Las vacas flacas llegan a Disney: despidos, austeridad en el gasto, venta de licencias y reestructuración del negocio para reconquistar el entretenimiento del futuro

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Disney

  • Hace dos años Disney+ tocaba el cielo al superar la barrera de los 100 millones de suscriptores en apenas 1 año de vida comercial. Hoy la situación es bien distinta.
  • Tras anunciar 7.000 despidos en toda la compañía, un 3% de su personal, el CEO de Disney ha subrayado la necesidad de lograr clientes de más calidad para el negocio del streaming.  

Disney presentó ayer sus resultados trimestrales, los primeros con Bob Iger de nuevo al frente de la compañía. Tanto Wall Street como los analistas del sector daban por sentado que su balance no iba a salir bien parado ante la compleja situación macroeconómica. 

La crisis, en efecto, les ha hecho mella, forzándoles a hacer suya gran parte de la hoja de ruta que las empresas del sector han abrazado para capear un complicado 2023

Los resultados trimestrales han sido buenos… y también malos 

Los resultados trimestrales de Disney están llenos de contrastes. Los beneficios aumentaron un 8% y ya alcanzan los 23.500 millones, impulsados por el fantástico funcionamiento de su división de parques que, tras el parón del COVID, ha vuelto a ser una locomotora de ingresos. 

Los beneficios de la división directa al consumidor (bajo la que se incluyen todas sus operaciones en el ámbito del streaming) aumentó un 13% (+5.300 millones) si bien el incremento del 78% en pérdidas operativas (derivadas de los costes en contenido y tecnología que han requerido Disney+ y Hulu) ha generado un balance negativo de 1.100 millones

Esta área de negocio sigue sin ser rentable, aunque el hecho de que las pérdidas estén por debajo de lo proyectado parece haber tranquilizado parcialmente a Wall Street

Disney+ pierde suscriptores por primera vez en su historia 

Hace dos años Disney+ tocaba el cielo al superar la barrera de los 100 millones de suscriptores en apenas 1 año de vida comercial. Hoy la situación es bien distinta: ha perdido 2,4 millones de clientes, lo que deja la cifra global en 161,8 millones. Gran parte de esa caída ha sido consecuencia de la pérdida de los derechos del cricket en India, principal atractivo del bundle con Hotstar que incluía Disney+. 

Al igual que Netflix antes que ellos, Disney ha anunciado que dejará de compartir sus proyecciones de suscriptores a partir del próximo trimestre, en favor de indicadores más acordes con los nuevos parámetros que ahora demanda Wall Street, como la rentabilidad

Esto, en palabras de Iger, no significa que el crecimiento vaya a dejar de ser algo importante para la compañía. Al contrario: seguirá siendo la prioridad número 1, pero se afrontará de forma más inteligente. “Vamos a seguir yendo tras los suscriptores, pero siendo más juiciosos. Los costes se van a tener muy en cuenta”, aseguró ayer Iger, que reconoció que la agresiva política comercial de captación que se desplegó en la fase de lanzamiento de Disney+ derivó en clientes poco fidelizados y con un beneficio directo (ARPU) muy reducido.

El CEO de Disney dejó bien claro que su objetivo a futuro es lograr clientes de más calidad, aquellos cuya lealtad hacia la plataforma les vuelva más comprensivos hacia medidas impopulares como las subidas de precios. 

Plataformas de streaming en 2023

Mantienen sus previsiones de tesorería positiva en 2024, aunque revisan las cifras de suscriptores a la baja 

Disney espera que el negocio directo al consumidor de la compañía entre en beneficios al final del año fiscal 2024, aunque sus previsiones de clientes estarán en un rango menor al inicialmente proyectado: entre los 215 y los 245 millones. 

La fe en el streaming de Bob Iger parece inquebrantable, aunque “no esté ofreciendo todavía el tipo de rentabilidad o resultados de base que el negocio lineal nos ha dado durante décadas”. Los próximos dos años, según el CEO, marcarán un período de transición que requerirá adoptar medidas para lograr la eficiencia del negocio. 

La televisión y las salas de cine seguirán siendo elementos centrales su estrategia de negocio 

Disney, al igual que otras compañías del sector, está buscando la manera de conciliar el negocio en Internet con las ventanas de distribución

Para Disney parece indiscutible el valor de la televisión y de las salas de cine no solo en términos de monetización directa e indirecta, sino también a la hora de funcionar como impulso de marketing (garantizando la prosperidad en el circuito digital) y de amortizar la inversión en contenido. 

Las ventanas, además, están demostrando ser clave para complementar distintas demografías, algo fundamental para un negocio generacionalmente transversal como Disney. Iger citó durante la llamada a inversores el caso de Abbot Elementary, cuya media de edad en la cadena abc es de 60 años y en Hulu es de 30

Bob Iger, CEO de Disney.
Bob Iger, CEO de Disney.

La compañía se reestructura… otra vez 

Iger anunció ayer que la compañía va a llevar a cabo una profunda transformación que maximizará tanto el potencial de sus equipos creativos de primer nivel como sus franquicias y marcas. La compañía operará a partir de ahora bajo tres unidades principales: Disney Entertainment, ESPN y Disney Parks, Experiences and products. 

Iger acaba así con la escisión entre el equipo creativo y el de distribución que había impulsado Bob Chapek en plena pandemia para devolver el control sobre las decisiones de contenido y de comercialización a manos del equipo creativo.  

Disney se va a apretar el cinturón, tanto en recursos humanos como en inversión 

Los despidos y una nueva política de austeridad económica también marcarán el camino de Disney los próximos meses. Iger aseguró que estas medidas, aunque impopulares, “permitirán llegar a un crecimiento sostenible y lograr la rentabilidad de los negocios en streaming, nos posicionaran mejor para encarar disrupciones futuras y proporcionarán valor a nuestros accionistas”.

Disney ya ha anunciado 7.000 despidos en toda la compañía (un 3% de su personal en todo el mundo) y un recorte de 5.500 millones en contenidos (de los cuales 3.000 millones afectarán a contenido no deportivo).

Producir menos… y también mejor 

Disney no es una compañía que se caracterice por inversiones en contenido poco estudiadas, pero Iger parece estar convencido de que si se decide de forma más eficiente qué producir mejorarán su rendimiento económico y, por extensión, aumentará el crecimiento. 

La compañía, por tanto, no solo va a producir menos: también quiere producir mejor. “Vamos a mirar con mucha atención el coste de todo lo que hagamos, tanto en cine como en televisión. (…) además, vamos a tener muy en cuenta el volumen que producimos”, aseguró Iger.

Homeland

El contenido ya no será exclusivo 

David Zaslav, CEO de Warner Bros Discovery, fue el primero en echar por tierra una de las máximas que había guiado el negocio del streaming en sus años de desarrollo: la exclusividad del contenido. Una vez rota esa barrera psicológica, todas las compañías parecer estar considerando la posibilidad de lograr beneficios y extender la rentabilidad económica del producto

Cuando Iger anunció los planes de lanzar una plataforma directa al consumidor propia dejó bien claro que la estrategia iría acompañada de la no renovación de los acuerdos de licencia que había firmado hasta la fecha (y que había convertido a Netflix en unos de sus principales clientes).

La situación actual parece haber convencido al CEO de dar un golpe de timón. A partir de ahora licenciar contenido será parte del plan de la compañía para lograr el ahorro deseado, aunque no precisó qué proporción económica representará. 

Disney parece querer corregir las consecuencias económicas desfavorables que ha provocado encerrar los contenidos en un ecosistema único y renunciar al dinero de las licencias a terceros.

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