Pfizer y Moderna admiten que sus vacunas podrían tener efectos secundarios similares a los síntomas asociados con el COVID-19: fiebre, dolor de cabeza y cansancio

Carlos Villar
| Traducido por: 
Administración de la vacuna contra el coronavirus
  • Cinco voluntarios de las pruebas masivas con humanos admiten la aparición de síntomas tras recibir las dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna en los ensayos clínicos.
  • “Tenía un alto grado de confianza en que funcionaría y quería contribuir a la solución”, ha explicado uno de los voluntarios.
  • La Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca ya tuvieron que suspender temporalmente los ensayos de su vacuna por las complicaciones de salud de sus voluntarios.
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Un grupo de voluntarios de las vacunas contra el coronavirus que llevan a cabo las farmacéuticas Pfizer y Moderna ha desarrollado síntomas adversos tras participar en los ensayos clínicos de los prototipos. La alta fiebre, el dolor de cabeza, las molestias musculares o el agotamiento son algunas de las consecuencias que han sentido tras recibir las inyecciones.

Tres de los afectados forman parte del estudio que realiza Moderna y otros 2 de los ensayos que lleva a cabo Pfizer. Son 2 de las compañías que más han avanzado en la investigación de la vacuna contra el COVID-19, apurando los últimos meses de la fase tres que conlleva la prueba con grupos de decenas de miles de personas.

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Luke Hutchison, el único de los 5 afectados que ha accedido a dar su nombre, ha relatado a la CNBC cómo fueron las horas posteriores a recibir la inyección. Tras una primera dosis, se sintió mareado y estuvo varios días con una fiebre continuada pero leve.

Sin embargo, unos días después los investigadores le inyectaron una segunda dosis del antígeno que le provocó mayores complicaciones de salud. Ocho horas después de recibir el prototipo, estaba en cama con falta de aire, alta fiebre, temblores, escalofríos y dolor de cabeza.

Doce horas después de haber sido inyectado con el antígeno, los síntomas empezaron a remitir y Hutchinson fue recuperando su estado de salud habitual. Los dolores que sufrió coinciden con el cuadro habitual que presenta un paciente de coronavirus.

Los voluntarios no se arrepienten de haber participado en la vacunación

Los otros 4 voluntarios que han contactado con la cadena de televisión estadounidense también han desarrollado este tipo de síntomas, aunque no han querido hacer públicos sus nombres por temor a una reacción por parte de las farmacéuticas.

A pesar del malestar que sufrieron durante horas, los 5 voluntarios han reconocido que la incomodidad ha valido la pena para contribuir a la investigación de la vacuna contra el coronavirus y protegerse a sí mismos.

Tanto Moderna como Pfizer han admitido que sus vacunas podrían inducir algunos efectos secundarios similares a los síntomas asociados con el COVID-19. Un fenómeno que no consideran peligroso y que forma parte habitual de este tipo de investigaciones. 

Astrazeneca paralizó sus ensayos por una complicación de salud

No es la primera complicación que aparece en la carrera para conseguir un antígeno a nivel mundial. La Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca ya tuvieron que suspender temporalmente los ensayos de su vacuna por las complicaciones de salud de sus voluntarios.

Hasta 2 personas llegaron a desarrollar síntomas compatibles con la mielitis transversa, un trastorno neurológico que daña las células nerviosas, tras recibir las inyecciones. Los desarrolladores paralizaron entonces los estudios masivos en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica para analizar las contraindicaciones. Pero finalmente dieron luz verde a la investigación.

 Artículo original deEconomía Digital

 

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