El eneldo es una de las hierbas frescas más particulares, ya que no gusta a todo el mundo. Su potente sabor anisado, dulzón y con toque ligeramente picante, a hierba y a regaliz al mismo tiempo, enamora a muchos paladares, y causa rechazo a otros. No es la única: el cilantro también divide a los comensales.

¿Quieres saber de dónde procede, cuáles son las propiedades secretas del eneldo y qué legendarios platos suelen llevar esta especia como condimento? En tal caso, sigue leyendo, y aprenderás más sobre esta hierba de hojas verdes, delicadas y plumosas.

Una larga trayectoria histórica, de los egipcios a Carlomagno

El eneldo (Anethum graveolens) es una hierba anual de la familia del apio Apiaceae.

El eneldo comparte parentesco con el perejil y es originaria del este del mediterráneo, África occidental y sur de Rusia. Es una hierba que lleva siendo usada desde hace milenios debido a sus propiedades culinarias y medicinales. 

Los babilonios fueron una civilización pionera de su cultivo en patios y jardines, 3.000 años antes de Cristo.

Aparece mencionada tanto en la Biblia como en antiguos escritos egipcios, se consideraba un signo de riqueza en las antiguas culturas griega y romana —el propio Hipócrates se limpiaba la boca con ella—, los soldados usaban eneldo para cicatrizar heridas quemadas y el mismísimo Carlomagno lo ponía en las mesas de sus banquetes para favorecer la digestión de sus invitados. 

Su nombre significa adormecer

El nombre del eneldo procede de la antigua palabra nórdica dilla, que significa "adormecer". Este nombre refleja los usos tradicionales del eneldo como calmante estomacal carminativo y para aliviar el insomnio.

Curiosamente, también ha recibido varios apodos. Desde Gastronomía y Cía recogen algunos:  hinojo fétido o hediondo, aneto, anís falso o anetaverón. Muchos obedecen a que sus aromas están emparentados con el hinojo y el anís. 

El sabor del eneldo es similar al de la alcaravea, aunque no tan pronunciado. Sus hojas son más frescas y suaves que los granos, aunque ambos se emplean en la cocina. 

Una planta resplandeciente y plumosa

El eneldo crece entre 40 y 60 centímetros de altura y tiene tallos delgados y huecos. Lo más llamativo son sus hojas, similares a plumas, alternas, finamente divididas y muy delicadas. Son un poco más anchas y duras que las del hinojo. 

Las flores son de color blanco a amarillo, en pequeñas umbelas de 2 a 9 centímetros de diámetro. Sus pequeñas semillas pueden ser rectas o ligeramente curvadas, miden unos 5 milímetros de largo y un milímetro de grosor, y destacan por tener toda la superficie estriada. 

La industria también extrae aceite esencial de la semilla de eneldo, destinado tanto a aromatizar alimentos como para perfumar jabones o añadir a medicamentos.

Es bueno para el aliento, los huesos, la depresión o la digestión

El eneldo brinda numerosos beneficios para la salud: varios estudios han demostrado que puede emplearse para controlar la diabetes tipo 2, así como para prevenir su desarrollo. La hierba fresca también es ideal para mejorar la salud del corazón, ya que sus sustancias flavonoides reducen el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. 

Otros estudios en animales demuestran que el eneldo también puede reducir los niveles de colesterol LDL, o colesterol malo. A nivel nutricional, el eneldo también resulta una buena fuente de vitamina, vitamina C, calcio, hierro, sodio, magnesio, fósforo y manganeso. Además, aporta la valiosa fibra dietética. 

Por otro lado, el eneldo mejora el aliento, detiene el hipo, tiene propiedades antidepresivas, alivia el insomnio, combate el dolor mensual, mejora los trastornos respiratorios, protege de la degradación ósea, tiene facultades antibacterianas y es un gran agente digestivo, luchando contra problemas como los gases, la diarrea o la hinchazón abdominal. 

Olor a mercado navideño y cocina escandinava

El eneldo tiene una presencia destacada en diversas gastronomías, especialmente en Escandinavia, Europa central y oriental, el norte de África y la Federación Rusa. Lo comerás en numerosos platos de Alemania y los países nórdicos, pero también en la cocina india, tailandesa o iraní. 

Tiene presencia destacada en platos como conservas de pepino y pepinillo —ya que redondean y endulzan su sabor—, conservas de arenque y recetas como el salmón marinado.

Las hojas frescas de eneldo usan en ensaladas, platos con productos del mar y también salsas con yogur o mayonesa para acompañar el pescado. También es una especia ideal para carne estofada, patatas, guisos o sopas. 

Recetas con eneldo

Si buscas recetas con eneldo, no te pierdas las siguientes propuestas.

• Pollo en crema de eneldo
• Salsa eslovaca de eneldo
• Salmón con miel, mostaza y eneldo
• Ensalada de pepino y eneldo
• Aliño de yogur y eneldo
• Patatas con ajo y eneldo fresco

Si te apetece tener un aceite de oliva especial para aliñar tus preparaciones con un intenso aroma a eneldo, solamente tienes que introducir eneldo fresco a temperatura ambiente y dejar que repose unos días. Lo mismo sucede con el vinagre, con el que podrás conseguir ensaladas más originales.