¿Qué tiempo hará en España en invierno de 2023?

El año pasado terminó como el segundo más cálido en Europa desde que existen registros, y la última Navidad fue sensiblemente más templada de lo normal en España: se posicionó como la tercera más calurosa, solo superada por las navidades anteriores y las de 1995-1996. El año pasado también vivimos el diciembre más cálido de la historia, que casi rebasó tres grados la media normal.

¿Cuál es la previsión estacional para el invierno 2023-2024 en España? A excepción de la gran nevada de Filomena, la última década se ha caracterizado por navidades cálidas o muy cálidas. Además, en 2023 se sucedieron por primera vez en España cinco inviernos consecutivos catalogados como cálidos o muy cálidos. 

El pasado ejercicio hubo una temperatura media en la España peninsular de 7,4° en invierno, 0,8° por encima de la media de la estación, con las máximas 0,9° por encima y las mínimas, 0,7°. Fue el décimo invierno más cálido desde 1961 y el quinto invierno más cálido del siglo XXI, según el balance de la AEMET.

El último invierno frío fue el de 2017-2018, y el último muy frío, el de 2014-2015. El cambio climático provoca que los inviernos sean más suaves, una tendencia acrecentada este año por el actual fenómeno de El Niño. Además, España se está calentando más rápido que el resto del planeta: por cada grado de calentamiento global, el clima de España se calienta 1,5℃.

Además, España ha duplicado las olas de calor y reducido las de frío en este siglo: desde el año 2000 se han registrado 85 olas de calor, en comparación con las 39 entre 1978 y 2000. La AEMET ha contabilizado 452 días de ola de calor en el siglo XXI frente a 144 de los últimos 23 años del XX, lo que supone un incremento de casi el triple, recoge Servimedia.

En contraposición, España ha vivido 28 olas de frío en este siglo y 27 en los últimos 23 años del siglo XX. Este siglo ha habido un total de 138 días gélidos, mientras que ha habido 134 entre 1978 y 2000. En ambos casos, hay una ligera tendencia a la baja de este tipo de episodios.

Según Meteored, lo normal en España es tener en invierno una temperatura media de 7.94ºC (período 1981-2010 referencia). El valor se sitúa por debajo de 10 °C en gran parte del territorio, excepto en zonas de costa del norte, valle del Guadalquivir, costas mediterráneas, Baleares y en Canarias.

En cuanto a precipitaciones, la media está en 200 litros por metro cuadrado. También es la estación más lluviosa en el noroeste peninsular, Extremadura, Andalucía, oeste de Castilla La Mancha y Canarias. Donde más llueve es en el oeste de A Coruña, con más de 600 litros por medio cuadrado acumulados de media.

El mes más frío es enero y el más lluvioso es diciembre.

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¿Tocará este año sacar guantes, gorro y bufanda? ¿Qué pasará con los paraguas? ¿Llegará la nieve a latitudes bajas? ¿Se podrá sacar el polvo a ese trineo del desván? ¿Habrá que resguardarse del viento? ¿O bastará con la gabardina para dar un paseo?

Estas son las principales predicciones meteorológicas para el invierno 2023-2024 en España.

Desde AEMET dibujan un invierno más cálido de lo habitual y con precipitaciones por encima de la media en el noroeste

Según la predicción estacional para los meses de diciembre, enero y febrero de AEMET, hay una mayor probabilidad de que la temperatura media se encuentre en el tercil cálido en toda España, tomando como referencia el periodo de referencia 1991-2020. 

Dicho de otro modo, se espera un invierno bastante cálido y con temperaturas por encima de la media, especialmente en el oeste y el sur peninsular, así como en las islas.

Por otra parte, todo parece indicar que el próximo invierno será húmedo. Hay una mayor probabilidad de que la precipitación acumulada se encuentre en el tercil húmedo en el noroeste peninsular. Solamente podría ser más seco de lo normal en Canarias, mientras que en el resto de España la probabilidad de los terciles es la climatológica.

El pronóstico invernal de Meteovigo: borrascas atlánticas, vientos protagonistas y días fríos (si el vórtice polar permanece débil y fragmentado)

Rubén Vázquez de Meteovigo destaca las borrascas históricas con un gran radio de acción y valores de presión muy bajos vividos durante este otoño, con importantes temporales de viento, lluvias y oleaje. 

Las precipitaciones han ayudado a revertir, aunque solo en parte, la situación de sequía: según el último Boletín Hidrológico publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), los embalses están al 43,6% de su capacidad, con 24.414 hectómetros cúbicos. 

Es un 33,88% que el mismo periodo de 2022, pero el dato está todoavía un 10,6% por debajo de la media histórica de la década, recoge Cocampo.

El invierno también ha comenzado con una configuración de lluvias abundantes.

En España, en cuanto al fenómeno de El Niño, se detectan anomalías térmicas positivas de la superficie oceánica, sobre todo desde el suroeste de la península hacia aguas tropicales/subtropicales. La superficie oceánica tiene mayor energía acumulada de lo habitual, lo que otorga a la atmósfera una mayor capacidad de evaporación y contención de humedad.

El pronóstico de Rubén Vázquez se basa en que se cumpla un patrón de un vórtice polar fragmentado y debilitado durante la mayor parte del invierno. En cuanto a las precipitaciones, cree que las borrascas atlánticas seguirán siendo grandes protagonistas.

Estas vigorosas lluvias afectarán principalmente al noroeste y extremo norte de la península, aunque la primera mitad del invierno también llegarán con mayor probabilidad a zonas del centro y sur de la península. Podrían producirse temporales de gran intensidad en el noroeste y extremo norte. En Canarias lloverá más de la media, especialmente en la primera mitad del invierno. 

En cuanto a la nieve, el pronóstico de Meteovigo destaca que las nevadas no faltarán en los sistemas montañosos, pudiendo producirse también en cotas más bajas. Habrá episodios de nieve considerables si los bloqueos en latitudes árticas se mantienen y el vórtice polar no se fortalece mucho. 

Rubén Vázquez también cree que los vientos serán auténticos protagonistas en los intensos temporales de viento y oleaje sobre el oeste de Europa. Además, habrá un flujo marcado de vientos desde latitudes árticas en algunas fases del invierno, con componente continental. En otras, los vientos tranquilos darán lugar a etapas de nieblas y heladas significativas.

La temperatura del invierno 2023-2024 podría estar marcada por fuertes heladas y temperaturas inferiores a la media durante períodos más largos que en inviernos anteriores —si el vórtice polar está débil y no confina el frío a latitudes más altas—. Estas etapas de frío se alternarían con otras más cálidas.

Si el vórtice polar se fortalece, asistiremos a temperaturas por encima de la media. Por si acaso, saca los jerséis.