Las cuentas de SpaceX antes de Starlink revelan hasta qué punto dependen del servicio de internet por satélite

Elon Musk, CEO de SpaceX.
Elon Musk, CEO de SpaceX.

Reuters

  • La forma en la que Elon Musk dirige algunas de sus mayores empresas suele ser puesta en tela de juicio. Al multimillonario le gusta realizar apuestas arriesgadas y tomar decisiones muchas veces difíciles de justificar.
  • En este caso, los balances financieros de SpaceX en los años 2018 y 2019 han revelado que la compañía espacial de Musk podría estarlo apostando todo a su servicio de internet por satélite, Starlink, y a su nuevo cohete, Starship.

Esta semana se conocía la noticia de que SpaceX, la empresa de exploración espacial de Elon Musk, supuestamente cuenta con una amplia red de distribuidores de contrabando que hacen llegar los dispositivos de Starlink, el servicio de internet por satélite de la compañía, a algunos de los mayores adversarios políticos de Estados Unidos, como Rusia o Sudán.

Pese a que, en un principio, Musk no tendría nada que ver con la forma en la que se distribuyen o dejan de distribuirse los servicios de su organización (aunque medios de comunicación como el Wall Street Journal hayan señalado que SpaceX podría limitar esta práctica con el geofencing), la noticia deja ver hasta qué punto los negocios del multimillonario tienen repercusión a nivel internacional.

Starlink se ha convertido en un servicio fundamental en contextos como la guerra de Ucrania, en la que el ejército ucraniano —y ahora parece que también las tropas rusas— están utilizando sus dispositivos para hacer frente a sus enemigos, o en lugares en los que no se puede acceder a una buena conexión (sin ir más lejos, en el año 2023, logró triplicar su facturación en España).

Tanto es así que, en la actualidad, las finanzas de SpaceX podrían estar dependiendo prácticamente en su totalidad del servicio de internet satelital. En esa dirección apunta el medio TechCrunch, que ha tenido acceso en exclusiva a los balances financieros confidenciales de la empresa de Musk correspondientes a los años 2018 y 2019.

Elon Musk, CEO de Tesla y dueño de X (la red social anteriormente conocida como Twitter).

Según ha publicado el medio de comunicación especializado en tecnología, la compañía de exploración espacial pasó de tener poca rentabilidad en ese periodo, registrando unos ingresos anuales de 2.000 millones de dólares, a alcanzar los 9.000 millones que anotó en el año 2023 y los 15.000 millones que planea lograr en el 2024 (con 3.000 millones de beneficios, según informó Bloomberg en noviembre).

Al parecer, 2018 y 2019 fueron años decisivos para la empresa: en febrero de 2018, SpaceX lanzó su cohete Falcon Heavy por primera vez; en marzo la compañía tuvo éxito en una prueba de vuelo fundamental para su cápsula de tripulación Dragon (que, aun así, explotó un mes después durante unas pruebas en tierra); y sintió la presión de entregar una nave espacial segura y fiable para los astronautas de la NASA, institución con la que había firmado un contrato multimillonario poco antes.

Tal y como ha indicado TechCrunch, ese también fue el año en que SpaceX lanzó sus primeros 60 satélites Starlink, el servicio de internet por satélite que se ha convertido en parte integral de los planes generales de la empresa. 

La compañía obtuvo unos ingresos de 1.980 millones de dólares en 2018 y de 1.450 millones en 2019, pero operaba con una pérdida neta de 308 millones y 501 millones, respectivamente, según los balances financieros de esos años. SpaceX estaba invirtiendo mucho en investigación y desarrollo: 559 millones de dólares en 2018 y 661 millones el año siguiente, unas cantidades que el balance de la empresa atribuye principalmente a los programas Starlink y Starship

 

El programa Starlink habría completado un hito en mayo de 2019, cuando SpaceX lanzó el primer lote de satélites operativos. La firma de Musk terminó el año con un efectivo y equivalentes de efectivo de 868 millones de dólares para 2018 y 990 millones de dólares para 2019. Desde aquel despliegue de 60 satélites, SpaceX ha pasado a operar más de 5.500 con 2,5 millones de clientes, según TechCrunch.

Sin embargo, la situación de la compañía todavía podría depender de Starship, su nuevo cohete espacial. Según parece, Starship será necesario para mantener la cadencia de lanzamientos que necesita la segunda generación de satélites de Starlink. 

"Falcon [9] no tiene ni el volumen ni la capacidad de masa en órbita necesarios para Starlink 2", aseguró el propio Elon Musk en una entrevista publicada en mayo de 2022. Así que, queda por ver cómo avanza el desarrollo del cohete espacial Starship para ver si las finanzas de SpaceX terminan consolidándose.

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