Putin se queda sin microchips para fabricar armas: cómo la tecnología puede frenar la invasión rusa

Vladímir Putin.
Vladímir Putin.

Biografía gubernamental de Vladímir Putin

La invasión rusa de Ucrania es un conflicto que se está librando a través de distintos frentes. 

Por un lado, quizá el más evidente, el militar, que continúa provocando que se den bombardeos y enfrentamientos en distintos puntos del territorio ucraniano 6 meses después del inicio del conflicto

Se trata de un frente que parece no haber escalado mucho en las últimas semanas de conflicto, pero que, como advirtió el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, está a "un malentendido" de la "aniquilación nuclear".

Por otro lado, la guerra se está librando en el frente político y económico, con la aplicación de fuertes sanciones económicas a Rusia desde que Putin iniciase el conflicto. Estas sanciones tenían intención de hundir al país a nivel económico con el fin de que Moscú pusiese fin a la contienda, pero no fue así. 

 

Las previsiones de los principales bancos de inversión estadounidenses eran que la economía rusa se hundiría después de la invasión de Ucrania, pero esta ha resistido, con un crecimiento económico mantenido, la exportaciones de petróleo en aumento y la actividad de las fábricas reactivada.

Aun así, existe otro frente, relacionado también con el político y el militar, que puede ser definitorio para Putin acabe perdiendo la batalla que él mismo comenzó: el tecnológico. 

Escasez de microchips

Una lista, publicada por Politicoy que ha sido verificada por 2 expertos en cadenas de suministro militar, ha revelado que Moscú sufre escasez de microchips necesarios para desarrollar su armamento militar.

Tras 6 meses de conflicto armado (con su correspondiente gasto de munición y arsenal), el ejército de Putin estaría sufriendo un déficit de semiconductores que le harían falta para fabricar nuevo armamento. 

"El Kremlin ha elaborado listas de semiconductores, transformadores, conectores, carcasas, transistores, aislantes y otros componentes, la mayoría fabricados por empresas de Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Taiwán y Japón", han explicado desde Politico.

El problema que afronta Rusia ahora es poder adquirir esa tecnología, ya que hasta este momento no se habían visto en la necesidad de fabricarla porque la habían comprado a terceros como EEUU, Japón o la Unión Europea.

Sin embargo, con las sanciones que se le han aplicado a nivel internacional Rusia ahora no podría acceder a esa tecnología y solo podría hacerse con ella si un país intermediario como China accediese a comprarla para luego vendérsela. 

Un otoño en llamas ante el riesgo de recesión o la amenaza energética rusa: 6 desafíos económicos por resolver en los próximos meses

El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, ha asegurado que la ventaja tecnológica está siendo decisiva. "Según nuestra información, los rusos ya han gastado casi la mitad de su arsenal de armas", ha declarado Shmyhal.

En las listas a las que ha tenido acceso Politico se pueden ver los 25 semiconductores que Rusia está buscando más desesperadamente, la mayoría fabricados por firmas estadounidenses como Intel, Holt o Marvell

La lista también incluye el precio al que espera comprarlos el ejército ruso, yendo de los 7 euros del transceptor gigabit ethernet 88E1322-AO-BAM2I000 de Marvell a los 1.107 euros de la matriz de puertas programables de campo 10M04DCF256I7G de Intel.

Ante la imposibilidad de adquirir esta tecnología por las sanciones que se le han aplicado al país, Moscú estaría recurriendo a medidas "desesperadas" como sacar los microchips de electrodomésticos como frigoríficos o recurrir a arsenal antiguo, fabricado durante la época soviética y guardado en almacenes hasta la fecha.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.