No te hagas el héroe: 10 situaciones de peligro de las que jamás debes escapar si quieres sobrevivir

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  • Tornados, inundaciones, terremotos, cocodrilos... Existen muchas situaciones peligrosas en donde tratar de escapar es lo peor que puedes hacer.
  • En muchas ocasiones, el peligro no se activa de verdad si no actúas a lo loco. En otras es mejor esconderse en un rincón estratégico.
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¿Cómo reaccionar tu cuerpo ante una situación de peligro? El blog Psicología Motivacional explica que, de las opciones más clásicas, huir es la más común, justo por delante de otras soluciones como atacar a dicha amenaza o tratar de pasar desapercibido.

Aunque en muchas ocasiones escapar de una amenaza es lo más sensato, en otras ocasiones es mejor buscar una alternativa. 

¿El motivo de no correr a la primera de cambio? Evitar ponerte en una situación aún más letal. Por ejemplo, en el caso de que te encuentres con un animal peligroso, este puede ponerse en modo cazador precisamente si le das la espalda y te pones a correr.

Aquí tienes 10 situaciones en las que huir no debe ser tu prioridad para sobrevivir (extraídas de How Stuff Works).

Ten en cuenta que, debido a la temática de este artículo, el contenido del mismo puede inquietarte o hacerte sentir mal. Asimismo, el fin del texto es didáctico y no pretende ser una guía exhaustiva sobre cómo sobrevivir a estas situaciones de emergencia. Si quieres saber más al respecto, consulta las fuentes mencionadas más abajo, o dedica tiempo a investigar al respecto.

1. Un tornado

Tornado

Getty Images

Lo peor que puedes hacer en el caso de que te encuentres en la zona de un tornado es tratar de salir de dicha área, aunque sea en coche. Los vientos tornádicos son tan fuertes que pueden volcar el vehículo en el que te encuentras, o lanzarte objetos pesados y peligrosos mientras corres a lo loco.

¿Cómo actuar? Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades, abandona el vehículo en el que te encuentres, busca la estructura sólida más cercana y resguárdate en este refugio hasta que haya pasado el peligro. Si no hay edificios cercanos, busca una zona baja como un canal o una hondonada y cubre tu cabeza y cuello hasta que el tornado haya pasado.

2. Un oso

Oso pardo

Los osos son capaces de correr a 48 kilómetros por hora. Así que escapar en este caso es doblemente peligroso porque te acabarán atrapando y, al huir, te considerarán una presa débil. Habrá muchas posibilidades de que un oso quiera perseguirte, aunque inicialmente lo único que quería era que le dejaras en paz.

En este sentido, y tal y como apunta el Servicio de Parques Nacionales, los osos suelen ser tímidos. Así que no hacer nada al encontrarte con uno es el plan A. Pero si empieza a seguirte o muestra indicios de agresividad, combate con aún más agresividad: abre los brazos y piernas para parecer lo más grande posible, grítale o agita un palo. Eso puede disuadir al oso y lograr que abandone la zona.

3. La policía

'Loca academia de policía 4'.
'Loca academia de policía 4'.

Tal y como explica Avvo, servicio de asesoramiento legal, no es recomendable que corras de la policía aunque sepas que no has hecho nada mal. Si huyes, lo que das a entender precisamente es que eres culpable de algo, así que la situación, ya de por sí problemática, puede acabar peor de lo que había empezado.

La Unión de Libertades Civiles Americana recomienda simplemente esperar a que el agente esté cerca para preguntarle si te va a detener. Si la respuesta es "No", tienes derecho a irte tranquilamente. En caso de que se produzca un arresto, se recomienda oponerse a ello de forma objetiva, calmada y clara; que conste que no estás de acuerdo con lo que está pasando, pero no te resistas.

4. Una inundación

Inundación en Venecia

REUTERS/Manuel Silvestri

Las ganas de salir corriendo de una inundación, sobre todo si notas que sube el nivel del agua, es comprensible, pero peligrosa, ya que, a partir de los 15 centímetros, es muy fácil resbalar y que el agua se te lleve. Y bastan solo 30 centímetros para que flote la mayoría de los vehículos y solo 0,6 cm para que empiece la clásica escena de ver coches siendo arrastrados por los torrentes de agua.

Además, y tal y como alerta el Servicio Metereológico Nacional, la inundación puede esconder detrito peligroso, socavones y otros peligros. Así que, si de repente te encuentras en esta situación, busca el lugar más elevado posible y quédate ahí hasta que pase el temporal o vengan los especialistas a ayudarte.

