Despidos, reestructuraciones y la carrera por la supremacía de la IA: el tumultuoso 2023 de Google

Ilustración Google

Google, Tyler Le/BI

  • El 2023 de Google ha estado marcado por los despidos, Gemini y la búsqueda de un nuevo impulso en la carrera de la IA.
  • Google desafió a algunos críticos acelerando el lanzamiento de su rival de ChatGPT.
  • Algunos empleados dicen que fue el año en que Google cedió finalmente ante Wall Street y cambió la cultura para siempre.

Sundar Pichai, CEO de Google, reunió a sus empleados el 12 de diciembre en la última reunión general de la compañía en 2023. Había sido un año tormentoso dentro del gigante tecnológico, que empezó con una ronda de despidos sin precedentes y terminó con el anuncio de su mayor proyecto de inteligencia artificial hasta la fecha.

Había razones para estar contentos. Google Cloud obtuvo beneficios este año por primera vez. La empresa ha lanzado una avalancha de nuevos productos y actualizaciones de IA. Y, como Pichai y otros ejecutivos destacaron durante la reunión, Google había cerrado 2023 con la presentación de Gemini, su nuevo gran modelo de lenguaje (LLM).

Aun así, hubo indicios de que este año había golpeado la moral. En un momento dado, los ejecutivos compartieron los resultados de una encuesta realizada en toda la empresa, conocida como Googlegeist, que aparecía en las bandejas de entrada de los empleados cada semana.

Las respuestas coincidían en gran medida con las de años anteriores (el 78% de los empleados se declaraban orgullosos de la empresa y sólo el 45% afirmaban que su organización tenía una visión clara), pero la tasa media general de implicación era sólo del 36%, según las diapositivas consultadas por Business Insider. Dos empleados han declarado a BI que este porcentaje es notablemente bajo.

Los despidos también pesaban sobre la sala. Una de las preguntas más votadas se refería a si los ejecutivos seguían pensando que los recortes eran necesarios. "Intentamos evitarlo todo lo que pudimos", respondió Pichai, que insistió en que los despidos fueron una decisión difícil pero "importante". Su respuesta no convenció a algunos empleados.

Para Google, 2023 ha sido un año de moverse más rápido, centrarse y demostrar que aún puede competir con rivales más ágiles. Pero algunos empleados dicen que el año de eficiencia de Google ha deteriorado drásticamente una cultura de empresa de la que el gigante de las búsquedas se enorgullecía.

Al pedirle que resumiera el año dentro de Google, un empleado respondió: "En una palabra: sombrío".

BI ha hablado con una docena de actuales y antiguos empleados, que han descrito cómo el año pasado agitó el núcleo de la empresa. La mayoría de estas personas han pedido permanecer en el anonimato porque no se les permite hablar con la prensa.

Un portavoz de Google no ha hecho ningún comentario.

25 aniversario de Google.

ChatGPT sacude a un gigante de las búsquedas

Google ya había avanzado considerablemente en el campo de la IA con avances como el documento Transformer de 2017, núcleo de la tecnología detrás de ChatGPT de OpenAI. En noviembre de 2022, solo unas semanas antes del lanzamiento de ChatGPT, Google celebró un evento con los medios para mostrar sus últimos trabajos en IA.

Los ejecutivos hablaron con entusiasmo pero con cautela sobre los últimos proyectos de investigación de la empresa, incluida una demostración de un proyecto de conversión de texto a vídeo que generó una burda animación de una jirafa y un globo.

"También tenemos que reconocer los riesgos reales que puede plantear esta tecnología si no tenemos mucho cuidado, y por eso hemos tardado tanto en darla a conocer", dijo Douglas Eck, director senior de investigación de Google, en un discurso pronunciado en el acto. "Y estoy orgulloso de que hayamos tardado en liberarlos".

Todo eso cambiaría rápidamente. Públicamente, los ejecutivos de Google restaron importancia a ChatGPT tras su lanzamiento en noviembre de 2022. Dentro de la empresa, la historia era distinta.

