"La realidad virtual incrementa la adherencia a los tratamientos para las enfermedades mentales", Xavier Palomer, CEO de Psious en el XIX Smart Business Meeting

La pandemia ha causado estragos en la salud mental de todos los ciudadanos del mundo, independientemente de que hayan pasado o no la enfermedad que el nuevo coronavirus provoca. 

En España, donde 1 de cada 10 personas recibe un diagnóstico de un problema de salud mental, la pandemia ha llevado a duplicar el consumo de medicamentos para el sistema nervioso —del 2% en 2019 al 4,8% en 2020—. 

El 41,9% de los ciudadanos confiesa haber tenido problemas de sueño y el 51,9% se siente cansado o con poca energía, de acuerdo con los datos recopilados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Mientras, entre un 30% y un 40% reconocen tener síntomas de depresión y problemas de ansiedad, según un estudio del Consejo Nacional de Psicología.

En ello coinciden todos los expertos en salud mental consultados por Business Insider España con anterioridad, quienes han advertido que trastornos como la depresión, la triada cognitiva de Beck o las conductas de tipo regresivo en niños se han agudizado a raíz del COVID-19 y sus consecuencias. 

También coincide Xavier Palomer, CEO de Psious —una startup española que trata trastornos mentales a través de la realidad virtual—, que participó recientemente en el XIX Smart Business Meeting, que abordó el nuevo paradigma social y profesional de la salud física y mental —aquí pedes verlo al completo—.

"A raíz de la pandemia se han incrementado muchos trastornos de salud mental. Es muy fácil entenderlo, yo antes estaba en familia y amigos los fines de semana, hacía ejercicio, salía de casa y no estaba delante de la pantalla. Todo eso se acabó de un día para otro", reconoce Palomer.

Según el directivo, los profesionales sanitarios han estado recibiendo hasta casi un 40% más de pacientes en este último año. Más allá de la ansiedad y la depresión, los trastornos como el estrés postraumático o el obsesivo-compulsivo se incrementan significativamente.  

El ingeniero y físico de formación, especializado en bioingeniería, trabaja con la tecnología, que ayudó a resolver muchos de los problemas que presentaba la pandemia —como la distancia o las desventajas del trabajo presencial—y que también podría mejorar el cuidado de la salud mental. 

"Es fácil entender que, después de más de un año de pandemia que hemos pasado pegados a todo tipo de pantallas, por dejar la pantalla de golpe sufra ansiedad, estrés, tenga que ir al psicólogo... Poner tecnología ayuda a que el paciente entre en el tratamiento", defiende Palomer. 

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"Hay mucha evidencia científica que demuestra que la realidad virtual puede aportar valor tanto al profesional como al paciente. (...) Podemos mezclar temas tan importantes como la eficacia, la eficiencia del tratamiento, la adherencia o a la alianza terapéutica", asegura. 

No obstante, en ningún caso estas nuevas tecnologías son sustitutas de las terapias tradicionales. Pero Palomer asegura que son "un complemento muy bueno de lo que ya existe". 

"Podemos seguir yendo al psicólogo [presencial] una vez por semana, pero complementarlo con sesiones remotas. En salud mental queremos interactuar con personas y hay un elemento que la telemedicina no aporta", explica.

La realidad virtual podría eliminar el estigma social y mejorar la adherencia a los tratamientos para enfermedades mentales

La pandemia también ha tenido su efecto positivo en lo que a salud mental respecta, porque su afección a gran escala ha hecho que la gente empiece a estar más abierta a hablar y tratar problemas mentales. 

"El estigma social es crítico. Antes de la pandemia era prácticamente prohibitivo hablar de problemas de salud mental. Ahora, gracias a eventos como este [el XIX Smart Business Meeting de Business Insider España], damos a conocer mejor estos problemas y a bajar la barrera que nos permite hablar de ello", celebra. 

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De hecho, esto también ha servido para que las propias empresas actúen sobre ello. Se han dado cuenta de que, cuidando la salud mental de sus trabajadores, los resultados de la propia compañía son mejores. 

Pablo Marina, responsable global de Salud y Bienestar de Banco Santander, quien también intervino en el XIX Smart Business Meeting, hizo especial hincapié en que tener empleados sanos y saludables indudablemente mejora la situación dentro de la organización y mejora sus resultados.

"La salud y el bienestar son de los temas más locales que existen, están sujetos a regulación, a costumbres y cultura, e incluso a elementos tecnológicos. Y es importante para una organización global establecer una visión clara", defendió. 

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El CEO de Psious cree que ello podría ayudar a implementar tecnología en las terapias. 

"De una manera gradual, fácil, agradable y hasta un punto interesante tecnológicamente —usando una serie de elementos disruptivos o que te sacan de tu zona de confort—, [la realidad virtual] te ayuda contra este estigma social de ir al psicólogo o al psiquiatra", defiende. 

Además, han descubierto que afianza la relación entre el paciente, el terapeuta y la terapia. 

"Lo que más estamos viendo es que mejora la adherencia al tratamiento, las ganas de seguir tratándote", destaca. "La realidad virtual te permite vivir experiencias controladas y moduladas por un profesional".

Esto puede aportar mucho valor en diferentes ámbitos: en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, en el deporte, en el espacio laboral o en la rehabilitación física y cognitiva. 

"La realidad virtual está aquí para quedarse pero, sobre todo, para expandirse a otras áreas", asegura. 

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Las herramientas de realidad virtual de Psious están orientadas al área de tratamiento de las enfermedades mentales —una vez se ha diagnosticado la enfermedad, cuando más difícil es conseguir avances debido a la complejidad y las comorbilidades (presencia de uno o más trastornos), que pueden acompañar a los pacientes con problemas de salud mental—.

"En el área en la que estamos, si atacamos el problema tarde o cuando está muy avanzado es muy problemático", reconoce. 

Pero los avances en el diagnóstico, la detección temprana y la prevención van a marcar un antes y un después en el campo del tratamiento.  

"El paciente, una vez diagnosticado, es muy complejo, pero es que el diagnóstico de esto es más complicado aún. Estamos viendo avances de inteligencia artificial para intentar, con una serie de datos, que el móvil mismo te diga qué te está pasando", dice. 

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No todo ha de recaer en los avances científicos. Palomer cree que la gente debe empezar a preguntarse más cómo está su salud mental. 

"Hay que intentar pensar en salud mental igual que pensamos qué voy a comer o cuántas horas de ejercicio he hecho. ¿Cuántas horas de mindfullnes he hecho? ¿O cómo he cuidado mi salud mental de alguna manera?". 

Cuestionarse el estado de la salud mental podría ayudar a tomar una mejor consciencia del mismo y, con ello, a detectar cambios que requieren acudir a un especialista. 

"No es un diagnóstico, pero sí un método preventivo".