Las pruebas son claras: la renta básica universal es una medida que funciona

Michael Venutolo-Mantovani
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Las pruebas son abrumadoras: la renta básica universal, funciona.
Las pruebas son abrumadoras: la renta básica universal, funciona.

Chelsea Jia Feng/Insider

  • La renta básica universal se ha aprobado en algunos estados de Estados Unidos, y los resultados han sido abrumadoramente positivos.
  • En España, el ingreso mínimo vital existe desde 2020, pero las trabas para cobrarlo hacen que sea difícil determinar su eficacia.

En la primavera de 2022, Tydricka Lewis pudo por fin comprar un coche funcional que no la dejara tirada cada dos por tres. 

Su Nissan Rogue de 2020 era esencial para su nuevo trabajo ayudando a personas con problemas de salud mental. Tenía que poder desplazarse rápidamente y de forma segura. Además, lo necesitaba ahora que estaba fuera de prisión, donde cumplió seis años y cuatro meses por un tema de cheques falsos.

Lewis, de 32 años y madre soltera de 3 hijos, no podría haber comprado el coche de no ser porque fue seleccionada para el programa piloto de renta básica de Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos. En cuanto se aprobó su ingreso de 600 dólares al mes (562 euros), supo en qué iba a gastarlo.

Hombre libre en la naturaleza

A finales de 2020, el entonces CEO de Twitter, Jack Dorsey, prometió 15 millones de dólares (unos 14 millones de euros) para ayudar a poner en marcha programas de renta básica. Durham fue una de las 25 beneficiarias y recibió 500.000 dólares (468.000 euros) de Dorsey y otros 500.000 de donaciones locales y de las arcas públicas.

El alcalde de Durham, Mark-Anthony Middleton, que ayudó a supervisar el programa, llevaba años abogando por que su ciudad introdujera una renta mínima vital. "Queríamos ver cómo funcionaría ese flujo de ingresos, sin ninguna determinación de virtud o vicio asociada", afirma. 

A medida que la población de Durham ha ido creciendo, muchos de sus residentes negros y con rentas más bajas se han visto empujados a la periferia. Durham, que había sido históricamente negra, se ha vuelto mucho más blanca: un 51% en los últimos 20 años, según datos del censo estadounidense. Y a medida que los residentes más ricos se marchaban, el precio medio de la vivienda aumentó más del 50% entre 2010 y 2019. 

Por ello, la ciudad decidió que el millón de dólares recaudado para garantizar una renta básica universal se destinaría a un solo grupo vulnerable: residentes expresidiarios.

Muchos contribuyentes estaban en contra. A medida que el programa se acercaba a su inicio en marzo de 2022, la bandeja de entrada y el buzón de Middleton se inundaron de mensajes. Los residentes blancos de condados cercanos, así como gente de Nueva York y hasta de la zona de la bahía de San Francisco exigían una explicación. Querían saber por qué la ciudad subvencionaba a delincuentes, desincentivaba el trabajo con limosnas gratuitas y gastaba dinero público en ayudar a personas que, en opinión de algunos, no merecían ayuda. 

La respuesta de Middleton a todas las críticas fue firme, sencilla y, según admite, "muy egoísta".

"Vamos a tener que pagar por estas personas de una forma u otra, ya sea destinando dinero a cárceles, ayudas, albergues para personas sin hogar, etc. Tiene más sentido adelantar ahora ese dinero que alojar a la gente, vigilarla, alimentarla, y ocuparse de su atención sanitaria en la cárcel", me dice convencido.

El alcalde anima a los contribuyentes a adoptar ese mismo "punto de vista egoísta". "Estamos convencidos de que es una buena política", afirma. Aunque los datos son aún muy recientes, la renta básica ha demostrado ser una buena política en todos los lugares donde se ha probado en Estados Unidos. El programa de Durham sería una de sus mayores pruebas hasta la fecha.

La idea de que el gobierno debe garantizar a todos los ciudadanos una cantidad fija de dinero se ha debatido al margen de la política a lo largo de la historia.

En su panfleto de 1797  titulado Justicia agraria, Thomas Paine sostenía que todos los ciudadanos tenían derecho a una suma fija garantizada al llegar a la edad adulta. Durante la Gran Depresión, el gobernador de Luisiana, Huey Long, propuso una renta familiar anual garantizada de 2.000 a 3.000 dólares (que serían unos 40.000 a 60.000 dólares en 2023). En 1972, cuando el senador George McGovern se presentaba a las elecciones presidenciales, propuso extender un cheque de 1.000 dólares anuales (938 euros) a cada ciudadano. Aunque la idea perdió popularidad con Reagan y Clinton, la recuperó en 2020, cuando se convirtió en uno de los principales puntos de la plataforma del candidato estadounidense por el Partido Demócrata Andrew Yang. 

Lo útil del dinero en efectivo es que es dinero en efectivo, y puedes usarlo para lo que necesites

Gran parte del renovado interés se debe a que "ahora tenemos un mayor grado de desigualdad que antes de la Gran Depresión", afirma Anna Jefferson, investigadora principal de Abt Associates que estudia los datos de los programas de renta básica de todo el país.