No es que la investigación dentro de Google se hubiera ralentizado. Los ejecutivos de Google simplemente habían subestimado el eco que tendría la IA generativa entre el público general, según varias personas familiarizadas con el asunto.

La empresa había creado productos similares internamente, pero nunca los había hecho públicos por temor a que la tecnología produjera información errónea o contenido ofensivo. Las anteriores crisis de los proyectos de inteligencia artificial, como la reacción negativa a su asistente de voz Duplex y el revuelo entre los empleados por un acuerdo con el Pentágono, dieron a los dirigentes muchas excusas para actuar con lentitud y cautela.

Ahora, Google se enfrenta de repente a la primera amenaza real a su negocio principal en mucho tiempo. El guión utilizado por los ejecutivos de la compañía cambió; ahora serían "audaces y responsables".

Google estaba en modo guerra. El principal abogado de la empresa dijo a los ejecutivos, incluido el consejo de seguridad de revisión de IA de Google, que construirían y lanzarían una lista de productos de IA, y rápidamente, según publicó el New York Times.

Demis Hassabis, fotografiado durante un evento.
Demis Hassabis, fotografiado durante un evento.

Joy Malone/Getty Images

En marzo, Google presentó un competidor de ChatGPT llamado Bard, basado en el modelo de lenguaje PaLM 2 de la compañía. Bard era funcional, pero parecía menos inteligente que ChatGPT (una percepción que no se vio favorecida cuando Bard falló una respuesta durante una de las primeras demostraciones, haciendo caer las acciones de Google). Al mes siguiente, Google anunció que combinaría dos unidades de investigación diferentes (DeepMind y Brain) para "acelerar" sus avances en IA.

Fue un momento significativo para DeepMind, que había operado en gran medida como una entidad satélite de Google después de que el gigante de las búsquedas la comprara en 2014. Demis Hassabis, CEO de DeepMind, luchó para mantenerla así por temor a cómo Google podría hacer un mal uso de la tecnología de su empresa, según publicó en su día BI.

La nueva entidad, bautizada como Google DeepMind, se encargaría de Gemini, el LLM que sustituiría a PaLM2 y, según esperaba Google, alcanzaría o superaría el GPT-4 de OpenAI. Dentro de DeepMind, varios proyectos de IA, incluido uno centrado en la IA y las matemáticas, fueron degradados en favor de proyectos que conducirían a productos de IA generativa orientados al consumidor, según una persona al corriente de este asunto.

Los directivos también comunicaron al personal de IA de Google que reducirían la cantidad de investigaciones que DeepMind publicaría para evitar que la competencia copiara su trabajo. La decisión irritó especialmente a algunos investigadores de la unidad de DeepMind, que durante mucho tiempo ha atraído talento por su entusiasmo por publicar de forma tan agresiva, según explica otra fuente con conocimiento de la materia.

"Esta nueva moda de los LLM es el primer desafío real a Google", señala un antiguo empleado a BI.

Google trabajó para que Gemini saliera rápidamente. El cofundador de Google, Sergey Brin, volvió el mes anterior al lanzamiento de Gemini para trabajar en el modelo casi a tiempo completo, según varias personas que trabajaron con él.

La empresa no llegó a lanzar su modelo Gemini más potente en la última versión. Ultra, el modelo más grande que, según Google, llegará a principios del año que viene, estará más cerca del GPT-4 de OpenAI en cuanto a sus capacidades, según ha afirmado la empresa.

 

Llegan los despidos a Google

En enero, unos 12.000 empleados —aproximadamente el 6% de la empresa— descubrieron que iban a ser despedidos. En un comunicado dirigido al personal, Pichai afirmó que la empresa aprovecharía los despidos para centrarse en áreas clave, como la inteligencia artificial.

Google no ha sido el único gigante tecnológico en hacer recortes. Microsoft, Amazon y Meta, entre otros, también recortaron su plantilla, culpando a la sobrecontratación pandémica y a los temores de una economía en recesión. En Google, que antaño tenía fama de ser el mejor lugar para trabajar en Silicon Valley, la situación era distinta. Algunos empleados han explicado a BI que se trata de un punto de inflexión para una empresa que durante mucho tiempo ha afirmado pensar a largo plazo y no ceder a las presiones de Wall Street.

