Descubren el "punto ideal" del trabajo híbrido: dos días en la oficina y el resto desde casa
- El modelo de trabajo híbrido es la solución para la espinosa lucha por el retorno a las oficinas entre las empresas y los trabajadores.
- El "punto ideal" de los empleados podría ser acudir a la oficina dos días mientras el resto se trabaja desde casa, satisfaciendo la presencialidad que buscan los jefes y la flexibilidad de los trabajadores.
Resulta que podría existir un equilibrio perfecto entre dónde y cómo trabajamos: Pasar dos días en la oficina podría ser el "punto ideal" que tanto trabajadores como jefes han estado persiguiendo.
Desde que se generalizó el teletrabajo en 2020, empleados y empresas han estado en un tira y afloja sobre cómo y especialmente dónde trabajar. Pero un nuevo estudio sugiere que una jornada de dos días en casa y tres en el trabajo podría ser el punto medio para un mercado laboral que por fin parece estar asentándose en su propia versión de la nueva normalidad.
Un estudio de los investigadores Prithwiraj Choudhury, Tarun Khanna, Christos Makridis y Kyle Schirmann en The Review of Economics and Statistics analiza el rendimiento y el sentimiento de una muestra de 148 empleados de BRAC, la mayor ONG del mundo con sede en Dhaka (Bangladesh).
Antes de la pandemia, esos empleados de BRAC acudían a la oficina cinco días a la semana. Los empleados del experimento realizado entre el 5 de julio y el 3 de septiembre de 2020 fueron seleccionados al azar para acudir a la oficina durante un periodo de nueve semanas, unos 35 días laborables.
Al final del experimento, los investigadores dividieron a los empleados que teletrabajaban desde casa en tres grupos diferentes en función del número de días que se les asignó al azar para ir a la oficina durante ese periodo de nueve semanas. Trabajo desde casa "alto" significaba que pasaban de cero a ocho días en la oficina durante las nueve semanas, con una media de 0 a 1 días en la oficina a la semana; "intermedio" significaba de nueve a 14 días en la oficina, con una media de unos 2 días en la oficina a la semana; y "bajo" significaba 15 o más días en la oficina.
Para esos trabajadores "intermedios", las cosas pintaban bien. Estaban más satisfechos en el trabajo y afirmaban tener un mayor equilibrio entre vida laboral y personal, además de sentirse menos aislados. Sus jefes también eran más propensos a valorar mejor a estos trabajadores que al resto de los otros dos grupos. Los empleados intermedios también veían aumentar ligeramente sus puntuaciones de creatividad y productividad.
"Es plausible que el modelo intermedio de teletrabajo sea el punto óptimo en el que los empleados manifiestan una mayor satisfacción y un menor aislamiento y, sin embargo, no reciben penalizaciones en las puntuaciones de rendimiento en comparación con sus compañeros que trabajan más o menos días en la oficina", escriben los autores.
Esta investigación se produce en un momento en el que el trabajo híbrido se perfila poco a poco como la mejor opción en la ofensiva pospandémica del retorno a la oficina. Los trabajadores han manifestado que prefieren un modelo remoto o flexible a estar en la oficina todo el tiempo, y muchos tienen la capacidad de hacerlo.
Una encuesta de McKinsey de 2022 realizada a 25.000 estadounidenses reveló que el 58% de los trabajadores declararon que podían trabajar desde casa al menos un día a la semana. Del mismo modo, Gallup descubrió en mayo de 2023 que el 52% de los estadounidenses tienen trabajos que pueden realizarse a distancia.
Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso al trabajo híbrido. Demográficamente, los trabajadores híbridos son más propensos a ser hombres, millennials, que ganan seis cifras y han obtenido algunos títulos. Y son menos comunes en algunas profesiones que en otras.
Un aspecto importante en el gran debate entre volver a la oficina y el teletrabajo son los cambios que los empleados han hecho en sus propias vidas a raíz de la pandemia. Esto incluye alejarse más del lugar de trabajo o replantearse por completo la estructura de sus vidas.
Por ejemplo, los cambios particulares de los millennials –como la compra de viviendas en un contexto de bajos tipos de interés, o el hecho de tener hijos pequeños– han hecho que se conviertan en el grupo que se aferra con mayor fuerza el trabajo a distancia. Y un replanteamiento más amplio del trabajo ha llevado a más trabajadores a trazar líneas en la arena sobre cómo y dónde quieren trabajar.
Para algunos, asumir un recorte salarial merece la pena para quedarse en casa; para otros, sobre todo los que se han incorporado más recientemente al mercado laboral, el trabajo en la oficina significa más oportunidades sociales, y quedarse en casa puede significar más ansiedad.
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