5 cosas que debes saber antes de tomar semaglutida para adelgazar, según los médicos

Los medicamentos para adelgazar pueden ser eficaces, pero sólo si se utilizan correctamente junto con una atención médica adecuada.
Los medicamentos para adelgazar pueden ser eficaces, pero sólo si se utilizan correctamente junto con una atención médica adecuada.tetmc/Getty Images
  • La semaglutida es un fármaco que reduce los niveles de azúcar en la sangre y regula la insulina para los diabéticos. Se ha convertido en un popular medicamento para adelgazar. 
  • Sin embargo, los médicos afirman que los pacientes deben conocer su funcionamiento antes de decidirse a tomarlo.
  • Puede tener efectos secundarios, como náuseas, y debe combinarse a largo plazo con hábitos saludables para que funcione.

Un fármaco ha subido al trono de las pastillas que ayudan a perder peso, no exento de polémica. En realidad, se trata de un medicamento destinado a regular la insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre para las personas diabéticas. 

La demanda del popular medicamento para adelgazar semaglutida se ha disparado en los dos últimos años, y marcas como Ozempic y Wegovy se han convertido en sinónimos en las redes sociales de extraordinarias transformaciones en la pérdida de peso.

Las investigaciones sugieren que puede ser una forma eficaz de perder peso y no recuperarlo, así como de mejorar el control de la glucemia y otros importantes indicadores de salud.  

 

Sin embargo, el medicamento no es para todo el mundo: está destinado a personas con un índice de masa corporal igual o superior a 30, a 27 con complicaciones de salud o diabetes de tipo 2. 

Según los médicos especialistas en adelgazamiento, antes de tomar semaglutida hay que tener en cuenta factores importantes como el estilo de vida, los posibles efectos secundarios, el plan de tratamiento y las perspectivas a largo plazo. 

Los hábitos de vida saludables, como la dieta y el ejercicio, siguen siendo una prioridad.

Scott Isaacs, médico endocrino y especialista en medicina de la obesidad, declaró anteriormente a Business Insider que la semaglutida puede ser increíblemente eficaz para las personas que han tenido dificultades para perder peso por otros medios. 

Como tal, el medicamento ha ayudado a cambiar el estigma en torno al peso, mostrando que no es una cuestión de elecciones personales o falta de esfuerzo. 

"No se trata de fuerza de voluntad, sino de hormonas y biología humana", afirmó.

Sin embargo, la semaglutida no sustituye a los hábitos saludables y, en muchos casos, deben probarse otras estrategias de pérdida de peso antes de tomar la medicación, según Isaacs. 

Incluso para las personas que logran perder peso con semaglutida, una buena alimentación y la actividad física son cruciales para mantener el rumbo y la salud a largo plazo, añadió. 

La medicación tiene efectos secundarios, como las náuseas

Aunque la semaglutida se considera un medicamento muy seguro, es frecuente que los pacientes sufran reacciones adversas leves, sobre todo cuando empiezan a tomarlo. Así lo explica Christopher McGowan, médico especialista en medicina interna, gastroenterología y medicina de la obesidad.

Los efectos secundarios más comunes de la semaglutida son problemas gastrointestinales como diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. Los pacientes también han informado de pérdida de apetito y dificultades para comer alimentos que antes disfrutaban, especialmente los azucarados o fritos. 

Según McGowan, es importante que el paciente que toma este fármaco tome consciencia de los posibles problemas y así pueda rabajar con el equipo médico para minimizarlos. 

"Hay que entender lo que puede ocurrir. Prepárate para los efectos secundarios y planifica cómo controlarlos", es su principal recomendación.

No todas las versiones del fármaco son iguales

El elevado coste de la semaglutida, que oscila entre 900 y 1.300 dólares al mes —al cambio, entre 826 y 1200 euros—, es una importante barrera económica para su adquisición, al menos en Estados Unidos —país que ha protagonizado el boom—, pero los expertos advierten que las versiones más baratas del fármaco pueden no estar probadas ni verificadas. 

La semaglutida compuesta, que se fabrica separando el principio activo y combinándolo con otras sustancias como vitaminas del grupo B, suele ser más barata en Internet. 

Podría ser una forma legítima del medicamento cuando se obtiene de una fuente acreditada, pero McGowan e Isaacs dijeron que la falta de transparencia hace que sea difícil comprobar con exactitud el medicamento que se está recibiendo. 

Por ello, ambos aconsejan a los pacientes que se ciñan a las marcas aprobadas por la FDA, que en este caso son Wegovy y Ozempic. 

El seguimiento médico es esencial

Una tendencia preocupante en torno a la semaglutida es que los pacientes a menudo reciben la medicación online con una sola consulta de medicinas, a partir de este momento no reciben más seguimiento, tal y como explicaron varios médicos a Business Insider.

"El tratamiento no es únicamente una receta. Hay un acceso muy fácil a los fármacos sin el apoyo adecuado", dijo McGowan. 

Para que la medicación sea segura y eficaz, los pacientes necesitan controles rutinarios para asegurarse de que empiezan con una dosis adecuada y la van ajustando con el tiempo, además de abordar cualquier efecto secundario u otros problemas de salud que puedan surgir, recalca el internista.

Isaacs relara que ve habitualmente a pacientes que obtienen resultados limitados con la semaglutida porque no tienen un seguimiento constante con sus proveedores de atención sanitaria.

"Los pacientes pagan por ello, pero no se les dice qué pueden esperar ni se les hace una evaluación médica completa", afirma.

No es una solución rápida

Los médicos también están preocupados por los mitos que circulan en las redes sociales en torno a la semaglutida. Una de las principales ideas falsas es que la gente puede utilizar el fármaco temporalmente para adelgazar un poco en poco tiempo. Al contrario, las investigaciones científicas sobre la mesa demuestran que en cuanto se deja de tomar la medicación, se recupera el peso. 

Por ello, es importante que los pacientes sepan que tomar semaglutida es una decisión a largo plazo, de un modo similar a la medicación para otras afecciones crónicas como la hipertensión o el colesterol. 

"La gente ve en las redes sociales que es una solución rápida o una forma de perder unos kilos. No es así como se estudian los medicamentos ni como se pretende que se utilicen", afirma McGowan.

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