7 señales de que estás bebiendo demasiada agua

Somos un 70% agua y necesitamos este líquido a diario para funcionar adecuadamente. Ya que el agua es vital para el cuerpo humano, mantenerse hidratado debe ser una prioridad si quieres estar sano. Sin embargo, en el equilibrio está la virtud: tampoco es bueno ingerir demasiado líquido.

Beber demasiada agua puede provocar efectos secundarios que van desde la irritación leve a la amenaza para la vida. Este fenómeno llamado sobrehidratación puede conducir a un desequilibrio de electrolitos en el organismo.

Electrolitos como el potasio, el sodio y el magnesio ayudan a regular los riñones o a controlar el funcionamiento del corazón. Pero si consumes demasiada agua, es posible que no haya suficientes electrolitos en tu cuerpo para que funcione correctamente. 

He aquí algunos signos de que estás bebiendo demasiada agua.

Ten en cuenta que, aunque algunos de los síntomas que se enumeran a continuación podrían atribuirse a la sobrehidratación, también podrían ser el resultado de otras afecciones o problemas médicos. En caso de duda, consulte a su médico.

Bebes agua aunque no tengas sed

Algunos expertos creen que muchas personas cubren sus necesidades diarias de agua simplemente dejando que la sed les indique cuándo beber.

Por lo tanto, si estás bebiendo agua, incluso cuando no tienes sed, podrías estar bebiendo más de lo que tu cuerpo necesita.

Aunque es importante que aumentes la ingesta de agua si realizas una actividad física extenuante o estás al aire libre cuando hace calor, deja que tu sed natural es un mecanismo homeostático que te guiará en la mayoría de las situaciones. Eso sí,  las personas de avanzada edad han perdido o tienen menos desarrollada la capacidad de tener sed, por lo que deben tener cuidado con este aspecto.

Tu orina es clara

Es posible que sepas que la orina de color oscuro puede ser un signo de deshidratación, pero eso no significa que debas aspirar a producir una orina que sea clara. Ambos extremos son indicativos de que algo no marcha bien.

Según Healthline, la orina de color amarillo pálido que parece limonada indica un nivel saludable de hidratación.

Por otro lado, una orina incolora puede significar que estás sobrehidratado y que necesitas reducir tu ingesta de agua.

Dolor de cabeza persistente y náuseas

Según WebMD, beber demasiada agua puede hacer que desciendan los niveles de sodio en sangre, lo que puede provocar dolores de cabeza y náuseas.

Te levantas varias veces durante la noche para ir al baño

La mayoría de las personas orinan unas 6 o 7 veces al día, según Medical News Today.

Si orinas con más frecuencia y tienes que despertarte por la noche para ir al baño, es posible que bebas demasiada agua.

Otras afecciones, como las infecciones del tracto urinario, la diabetes, los problemas de próstata y la debilidad del suelo pélvico, también pueden causar micción frecuente, así que habla con tu médico si notas que orinas mucho más de lo habitual.

Tus músculos tiemblan o se debilitan

Beber demasiada agua puede causar debilidad muscular, espasmos o calambres, según la Clínica Mayo. Estos síntomas pueden aparecer cuando el sodio de la sangre se diluye.

Si notas temblores o dolor en brazos y piernas que no parecen estar relacionados con el esfuerzo físico, podría ser señal de que estás demasiado hidratado y te faltan electrolitos vitales.

Si el dolor o la debilidad muscular persisten incluso después de reducir la ingesta de agua, lo recomendable es que lo consultes con tu médico. 

Te sientes constantemente fatigado y cansado

Si duermes lo suficiente, pero sigues sintiéndote cansado, una posible causa puede ser la sobrehidratación.

Según Mayo Clinic, beber demasiada agua puede provocar una pérdida de energía, somnolencia o una sensación constante de fatiga debido a la creación de un desequilibrio electrolítico en el organismo.

Intenta reducir la ingesta excesiva de agua para comprobar si la sobrehidratación puede estar causando tu fatiga persistente.

Percibes confusión o desorientación

Un signo de sobrehidratación o intoxicación por agua es la sensación de confusión o desorientación. Este síntoma también está relacionado con la disminución de los niveles de electrolitos, como el sodio, en el organismo.

En casos extremos, beber demasiada agua y reducir la concentración de sodio en la sangre puede hacer que el cerebro se hinche peligrosamente.

Si empiezas a experimentar síntomas como confusión, convulsiones o pérdida de conciencia, deberías buscar atención médica inmediata.