gestión de la deuda pública, de la regulación del sector financiero y portavoz de España ante la Unión Europea. Todos ellos requisitos necesarios para hacer frente a 3 grandes retos para la economía española: la deuda, el sector financiero y el diálogo con Bruselas en el año de la puesta en marcha del Pacto de Estabilidad.

“Como técnico ha tenido importantes responsabilidades, como secretario General del Tesoro conoce tanto la situación financiera de España como la situación financiera de la Administración Pública, también le ayudará a negociar con Bruselas su reputación de perfil técnico, europeísta y su experiencia previa como analista económico en la Unión Europea“, apunta Aznar.

Como nuevo titular de Economía, Cuerpo tendrá que trabajar mano a mano con la ministra de Hacienda y ahora también vicepresidenta primera, María Jesús Montero, para cuadrar las cuentas públicas, asegurando una senda creíble de reducción del déficit y de la deuda.

Con una deuda en el 111,2% del PIB y un déficit que supera el 3,5%, la economía española será una de las que más ajuste tendrá que aplicar para ceñirse a los deberes fiscales de la Comisión Europea, que vuelven a entrar en vigor en 2024. Ahora mismo, el impulso de los fondos europeos puede amortiguar la magnitud del ajuste, pero no es más que un espejismo temporal. 

Básicamente, España tendrá que asegurarse el crecimiento en tiempos de desaceleración, y al mismo tiempo garantizar la reducción de la deuda con una senda de ajuste creíble que convenza a los mercados y que cumpla con las reglas fiscales de Europa, hasta ahora suspendidas.

"El perfil del ministro de Economía parece muy técnico, lo cual siempre es positivo. Pero es muy poco decisivo realmente. Lo que suceda con la deuda pública lo decidirán fundamentalmente los mercados y Europa", explica Leopoldo Torralba, economista senior de Arcano.

Ilustración de una flecha y una diana de tiro

Además de comprender los retos que afronta la economía española, el nuevo titular de Economía también deberá ser capaz de alcanzar consensos internos entre el resto de ministerios y con Europa.

El Ministerio de Economía se ocupa de la dirección general de política económica del gobierno. Es el encargado de ponderar los escenarios macroeconómicos a la hora de elaborar los presupuestos o de aprobar determinadas medidas. 

"Es el primus inter pares", resume Jesús Ruiz-Huerta, director del Laboratorio de la Fundación Alternativas. O, lo que es lo mismo, Economía es el que corta el bacalao (sin desmerecer de Hacienda, que es el que dice si hay o no dinero para comprar bacalao). 

La buena noticia es la mochila de Cuerpo, en la que básicamente vienen metidas dos palabras: gestión de las finanzas públicas y diálogo con Europa

Como secretario general del Tesoro, Cuerpo ha estado encargado de las emisiones de deuda y de la regulación financiera. También trabajó en la Airef durante los años en que el actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, presidía el organismo. Primero, como subdirector de Endeudamiento Público y, después, como director de la División de Análisis Económico, y fue uno de los autores del informe sobre las pensiones de la Airef.

En las últimas semanas, Cuerpo también ha estado acompañando a Calviño al Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin), con sus homólogos europeos de Finanzas, en cuyas reuniones se ha fraguado el nuevo acuerdo de las reglas fiscales europeas, por lo que está al tanto de todos los detalles de la reforma. 

También habrá que ver, observa Aznar, qué estrategia propone en políticas más estructurales, a largo plazo, “como la necesidad de aumentar la productividad, la diversificación de la estructura económica y el fortalecimiento de la economía española con empresas de mayor tamaño”. Ahí sí podría haber dificultades, aclara.

Ahora falta poner en práctica todo ese bagaje, y que salga bien.

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