"Las mujeres deben encontrar tiempo para hablar de lo buenas que son": 5 historias de 5 emprendedoras españolas de éxito

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Ilustración: idea innovadora, startups, mujer en un cohete

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  • Las mujeres representan apenas un 20% del ecosistema emprendedor español, una cifra que no se ha movido en la última década. Por supuesto, también es una cuestión de dinero: el capital que se invierte en startups lideradas por mujeres va a la baja.
  • Sin embargo, existen ejemplos que pueden servir de inspiración para las siguientes generaciones de emprendedoras. Berta Lázaro, María Berruezo, Patricia López, Soraya del Portillo y Ana Maiques comparten cómo han conseguido llegar a la cima.
  • Este artículo forma parte del espacio que Business Insider España dedica al liderazgo de las mujeres. Puedes leer más en Fundadoras.

    

No se mueve de ahí. Según el mapa del emprendimiento del South Summit, un informe que toma el pulso al estado del ecosistema español desde hace casi 10 años, las mujeres representan apenas un 20% del mismo

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que la cifra lleva esta última década sin moverse. La cuestión despierta la preocupación, entre otras muchas, de María Benjumea, presidenta de South Summit: "Las mujeres nos lo tenemos que creer, tenemos que hablar más a menudo de lo buenas que somos", comenta a Business Insider España.

Pero la verdad es que no siempre lo tienen fácil para hacerlo. En muchas ocasiones, sobre ellas siguen pesando prejuicios que desde fuera pueden parecer de otra época pero que conforman el día a día de los miles de mujeres que cada año se lanzan a emprender con su propio proyecto empresarial.

Una de las que lleva años labrándose camino es María Berruezo, fundadora de Lactapp, una aplicación móvil que ayuda a las mujeres durante su lactancia. Tras sentirse abandonada durante su propio proceso, pensó que había mercado más que de sobra para una aplicación que ayudara a las mujeres a tomar sus propias decisiones durante su lactancia.

Pero no todos los fondos de inversión compartían su idea. 

"Me he encontrado de todo en estos años", resume a Business Insider España Berruezo, y algo de resignación se deja entrever en sus palabras. "Nuestra vivencia es que las preguntas que hemos recibido iban más encaminadas a poner en duda el problema que resolvemos o incluso la solución que aportamos al mercado", explica Berruezo.

"Seguramente todo fue por desconocimiento de lo que las mujeres vivimos a la hora de afrontar nuestra maternidad y por todos los mitos y prejuicios que hay alrededor del tema. Hoy es verdad que el ecosistema es más rico en torno a temas como en torno a la salud de la mujer. Los inversores ven mejor que antes el tamaño del mercado y la oportunidad", añade.

María Berruezo

Tampoco se sintió especialmente comprendida en sus primeros años de carrera Berta Lázaro, cofundadora de TeamLabs y arquitecta de formación que tuvo que aguantar que en según qué los hombres cuestionaran sus decisiones.

Para ella, buena parte de los males que aquejan al ecosistema emprendedor provienen de la falta de referentes sanos.

"Ejemplos como los de Steve Jobs o Mark Zuckerberg no interpelan a las mujeres. La imagen del emprendimiento sigue siendo esencialmente masculina. Son todo hombres. A las mujeres se las vincula con el autoempleo, con volverse influencer y esas cosas".

En este contexto, el mundo de los fondos de inversión, un ambiente también esencialmente masculino, tiende a confiar sobre todo en los hombres. 

Así lo ha notado otra emprendedora que lleva años tratando de labrarse un camino en un campo tan complicado como la neurociencia: Ana Maiques, CEO y fundadora de Neuroelectrics.

—Deberías poner a un hombre a hacerlo— le dijeron en una época en la que estaba encontrando dificultades para encontrar financiación para su empresa. "Tengo unos hijos a los que intento educar en igualdad. Supe de inmediato que ese era uno de esos consejos que no había que seguir".

"En el mundo financiero, los círculos de poder son un patriarcado dominado por los hombres. Es así de claro. No creo que sea cuestión de ser mala gente, simplemente creo que muchos se sienten más cómodos invirtiendo en sus iguales, aquellos que forman parte de los famosos círculos. La gente con la que juegan al golf, con la que organizan su tiempo de ocio, esas cosas. Los fondos quedan también atrapados en esos círculos. Hay que traer diversidad a esos ambientes".

Lo que cuenta Ana Maiques no es algo anecdótico, de hecho se respalda en datos que revelan que las decisiones mayoritarias a la hora de invertir son masculinas. 

Concretamente, el 93,1% de las operaciones en España.

Patricia López, fundadora de Myhixel, una compañía centrada en hardware y salud sexual masculina comparte su experiencia sobre la dificultad de cerrar rondas, especialmente cuando el proyecto no se alinea con las tendencias de las entidades de capital riesgo.

López revela obstáculos sorprendentes, como el rechazo de fondos vinculados a organizaciones ultrarreligiosas que desaprueban la naturaleza del proyecto.

Además, se enfrenta a la discriminación de género, ya que algunos inversores cuestionan su elección de emprender siendo mujer y le plantean preguntas inapropiadas sobre la maternidad, considerando que estar casada o tener hijos podría ser un impedimento para el crecimiento del proyecto.

No entiendo qué tiene que ver mi género a la hora de detectar una oportunidad en el mercado y sacar adelante un proyecto", lamenta. A pesar de los desafíos, mantiene una perspectiva optimista y tiene planes ambiciosos de llevar su empresa a una Serie A en Estados Unidos.

Otro ejemplo notable es Soraya del Portillo, fundadora de BeChiara, una startup que utiliza realidad virtual e inteligencia artificial para mejorar las habilidades de oratoria y liderazgo. Del Portillo, enfrentando desafíos similares, revela cómo en sus primeros años de emprendimiento, optaba por firmar documentos solo con su inicial para ser tomada más en serio en un mundo empresarial predominantemente masculino.

A pesar de todo, BeChiara alcanzó break even en tan solo 10 meses, convirtiéndose en una empresa rentable que opera en más de 16 países. Del Portillo destaca la importancia de superar las adversidades y modernizar constantemente su oferta, incluso invirtiendo medio millón de euros de sus propios recursos cuando la empresa enfrentaba dificultades en 2016.

Las emprendedoras que protagonizan este artículo demuestran que la resiliencia y la innovación pueden prevalecer incluso en entornos difíciles. 

A pesar de las preguntas discriminatorias y los estereotipos de género que persisten en el mundo empresarial, estas mujeres valientes continúan desafiando las expectativas y allanando el camino para generaciones futuras de emprendedoras.

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