El riesgo desconocido para la salud de dormir con la calefacción demasiado alta

Dormir con calcetines

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  • En los meses de invierno no debes pasarte poniendo la calefacción en tu dormitorio por las noches.
  • Las elevadas temperaturas pueden influir de forma negativa en tu ritmo circadiano, causándote alteraciones de sueño.

Las condiciones de la habitación en la que duermes son esenciales para una buena higiene del sueño. Al igual que es importante que no haya exceso de ruido, que la estancia esté a oscuras o que predominen la limpieza y el orden, también hay que fijarse en el termostato: la temperatura ideal para dormir bien es aquella que se sitúa entre 18 y 21 °C. 

Por ello, aunque en los meses de invierno o en las noches más frías sientas la tentación de poner la calefacción a tope, es probable que esto no sea una buena idea: si los niveles de luz y calor no están sincronizados por la noche, tu ritmo circadiano —el reloj interno de cada persona— podría alterarse

Cuando el reloj biológico se desincroniza, no solamente se deteriora la calidad del sueño, sino que existe un riesgo mayor de padecer cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, obesidad, trastornos metabólicos y problemas cognitivos y psiquiátricos.

"Existen formas sencillas de imitar condiciones más naturales, como tener temperaturas más frías en el dormitorio y recibir la mayor cantidad de luz posible por la mañana", explica profesor Ralf Stanewsky, del University College de Londres, según recoge el diario Express.

El método egipcio, la curiosa técnica para dormir bien cuando hace mucho calor

Una investigación ahondó hace unos años en la cuestión de la temperatura, más desconocida que la de la luz: publicada en Cell Reports, examinó los niveles de actividad de las moscas de la fruta cuando fueron expuestas a la luz y al calor en diferentes momentos. Su ciclo natural implicaba 12 horas de luz y calor y 12 horas de oscuridad y frío.

Cuando el desfase fue pequeño, el efecto sobre el reloj biológico no fue demasiado grande. Sin embargo, cuando este era grande, se ignoraba la temperatura y el reloj biológico se ajustaba mediante la luz. El retraso moderado de seis horas provocó que la función del reloj se estropeara, con importantes alteraciones en el comportamiento y en las señales moleculares.

"Trabajos recientes han demostrado que el ritmo diario de la temperatura corporal es importante para configurar el reloj biológico humano, y nuestro estudio sugiere que la diferencia entre la luz y la temperatura también puede desempeñar un papel", concluye el trabajo. Por tanto, pasarse tanto con la calefacción como con el aire acondicionado, podrían influir en la alteración de tu reloj interno.

Además, según una encuesta realizada en Reino Unido por la marca de ropa de cama Slumberdown, el 47% de las personas que duermen normalmente con la calefacción encendida se sienten mal la mañana siguiente, señalando síntomas comunes como dolor de cabeza y deshidratación. Otros apuntaron que se levantaban envueltos en sudor.

Los cambios de temperatura bruscos no son buenos. Además, es tu propio organismo quien se encarga de regular la temperatura corporal a la hora de dormir. La temperatura demasiado alta complica la entrada en un sueño profundo, inhibe la segregación de melatonina —la hormona del sueño—, y puede agudizar el insomnio. 

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