3 cambios en mi forma de comprar regalos de Navidad para ahorrar dinero y sentirme mejor

Allison Nichol Longtin
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La autora, Allison Nichol Longtin.

Allison Nichol Longtin

  • No quiero arruinarme con las compras navideñas, pero mis valores son mi máxima prioridad.
  • Aprovecho las rebajas, incluido el Black Friday. Pero también compro en tiendas locales y de segunda mano.
  • Para la gente que no necesita muchas cosas, comprar experiencias es una buena idea para sentirte bien haciendo un regalo.

La Navidad es una época difícil para muchos, entre los que me incluyo. Tenemos prisa por cerrar el trabajo con un gran lazo rojo antes de tomarnos unas vacaciones, planes de viaje que organizar y llevar a cabo, fiestas a las que asistir o de las que ser anfitriones.... Una caja de Pandora de presiones sociales, por no mencionar el aspecto económico.

A pesar de los muchos retos que plantean las Navidades, me encantan. Siempre me ha encantado. Vengo de una familia de regaladores generosos, detallistas y muy acertados. Yo, sin embargo, no he heredado este rasgo. Así que he desarrollado algunas estrategias útiles.

Mi enfoque para las compras navideñas ha evolucionado con los años. Cada vez tengo más claro que lo primero que tengo que hacer es alinear mis gastos con mis valores ("elegir con la cartera", por así decirlo) y, lo segundo, con mi presupuesto.

Esto no significa que vaya a arruinarme cuando tenga que hacer regalos, pero sí implica más planificación y preparación.

 

Sin tirar el presupuesto por la ventana durante la Navidad, doy prioridad a sentirme bien con el dinero que gasto. Si puedo encontrar un regalo que sea sostenible, bueno para el planeta, equitativo y que apoye al fabricante, entonces he encontrado el regalo que realmente perdura.

Así es como estoy trabajando para que las Navidades sean aún más cálidas y reconfortantes.

1. Compro en rebajas, incluido el Black Friday

Sí, esto significa que ya tengo que tener una idea de lo que busco para estar preparada cuando llegan las rebajas. Llevo una lista en el móvil a la que voy añadiendo cosas a lo largo del año

Cada vez que oigo a uno de mis seres queridos expresar una necesidad o un deseo de tener algo en concreto, a la aplicación de notas va.

O a lo mejor me he dado cuenta de que en su casa falta algo práctico que creo que podría hacerles la vida más fácil y, con un poco de suerte, también más bonita. Lo añado a la lista. De esta forma, estoy preparada para comprar en esas buenas rebajas.

Y realmente, ¿a quién no le gusta conseguir una buena oferta? Cuando compro un regalo de Navidad que sé que alguien va a utilizar y apreciar, y lo consigo en rebajas, es casi como si me lo regalara a mí misma. Llega el golpe de dopamina.

2. (Intento) comprar localmente y de acuerdo con mis valores

Cada vez soy más exigente con mis gastos, y los regalos no son una excepción. Evito las grandes tiendas online, la moda rápida y los productos que recorren un largo camino para llegar a mí.

En su lugar, opto por empresas locales, éticas y dirigidas por mujeres, negros, indígenas o de color (BIPOC). Y me informo bien. Mi hermana suele tener una idea muy clara de lo que quiere para Navidad. Si no me gusta lo que sé de la empresa que fabrica lo que ella quiere, me esfuerzo por encontrar una alternativa equivalente que me haga sentir bien.

 

Este planteamiento se extiende también al tipo de cosas que incluyo en mi lista de deseos. Cuando mi familia me pregunta qué me gustaría para Navidad o para mi cumpleaños, les doy una lista de artículos que realmente puedo usar y con los que me siento a gusto. Aunque yo no gaste dinero en el artículo, alguien lo hará.

El año pasado puse en práctica mi habilidad para comprar en el mercadillo y regalé a amigos y familiares algunas piezas de segunda mano cuidadosamente seleccionadas. Estaban en buen estado, eran únicas y tenían historia. 

Me encanta comprar y recibir objetos de segunda mano. Se necesita tiempo, energía, consideración y buen ojo para encontrar el regalo de segunda mano adecuado, y yo estoy aquí para ello.

3. Opto por las experiencias

Para las personas de mi vida que se cansan y se abruman acumulando más cosas, yo opto por las experiencias. Este año voy a llevar a mi padre a cenar y a un espectáculo de danza como parte principal de su regalo de Navidad.

Tenemos una larga tradición de ver espectáculos de danza juntos (él quiere ir, lo prometo). Pasamos toda la noche juntos. Esta Navidad, él compra las entradas para el Cascanueces, yo nos invito a cenar fuera y, después del espectáculo, nos vamos de camino a casa a ver los escaparates navideños de los grandes almacenes del centro.

Por supuesto, siempre quiero poder poner algo debajo del árbol para él, así que puede que también le compre whisky y trufas de chocolate de fabricación local.

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