5. Perros agresivos

Perros peligrosos

Que no te engañen los tópicos. Aunque seguramente te han venido a la mente razas como pitbulls o Rottweilers, cualquier perro puede ponerse agresivo de repente y tratar de morderte.

En el caso de que un perro te gruña y te enseñe los dientes, ¡no corras! El animal interpretará ese movimiento como una provocación y se lanzará al ataque. Además, es posible que te alcance. Lo que debes hacer es permitir que el perro se desahogue con algo que lleves como tu jersey. Una vez el perro pica el anzuelo, déjale concentrado con su presa y ve escapando poco a poco.

6. Una corriente de resaca

Corriente de resaca

Este tipo de fenómenos se generan principalmente por la rotura irregular de las olas a lo largo de la cesta, llegando con brusquedad y energía a la playa. Cualquier elemento que se encuentre en su trayectoria puede acabar siendo arrastrado en el regreso de la corriente hacia el mar. Y dentro de la lista de dichos elementos, podrás estar tú.

Tratar de combatir la corriente provocará que acabes fatigado en 0 coma y corras el riesgo de ahogarte. La clave, como explica el letrero, es nadar tranquilamente en perpendicular a la corriente (en paralelo a la costa) para salir de ella con el mínimo esfuerzo posible. Si no funciona, haz el muerto, deja que la corriente te arrastre hasta que pierda fuerza y, luego, regresa nadando a la playa.

7. Un terremoto

Terremoto escombros

Es importante mantener la calma en todas las situaciones listadas en el artículo. Más todavía en el caso de un terremoto. La Agencia de Gestión de Emergencias y Desastres explica que, si estás dentro de un edificio, aléjate de las ventanas, colócate debajo de una mesa estable y cúbrete la cabeza.

En caso de no contar con mesa o escritorio, busca una pared interior y protégete la cabeza. Si estás fuera, muévete con precaución hacia una zona abierta alejada de edificios, estructuras o peligros potenciales que pueda echarte encima el terremoto. Si conduces, abandona el vehículo y, de nuevo, busca una zona extensa sin árboles, postes, líneas de corriente...

8. Un tiroteo

Tiroteo

Independientemente del lugar en el que ocurra un tiroteo (un centro comercial, un colegio, un cine...), el disparador es una de las amenazas más peligrosas del listado debido a que a) busca activamente hacer daño y b) su comportamiento es totalmente imprevisible. Lo que está claro es que escapar sin un plan te pondrá en peligro: te puede ver y dirigirse hacia ti.

En su propio blog, el FBI da 3 pasos clave: "Correr, esconderse, luchar". No obstante, la parte de correr consiste en buscar un sitio seguro (tu prioridad debe ser la salida más cercana). Si no puedes salir porque puedes ser visto, busca un escondrijo (como un armario) donde puedas esperar a que pase todo. Combatir debe ser el único recurso, cuando no queda otra opción.

9. Lobos

Lobos

Al contrario que otros animales que aparecen en este listado, los lobos suelen ir en manada. Así que si estás huyendo de uno lo más probable es que haya otros persiguiéndote en paralelo y te acaben atrapando. No obstante, los lobos no suelen atacar si la presa en cuestión no huye.

Business Insider ya advirtió en su momento que, si te encuentras con un lobo, lo mejor que puedes hacer es salir de la situación muy poco a poco y evitando realizar un contacto visual directo. Si avanzan hacia ti, haz como con los osos: abre brazos y piernas para parecer más grande y ahuyentarlos. Si todo falla, hazte una bola, cubre tu cabeza y espera a que acabe el ataque (sí, muy aciago).

10. Un cocodrilo

cocodrilo

Getty Images

No imites a Cocodrilo Dundee y hagas gestos ratos con la mano a un cocodrilo porque no surtirá efecto alguno. Tampoco salgas corriendo: el animal lo tomará como un permiso para atraparte y además los cocodrilos corren más rápido que un ser humano.

Un minero que logró escapar de un cocodrilo en un encuentro acuático explicó en 2011 para BBCque es mejor retroceder poco a poco, sin dejar de mirar en dirección al animal por si se lanza a por ti. Si todo falla y te atrapa, controla tu miedo y ataca sus ojos: es violento, pero es una de las pocas opciones viables. Si te atrapa con las mandíbulas tienes pocas posibilidades de salir indemne.

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