El Banco de España cree que la economía española se recuperará a partir de primavera

Buenas noticias. La economía española volverá a ver la luz a partir de primavera, al menos según las previsiones del Banco de España.

Después de 2 años de pandemia y del batacazo sufrido por la crisis de precios, agravado por las consecuencias de la guerra, 2023 podría ser el año de la recuperación, que llegará de la mano de los brotes verdes primaverales.

La actividad "recobrará un dinamismo creciente" en España a partir de la primavera, según ha explicado hoy la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en un coloquio organizado por Columbia Alumni Association Spain, la asociación de exalumnos de la Universidad de Columbia en España.

Esta recuperación se explica por "una conjunción de factores", entre los que destaca la fortaleza del mercado laboral, que por lo pronto resiste a los efectos de la guerra, un comportamiento mejor de lo esperado de la demanda, y la inyección multimillonaria de los fondos europeos.

Hace un mes, el organismo revisó al alza las previsiones de crecimiento del PIB al 4,6% en 2022, una décima por encima de la anterior estimación. Sin embargo, empeoró el crecimiento esperado en 2023 y 2024 como consecuencia de los efectos de la inflación y la subida de tipos de interés.

Son precisamente esos dos factores, la crisis de precios y el encarecimiento del crédito, los que explican un crecimiento en meses pasados "caracterizado por una considerable debilidad". En 2022, la economía española pasó de crecer un 1,5% entre abril y junio a estancarse en el 0,2% en el tercer trimestre, a pesar del verano.

Durante la ponencia, Delgado también ha compartido su visión sobre la evolución del sistema financiero en este contexto de desaceleración y endurecimiento de la política monetaria. Y ha destacado "los signos incipientes de moderación de la inflación de algunas economías debido, principalmente, al componente energético de los precios".

Además, ha puesto de relieve el papel que juegan las autoridades en el impulso de medidas dirigidas a reducir la tasa de inflación general, aunque señaló que "el crecimiento del precio de los alimentos sigue siendo motivo de preocupación". 

Aunque la inflación en España se moderó del 6,8% al 5,6% en diciembre, la inflación subyacente encendió las alarmas disparándose al 7%, por encima de la tasa general. Esto se debió, en gran parte, al boom de precios de los alimentos, que se encarecieron un 15,7%, alcanzando cotas nunca vistas.