Descubren cuál es el tipo de grasa que aumenta el riesgo de padecer alzhéimer

Estudio tipo de grasa alzhéimer

Getty Images

  • Un nuevo estudio encuentra un nuevo marcador neuroinflamatorio en imágenes cerebrales.
  • La grasa abdominal oculta o profunda está relacionada con las placas de beta amiloide y los ovillos de proteína tau.
  • De la investigación se concluye que una mayor cantidad de grasa visceral implica un mayor riesgo de padecer alzhéimer.

Cada vez se arroja más luz sobre el oscuro foso del alzhéimer, una enfermedad que carece todavía de curación y que, en una sociedad envejecida y con mayor esperanza de vida, afecta cada vez a un mayor número de personas: se calcula que habrá cerca de 150 millones de personas con demencia a mitad de siglo.

Una nueva e interesante investigación aporta información sobre un peligroso tipo de grasa corporal que parece estar ligada a un riesgo más elevado de alzhéimer. 

Publicado como estudio piloto en la revista Aging and Disease en agosto con imágenes de cerebros y vientres de 32 adultos de entre 40 y 60 años, ahora ha ampliado información sobre una veintena de personas más. En total, recoge datos de 52 pacientes que han sido presentados en la conferencia 2023 de la Sociedad de Radiología de América del Norte el lunes.

 

Tal y como recoge CNN, la principal conclusión es que la inflamación causada por la grasa visceral puede estar relacionada con las primeras etapas de la enfermedad de alzhéimer décadas antes de que comiencen los síntomas. Este tipo de grasa está "oculta", se acumula en torno a los órganos y contribuye al desarrollo de proteínas peligrosas para el cerebro. 

Desde la Clinica Mayo explican que la grasa visceral es la que se acumula en la parte profunda del abdomen, y su exceso está relacionado con numerosos problemas de salud como hipertensión arterial, apnea del sueño, enfermedades cardíacas, nivel elevado de glucosa y de grasa en la sangre, diabetes, accidentes cerebrovasculares, hígado graso, varios tipos de cáncer y muerte prematura.

Las imágenes cerebrales del estudio muestran un nuevo marcador neuroinflamatorio: los cambios se pueden observar en el cerebro a partir de los 50 años de edad y hasta 15 años antes de que se produzcan los primeros síntomas de pérdida de memoria que caracterizan al alzhéimer y a otros tipos de demencia.

Mayor cantidad de placas de beta amiloide

El estudio encontró que las personas de entre 40 y 50 años con una mayor cantidad de grasa abdominal oculta tenían una mayor cantidad de una proteína anormal llamada amiloide en el cerebro. Junto con los ovillos de tau, las placas amiloides son una de las señales características del alzhéimer.

El estudio también encontró un vínculo entre la grasa abdominal profunda y la atrofia cerebral, o pérdida de materia gris, en una parte del centro de la memoria del cerebro llamada hipocampo. Además, quienes tienen mayor cantidad de grasa visceral tienen más inflamación en las vías de materia blanca, que impiden que el cerebro se comunique con las distintas partes del cuerpo.

Mayor riesgo de alzhéimer vinculado a la grasa visceral

Los riesgos fueron más altos en aquellas personas con una mayor proporción de esta grasa visceral oculta en comparación con aquellas con más grasa abdominal normal, conocida como grasa subcutánea. Se encontraron cambios cerebrales modestos, pero significativos, dado que se analizaron personas de mediana edad y no ancianas, explican los investigadores.

"Aunque se han realizado otros estudios que relacionan el IMC con la atrofia cerebral o incluso con un mayor riesgo de demencia, ningún estudio previo ha relacionado un tipo específico de grasa con la proteína real de la enfermedad de alzhéimer en personas cognitivamente normales", señala Mahsa Dolatshahi de la Universidad de Washington, principal autor del estudio. 

Estudios similares no han investigado el papel diferencial de la grasa visceral y subcutánea, especialmente en términos de la patología amiloide en la mediana edad. La grasa subcutánea suele constituir el 90% del cuerpo, según la Clínica Cleveland. Es aquella que se puede pellizcar.

"Al ir más allá del índice de masa corporal y caracterizar mejor la distribución anatómica de la grasa corporal en la resonancia magnética, tenemos una comprensión excepcionalmente mejor de por qué este factor puede aumentar el riesgo de alzhéimer", dijo Cyrus Raji, otro de los investigadores.

Otro interesante dato hallado en la investigación es que la relación entre la grasa visceral y el alzhéimer era más elevada en hombres y en mujeres. El estudio concluye que la grasa visceral debería centrarse en futuros tratamientos para reducir el riesgo de demencia.

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