En los últimos años, en parte por las consecuencias económicas de la pandemia, la teoría por fin se ha llevado a la práctica, tanto en Estados Unidos como en España, con la aprobación del ingreso mínimo vital

En EEUU, los resultados han sido abrumadoramente positivos: en Denver, más de 800 de los residentes más vulnerables de la ciudad recibieron hasta 1.000 dólares al mes. Hasta ahora, el programa ha reducido el número de personas sin hogar, ha aumentado el empleo y ha mejorado la salud mental de los beneficiarios. En Stockton, California, los efectos son parecidos: la tasa de desempleo entre los 125 participantes se ha reducido casi a la mitad. Los investigadores de la Universidad de Pensilvania que estudiaron el programa llegaron a la conclusión de que podría tener "profundas repercusiones positivas en la salud pública local."

Como consecuencia, han surgido programas piloto en todo EEUU, desde bastiones liberales como Los Ángeles y Baltimore hasta ciudades más centristas y conservadoras como Columbia (Carolina del Sur), Birmingham (Alabama) y Gainesville (Florida). Just Income, el programa de Florida, también centró sus ayudas en personas que habían estado encarceladas, con un razonamiento similar al de Middleton. "A los floridanos les cuesta unos 28.000 dólares al año (26.000 euros) mantener a alguien en prisión", declaraba el director del programa de Gainesville en un comunicado de prensa a principios de este año. 

"Como alternativa, estamos invirtiendo solo 7.600 dólares directamente a uno de nuestros valiosos vecinos". Ciudad tras ciudad, la renta básica universal ha mejorado la sanidad, ha aumentado el empleo y ha reforzado las oportunidades de cuidado infantil (y los beneficiarios han obtenido sistemáticamente mejores resultados que los grupos de control).

Entre los que recibieron una renta básica en Stockton, California, la tasa de desempleo descendió casi un 50%.
Entre los que recibieron una renta básica en Stockton, California, la tasa de desempleo descendió casi un 50%.

Nick Otto/AFP/Getty Images

Según Jefferson, los ingresos garantizados tienen un impacto casi inmediato en la vida de los beneficiarios. Los primeros resultados del análisis de su empresa, afirma, muestran realmente que el dinero puede mejorar notable y rápidamente el estrés financiero y la salud mental de las personas.

Con más datos a mano que proyecciones teóricas, las pruebas son abrumadoras: la renta básica universal funciona en casi todo el mundo.

Para poder acogerse al programa de renta garantizada de Durham, los solicitantes debían ser residentes mayores de 18 años, haber sido encarcelados a más tardar en 2016 y estar por debajo del 60% de la renta media anual de la ciudad. De un grupo de 247 solicitantes, 109 fueron seleccionados al azar para ser beneficiarios, y el resto formó parte del grupo de control.

Un elemento esencial para Middleton era que el dinero repartido llegara sin condiciones. Quería ver cómo lo utilizaban los beneficiarios. A ninguno se le pidió que se pusiera en contacto con StepUp (la organización sin ánimo de lucro que administraba el programa) o con el ayuntamiento para explicarles cómo y dónde utilizar sus ingresos. No había requisitos laborales ni encuestas que rellenar. Todos los beneficiarios recibieron una tarjeta de débito precargada con 600 dólares al mes durante un año: 7.200 dólares (6.750 euros) para gastar a su antojo.

"La gente pagó el alquiler, compró ropa para sus hijos, medicinas, algunos hicieron un viaje de fin de semana. En general, la gente hizo cosas normales: pagó facturas y compró comida. Sorpresa, sorpresa", afirma Middleton. Otros pagaron préstamos estudiantiles que tenían desde hacía tiempo.

Jefferson ha descubierto que este patrón se repite en todos aquellas que reciben una renta básica. Aunque es difícil saber exactamente a qué se destina cada dólar o cada euro, la gran mayoría de los beneficiarios lo destinan a lo básico: alimentos más sanos, material escolar y actividades extraescolares o apoyo al desarrollo de sus hijos. 

"Lo útil del dinero en efectivo es que es dinero en efectivo, y puedes usarlo para lo que necesites", afirma Jefferson.

Tras salir de la cárcel en 2019, Tydricka Lewis se las ingenió para ganarse la vida teniendo 2, a veces 3, trabajos a la vez, entre ellos en un KFC y en un centro de la ONG Habitat for HUmanity. Unos meses después de su liberación, se certificó para poder atender a personas con problemas de salud mental y abuso de sustancias. Podría haber utilizado el dinero del ingreso mínimo para comprar comida o ropa para sus 3 hijos, de 18, 11 y 3 años. Pero se dio cuenta de que el coche era la base para ayuda a su familia, saliendo de la pobreza al disponer de una herramienta para desplazarse a trabajar. Además, el nuevo coche contaba con una calefacción que funcionaba bien, lo que le daba la tranquilidad de que sus hijos no pasarían frío al desplazarse en invierno.

