10 casos en los que siempre tienes que llevar a urgencias a tus hijos

Un bebé en el hospital.

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  • David Andina, pediatra de urgencias, profesor en CTO Medicina y Premio Nacional de Medicina, repasa en X cuáles son las situaciones en las que tienes que llevar a urgencias a tus hijos siempre. 
  • En ocasiones, señala el médico, los padres y las madres no son capaces de identificar estos casos.
Primero en Upday Cintillo

¿Eres de los que a la menor contrariedad física decides llevar a urgencias a tus hijos?, ¿o de los que siempre espera, incluso demasiado, antes de tomar la decisión de ir al hospital? No hay un modus operandi igual ni correcto para padres y madres, pero sí está bien conocer cuáles son los casos en los que es imprescindible que los niños o las niñas sean vistos por un profesional. 

A esto se refiere David Andina, pediatra de urgencias, profesor en CTO Medicina y Premio Nacional de Medicina, en un hilo que ha publicado en X. En él empieza haciendo hincapié en que se insiste mucho en las situaciones en las que no es necesario acudir a los Servicios de Urgencias con los hijos, pero que hay casos en los sí es preciso, "y, en ocasiones, los padres no lo identifican así".

¿Cuándo es imprescindible llevar al hospital a tus hijos?

Fiebre en niños menores de 2 meses

Una persona mira el termómetro después de habérselo puesto a su hijo.

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Cuando la temperatura axilar o rectal, apunta Andina, es igual o superior a 38º C es indicación de ir a urgencias. "La posibilidad de una infección bacteriana grave en esta franja de edad es mayor y es necesario realizar analítica de sangre y orina. Si el bebé tiene menos de 21 días, la urgencia es aún mayor", subraya.

Fiebre >40,5º C

Un bebé con el termómetro puesto en la axila.

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Tomada con termómetro axilar (no frontal ni ótico, que pueden sobrestimar la fiebre). Por encima de esa temperatura aumenta el riesgo de infección bacteriana, por lo que suele ser necesario realizar una analítica de sangre si no hay un foco tras la exploración.

Dificultad para respirar

Una madre con su hijo y el médico en el hospital.

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Se le marcan las costillas, respira muy rápido, presenta respiración abdominal, se escuchan "pitidos" al respirar o hace un "ruido" al coger aire.

Sospecha de mastoiditis

Un bebé con la parte detrás de la oreja enrojecida.

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La aparición de inflamación y rojez detrás de la oreja, junto con la sensación de despegamiento del pabellón auricular, comenta el pediatra, es una complicación de las otitis medias que suele exigir ingreso para tratamiento antibiótico intravenoso. Es otro de los casos en los que se debería llevar a urgencias a los hijos o hijas. 

Fiebre y cojera

Un bebé da sus primeros pasos.

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La cojera tras procesos infecciosos banales es frecuente en niños pequeños y se trata con reposo e ibuprofeno (sinovitis), pero si tiene fiebre y cojera es preciso una analítica de sangre para descartar una infección osteoarticular que precise antibiótico iv.

Vómitos persistentes, con fuerza, tras todas las tomas, en torno a los 21-28 días de vida

Un bebé que acaba de vomitar.

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Aunque el estado general puede ser bueno inicialmente y mostrar avidez por las tomas, cuando los vómitos persisten hay que descartar una estenosis hipertrófica de píloro con una ecografía.

Sospecha de invaginación

Un niño llora en su sillita.

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Niño entre 6-24 meses con dolor abdominal cólico intermitente (llora con fuerza, sin consuelo, encoge las piernas). Cada vez las crisis de dolor son más fuertes y duraderas, y entre ellas el niño se encuentra decaído y pálido. Si sucede esto, debes llevar a urgencias a tus hijos. 

Fiebre y petequias

Una madre con su hijo en brazos, que tiene fiebre.

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Manchas rojas en la piel, que no desaparecen al presionar, en niños que tienen fiebre y afectación del estado general, pueden ser indicativos de una infección bacteriana grave (aunque muy infrecuente) por lo que es necesario realizar una analítica de sangre.

Sospecha de debut diabético

Un bebé bebiendo agua.

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Si un niño presenta decaimiento y pérdida de peso progresiva, come mucho (polifagia), bebe mucho más líquido de lo normal (polidipsia) o hace mucho pis (poliuria), también por la noche (nicturia) en la cama (enuresis), es necesaria una glucemia.

Dolor testicular

Un bebé llora, mientras su madre intenta consolarle.

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El dolor testicular es siempre una urgencia ante la posibilidad de una torsión testicular que precise tratamiento quirúrgico. Estos cuadros suelen cursar con dolor intenso y repentino, mal estado general, náuseas y vómitos. Son más frecuente en adolescentes y obligan a llevar a urgencias a tus hijos. 

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