"Es bastante decepcionante ver cómo Google se transforma definitivamente en una gran empresa típica, centrada en los accionistas a corto plazo por encima de todo", afirma un antiguo empleado que llevaba muchos años en la empresa y fue despedido en enero.

Se han producido recortes en todos los equipos, y algunos han sido más duros que otros. Area 120, una incubadora interna de I+D, ha visto recortados la mitad de sus proyectos, lo que acelera el retroceso en el gasto en moonshots que se viene produciendo en los últimos años.

Google Campus

Zhang Yi/VCG via Getty Images

Algunos empleados consideran que Google gestionó mal los despidos al despedir a parte del personal por correo electrónico en mitad de la noche y cortar inmediatamente el acceso corporativo sin previo aviso. Otras empresas llevaron a cabo despidos de forma similar, pero en el caso de Google, donde el bienestar de los empleados solía ser siempre lo primero, se sintió inusualmente frío.

En resumen, los despidos no fueron "Googley".

"Si se escribiera un libro de texto sobre cómo hacerlo realmente mal, se parecería a esto", afirma un empleado veterano y con muchos años de antigüedad que fue despedido en la ronda de enero. En la reunión de este mes, Pichai reconoció que la empresa podría haberlos gestionado mejor.

Muchos empleados pasaron el año en vilo, esperando que se produjeran más despidos. En algunos casos, así fue: Google realizó más recortes en varios equipos en 2023, incluidos Google News, el Asistente de Google y su división de contratación.

Algunos de esos despidos se hicieron de forma tan discreta que algunos empleados empezaron a hacer circular un documento interno en el que se hacía un seguimiento de los recortes, extrayendo la información de los datos internos o de los artículos de prensa a los que podían acceder, según una copia del documento vista por BI.

Algunos Googlers se enteraron de los despidos a través de memes publicados en los foros internos de la empresa, según un empleado.

 

La batalla por el alma de Google

En noviembre, estas tensiones se hicieron públicas a través de una carta de un empleado de Google recién despedido. Ian Hickson, ingeniero de Google desde 2005, publicó en su blog un escrito en el que reflexionaba sobre sus 18 años en la empresa e incluía varias observaciones mordaces sobre cómo había cambiado la cultura de Google.

"La moral está por los suelos", escribió Hickson, reflejando un sentimiento que muchos otros empleados parecían sentir.

En un momento dado, afirmó que los despidos de enero tendrían efectos "insidiosos" en Google, como provocar que los empleados "redujeran drásticamente la asunción de riesgos".

"Ahora veo todo esto en Google", escribió.

Hickson no es el primer antiguo empleado que se lamenta de la situación de la empresa, pero su carta parece haber calado en muchos de los empleados que la han difundido dentro de la compañía.

"Da en el clavo y coincide con lo que mucha gente siente y piensa después de los despidos", explica un empleado a BI. "Significa que la gente no está pensando tanto en lo que hace un buen producto o experiencia, sino en lo que quedará bien en su revisión anual".

El 2024 de Google consistirá en convertir sus avances en IA en productos de éxito y mantener su nuevo impulso.

Pero también tendrá que hacer frente a las consecuencias de este año.

"La cultura se ha perdido para siempre", afirma un ejecutivo de Google a BI. Pero Hickson, en su nota, sugería que la antigua Google podría no estar completamente muerta.

"Alguien que quisiera dirigir Google en los próximos veinte años, maximizando el bien para la humanidad y haciendo caso omiso de las fluctuaciones a corto plazo en el precio de las acciones, podría canalizar las habilidades y la pasión de Google en logros verdaderamente grandes", escribió.

"Sin embargo, creo que el tiempo corre. El deterioro de la cultura de Google acabará siendo irreversible, porque el tipo de personas que necesitas para actuar como brújula moral son las mismas que no se unen a una organización sin brújula moral".

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