Según todos los indicios, la ayuda ha sido un éxito rotundo. Las tasas de empleo y de vivienda de los beneficiarios no han dejado de aumentar. Y durante el año que ha durado el programa, la tasa de reincidencia ha sido del cero por ciento. Las personas económicamente estables son mejores vecinos. Cuando no están preocupados por cómo van a pagar sus facturas, tienden a no delinquir.

 

Los investigadores de la Universidad de Pensilvania que estudian el programa planean tener datos que comparen los resultados de los beneficiarios con los del grupo de control en 2024. Pero, basándose en los primeros resultados, el condado de Durham se dispone ahora a poner en marcha un programa piloto de ingresos garantizados de 750 dólares al mes (700 euros) para 125 familias que tengan niños en casa y se sitúen por debajo del 30% de los ingresos medios anuales del condado. Mientras tanto, Middleton ha conseguido otro millón en el presupuesto municipal para continuar la iniciativa con fondos públicos, que espera que arranque a mediados de 2024.

Por prometedores que sean estos programas piloto, las posibilidades de una renta básica verdaderamente universal en Estados Unidos siguen siendo muy bajas. Por un lado, las pruebas empíricas no equivalen a voluntad política. Los investigadores señalan a menudo la decisión del Congreso de no renovar el Crédito Fiscal Infantil de la era Covid (a pesar de que redujo la tasa mensual de pobreza infantil en Estados Unidos en un 30%) como ejemplo de lo difícil que sería aprobar un ingreso mínimo vital. El principal obstáculo político es su coste. Un artículo de 2022 del Washington Post señalaba que "proporcionar 1.000 dólares al mes a cada estadounidense independientemente de sus ingresos" costaría más de 3 billones al año, "casi la mitad de todo el presupuesto del gobierno federal".

Pero como señalaba ese mismo artículo, las pruebas sugieren que sacar a la gente de la pobreza genera un enorme aumento de los ingresos fiscales, así como ahorros en los programas de asistencia pública. Y como indica Jefferson, si los nuevos programas producen los mismos resultados que los ya probados, podrían ayudar a influir aún más en la opinión pública. Si aún hay más datos que demuestren que la renta garantizada reduce la necesidad de asistencia alimentaria, ayudas a la vivienda o la salud, la conclusión es que con una renta básica, estos gastos se cubrirían.

En cuanto a Tydricka Lewis, el ingreso le permitió crear su propia ONG. El Movimiento Nueva Generación ofrece apoyo a perfiles de chicas jóvenes como lo fue ella fue en su día: criadas en la pobreza, a menudo en hogares monoparentales y, en algunos casos, familiarizadas con el sistema carcelario. Lewis las ha llevado a un partido de béisbol de los Durham Bulls, ha organizado comidas al aire libre y fiestas de baile, y las ha ayudado a imaginar su propio futuro.

Aunque gana más dinero que nunca, Lewis sigue luchando por llegar a fin de mes. Mantenerse resulta difícil. Este septiembre, el alquiler de un apartamento de 2 dormitorios y 2 baños en Durham subió de 1.486 a 1.680 dólares al mes, lo que obligó a Lewis, junto con 2 de sus hijos y una sobrina, a mudarse con su madre.

"Nos están echando literalmente de nuestra ciudad, de la comunidad en la que hemos estado toda nuestra vida. Pero mi familia y yo saldremos de la pobreza. No estamos donde tenemos que estar, pero seguro que estamos en camino", afirma Lewis convencida.

¿Qué pasa en España con el ingreso mínimo vital?

A diferencia de Estados Unidos, en España sí se aprobó el ingreso mínimo vital (IMV) a nivel nacional en 2020. Con muchas voces a favor y muchas en contra, ahora queda valorar cómo de efectivo está siendo para los ciudadanos. 

Al comienzo de su aprobación, nos encontramos con que la mayor parte de las solicitudes eran rechazadas, en algunos casos por los exigentes requisitos y, en otros, por la dificultad burocrática, que llevaba a los ciudadanos a desistir. En 2022, el IMV llegó únicamente al 22% de los hogares solicitantes. Business Insider ya publicó en su momento que el 70% de las solicitudes, son denegadas.

Aunque aparentemente la situación está, progresivamente, mejorando, las trabas para obtener la ayuda dificultan la recogida de datos que puedan determinar cómo de efectivo está siendo para aquellos que sí la perciben. 

No obstante, la Airef publicó un estudio sobre su opinión respecto a los resultados de la implementación del IMV. Comienza afirmando que estos son limitados debido a que muchas solicitudes se han rechazado, además de que muchos hogares con derecho a percibirlo no lo han solicitado. Sin embargo, concluye el estudio afirmando que el IMV ha reducido la pobreza un 32% de lo que lo haría si lo percibiesen todos aquellos que tienen derecho, lo que indica que la medida sí es efectiva a efectos de mejorar la situación de las personas más vulnerables.

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